Aprendiendo de las Drogas -- Antonio Escochotado
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Antonio Escohotado SI que es un científico-filósofo
que pueda hablar de verdad de las drogas, sin problemas, sin tapujos y, sobretodo, con
mucha firmeza. Qué mejor profesor podría tener uno que aquél que haya experimentado en
sus propias carnes lo que intenta explicarnos? Pues es el caso del autor de este genial y
bastante completo libro que nos enseña desde el origen de las drogas, el posible futuro,
como tomarlas, sus efectos, las dosis mínimas y máximas para que hagan efecto o para que
causen daños o la muerte, respectivamente, y a todo esto le añade el punto de vista
subjetivo, su experiencia personal, dilatada como un esfínter penetrado por un buen
trabuco, todo ello envuelto en una manera de escribir y de expresarse, y un humor que se
encuentra en los rincones menos esperados, que hacen la lectura de sus 240 páginas un fin
de semana interesante (o no, dependerá de los gustos). Aquí se habla de muchas drogas, conocidas y desconocidas, buenas o mejores, malas o peores, con finales distintas o semejantes. Drogas como, preparaos!: opio, morfina, codeína, cocaína, cafeína, marihuana, LSD, crack, mescalina, anfetaminas, heroína, coca, éxtasis, hongos diversos, metadona, éter, vinos y licores y un largo etcétera que no me rota nombrar que tengo sueño y así estaremos hasta pasado mañana. No me queda mucho por añadir. El libro vale mucho la pena, muy útil para todo aquél que o bien quiera introducirse en el mundo de las drogas, el que simplemente sienta curiosidad o tenga ganas de aprender más cosas, o, sobretodo, todo aquél y aquella que asocie por defecto droga con mal, ya que si algo nos demuestra el libro - o el autor - es que las drogas siguen el principio de la sustancia Phármakon, esto es, que una misma cosa es el veneno y el remedio, simplemente saltando de un lugar a otro dependiendo de la cantidad empleada y algún pequeño etc. |
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Por último decir que choca bastante, o al menos a mí, que también tenía mis conceptos erróneos nacidos de la ignorancia y del desconocimiento, el hecho de que nunca hubiera pensado que alguien que escribiera un libro como lo ha escrito el autor, hubiera probado tantas drogas diferentes y encima de manera o tan asidua, o desde hace tanto tiempo. Y para más morro escribir libros sobre el tema mostrando de manera muy adecuada este "más o menos desconocido mundo". Fueno... que el libro está para aprender a usar cosas que nos pueden beneficiar mucho en la vida (y con descontrol, a cagarla del todo). Ala. Me voy a tomar un poco de hongos prodigiosos a ver si flipo un poco... :-Þ |
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El Almuerzo Desnudo -- William S. Burroughs
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El Almuerzo Desnudo es el típico libro que uno jamás
debiera dejar leer a su madre, por nada del mundo. Que por qué? Pues simplemente por que
nuestra reputación o nuestra imagen, la imagen que nuestra madre pudiera tener de
nosotros, ya de por sí bastante deteriorada comparada con la realidad (o al revés, que
también), se vería mermada drásticamente de tal modo que pareceríamos de todo menos
normales. Podría decir que exagero un poco pero la verdad es que ni de lejos tengo esa impresión, por que en el libro más conocido de Burroughs, éste que aquí kritico, evidentemente, las palabras semen, menear, coño, pollas eyaculantes, huevos tensos, sangre, culo, maricón, traficante, lesbiana y un larguísimo etcétera de palabras igualmente - en determinados momentos - difíciles de asimilar, son el pan del día, una obra, ésta, dura como lo fue Yonqui aunque mucho más ida de la olla. Me explico. Cuando leí Yonqui me pareció un libro muy crudo y duro, tal y como es el mundo de las drogas, el lado oscuro - el verdadero - que se esconde detrás del placer - o lo que sea - que las mismas pueden producir. Vale. Aquí tenemos más de lo mismo, mucha frialdad a la hora de describir las cosas, los sucesos, sólo que Burroughs ha optado por escribir un libro que más bien parece el resultado de varias noches de desenfreno y, precisamente, de haberse administrado diversos chutes, que no una historia real y humana al 100%. |
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Para los que no me entiendan, que serán la mayoría de los que lean esto, les diré que llega un momento en el libro que uno se pierde y no sabe de qué cojones está hablando el autor, por que la verdad es que hay cada paranoia "que te cagas en las bragas". A pesar de todo, debajo de toda esta irrealidad o mundo creado por Burroughs, se esconde la crudeza de la que hablábamos, la que durante más de 20 años vivió el autor, lo cual le da mucha autoridad y credibilidad a la hora de hablar de un tema tan chungo como es el de las drogas. Y precisamente esta experiencia, aunque no sé yo si tiene algo que ver directamente, se ve manifestada por la cantidad de cosas curiosas o raras que nos suelta Burroughs, siempre entre paréntesis, dando buena muestra de su cultura callejera, algo que siempre agrada. A mí personalmente el libro me ha gustado aunque, como digo, ha habido muchas veces que ya no sabía de qué se hablaba o si las cosas sucedían en el mundo real o en el imaginario del escritor, ya que los personajes, siempre los mismos a pesar de no ser pocos, no sabe uno si son basados en la realidad (seguro) o son simple y llanamente inventados para el libro. Lo curioso de todo, es que la parte quizás más interesante del libro, o la más técnica, llega al final, en las últimas 17 páginas, en una carta escrita de Burroughs a The British Journal of Addiction en el '56, donde se detallan, según lo vivido por el que escribe la carta (Burroughs, coño!), las drogas más importantes y/o conocidas, sus efectos e incluso las vías de solución para evitar las terribles consecuencias que la mayoría de éstas llevan consigo. Ah... no creo que sea necesario decirlo pero tampoco es el típico libro para regalar a la novia o a la amiga en el día de su cumpleaños... mejor no arriesgarse a perder una u otra. |
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Las Aberraciones Sexuales -- Ricardo Blasco
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Resumiría tranquilamente este libro diciendo que éste
es la dualidad Yin-Yang, es decir, que si bien nos sirve para el propósito de descubrir
las "aberraciones" o las alternativas sexuales que no conozcamos ya (pocas a
estas alturas jur jur jur), también es una buena muestra de la cerrada y escueta mente
del autor, el tal Ricardo Blasco, que no duda en calificar de aberraciones cosas como la
homosexualidad, el cunnilingus, la masturbación y tantas otras que uno, personalmente y
sin querer exponer mis teorías sexuales, no ve ni de lejos como tal. De hecho no creo que
nadie ya a estas alturas, excluyendo siempre a la gente que vive anclada en el pasado
remoto del Pleistoceno, las considere como tal, siendo tan habituales y comunes en nuestra
sociedad como lo son las películas violentas, los McDonalds y mil cosas más. Aunque hay que reconocer que sí que se comentan y analizan verdaderas aberraciones (pero que de nuevo lo pueden ser para mí pero no para otros) como la zoofilia, la nekrofilia o el sadomasoquismo, queda más que patente el odio que lleva el autor dentro, un odio hacia todo lo que no sea comer lo que se ponga en la mesa, ir a misa los domingos y vestir correctamente, un odio básicamente, a la juventud rebelde de entonces y a todo lo que no siga la pauta y normalidad de siempre. |
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El libro, de la editorial Telstar, es del 1970, así que no me extraña nada la manera de pensar del autor del libro, menos aún habiendo ojeado un par más de libros sobre sexo de la misma época en que igual e incomprensiblemente, se mantenía una visión muy pero que muy corta y reprimida con respecto a las diversas practicas sexuales que, por encima de todo, están para disfrutar y pasarlo bien. Ah... no creo que sea necesario decirlo pero tampoco es el típico libro para regalar a la novia o a la amiga en el día de su cumpleaños... mejor no arriesgarse a perder una u otra. |
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