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De Ruggero Deodato, el mismo que dirigió la
conocidísima y siempre controvertida Holocausto Caníbal y La Lavadora Asesina (por
nombrar las que conozco yo), nos llega esta película italiana con protagonistas conocidos
que podría haber sido mucho más de lo que al final ha resultado. La Bestia Asesina nos cuenta la amarga historia - por que en el fondo lo es - de un pianista muy popular llamado Robert Dominici (Michael York) que sufre una enfermedad conocida como Progeria o Senilidad Prematura que, como dice el nombre, hace que el que la sufra envejezca a una velocidad increíble, una enfermedad poco agradable (como todas) que evidentemente no le gusta a nadie pero que en la realidad existe como tal. Robert está casado con Susanna mientras que Helen, una amiga de él, está enamorada del rubio pianista. Hasta aquí las cosas son normales, pero dejan de serlo a partir del momento en que se suceden en la ciudad una serie de brutales asesinatos de mujeres a manos de alguien que la policía no logra descubrir, alguien que es investigado por el inspector de policía Nati (o algo así), interpretado por Donald Pleasance, que llegará a volverse loco para dar con el misterioso asesino, que será el mismo que acabe con la vida de Susanna y de unas cuantas personas más. A todo esto, ya que Susanna está muerta, el pianista, que de momento ha escondido la enfermedad de tal manera que nadie se ha enterado de que la sufre, dejará embarazada a Helen, la que le amaba antes de que fuera conocido como pianista, y a la que el asesino también querrá matar, cosa que tendrá que evitar el inspector, que teme hasta por la vida de su querida hija. |
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La película, con una música de Pino Donaggio, deja claro que es, como mínimo, europea. El hecho de que sea italiana, queda reflejado, entre otras cosas, por la de Fiats que vemos y por las caras de muchos de los personajes que irán apareciendo en la película, caras típicamente italianas (tú saes...). Si bien los asesinatos son bastante sangrientos, parece como si el director se quedara corto, por que son pocas las escenas de sangre y el argumento, aunque interesante y a veces comprensible (más o menos) parece no estar suficientemente a la altura de una historia que podría haber dado más de sí. Es curioso que al saber que York protagonizaba la película me imaginara a alemanes por allí en medio (:-)), pero la verdad es que no lo hace nada mal, dado que el maquillaje está muy bien hecho y su papel es poco interpretativo, vamos, que tiene así nada complicado que hacer, más que de viejo prematuro y de algunas cosas más... Hablando del maquillaje tengo que decir que no más de dos segundos hacen falta para comparar la cara del actor en su estado de viejo viejo con la de La Mosca de Cronenberg: idénticas. Y bueno... poco más que contar. Que es bien diferente de Holocausto Caníbal, que imagino que lo que acabo de decir es obvio y gratuito y que es una película para ver una vez pero no más. |
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Yo estoy seguro que vosotros sabéis a qué me refiero
cuando hablo de esas masas de paja, basura o lo que sea que siempre se ven en las
películas del oeste, las mismas que, cuando hace viento en dichas películas, van de un
lado a otro de la pantalla pareciendo cobrar más protagonistas que los personajes de
carne y hueso que interpretan papeles importantes en la película. Sabéis de qué hablo
no? Pues dichos objetos son lo más destacable en una película como Blacula. Y ahora, alguien que haya visto la película, andará algo perdido por que sabrá de sobras que la película no es de vaqueros, sino de un Drácula negro. Pues sí... pero os habéis fijado en los horteras peinados de la mayoría de gente de color de la película? Pues a eso me refiero. Lo que es la película, sinceramente, no vale una mierda. No aporta nada nuevo a la historia conocida del vampiro más conocido de toda la historia de la humanidad, a parte del color de su cara, negro, y de que le van más, como es normal, las chicas de su mismo color. Una escena que sí que encuentro mínimamente destacable, es una en la que una de las víctimas del malo de la peli, corre a cámara lenta por el pasillo de un laboratorio, con la boca bien abierta y las mano a la altura de su cabeza con intención de cargarse al pobre desgraciado que se encuentra en esos momentos hablando por teléfono. La escena da realmente, sino miedo, asco. Como risas producen las dos escenas en las que los protagonistas se encuentran en un pub de moda y asistimos a la interpretación completa de una banda de la época (años 60-70), con sus gestos ridículos, sus musiquillas chungas al estilo Boney M y embutidos todos ellos en atuendos horrendos; es la jerna de la jerna. |
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La película fue dirigida por William Crain y tiene como principales intérpretes a William Marshall, Vonetta McGee, Denise Nicholas y Gordon Pinsent. El argumento os lo cuento por encima para alargar simplemente un poco la krítica. Se trata del verdadero Drácula, que conoce a un príncipe africano y a su esposa. Como que se enamora de ésta, la hace suya y al príncipe lo convierte en vampiro. Esto sucede en 1780. Ya en la actualidad, pues lo típico. El vampiro moreno se levanta y empieza a morder todo lo "mordible" hasta encontrar en una chica del presente la reencarnación de su amada esposa, por la cual acaba perdiendo la vida. Mola? Pues no. Esta peli es malísima!! |
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Supongo que esta película debió ser de las primeras
en las que Sharon Stone empezaba a mostrar sus encantos. Y cuando digo encantos, no me
refiero a tetas y demás, sino a ella misma, a la belleza de su cara y etc. La película es de hace tela de tiempo, tanta tela como tiene la propia película, que llega a hacerse un poco larga y pesada, a pesar de que cuenta con unos momentos, principalmente las muertes o asesinatos, realmente conseguidos y que, todo sea dicho, se desarrolla en un lugar inmejorable y entre un tipo de gente también irrepetible. Leamos: "En una comunidad de fundamentalistas (secta religiosa que considera los adelantos técnicos como manifestaciones diabólicas), se introduce Martha, como esposa de uno de los miembros. A partir de entonces se desencadenarán una serie de acontecimientos terroríficos." Así describen a la película en un sitio que no vale la pena mencionar. Y más o menos de eso va la cosa. La tal Martha (Maren Jensen), que aún no acaba de entender la misteriosa muerte de su marido, es visitada por dos amigas suyas, Lana (Sharon Stone) y Vicky (Susan Buckner). La llegada de las dos amiguitas no sólo no parece gustar demasiado a la radikal gente de la zona sino que una de ellas acaba enamorándose de un miembro de éstos, y viceversa, siendo este hecho el fin para los dos. También entran en escena más cosas irrepetibles, como el temible y deformado careto de Michael Barryman, que hace de William Glunch, al que también se le pudo ver en Las Colinas Tienen Ojos. Luego está el dueto macabro formado por una madre y una hija, la hija Faith y la primera, no recuerdo, que tendrán mucha importancia hacia el final de la película. Hay que mencionar los cuadros que - supuestamente - dibuja la hija, todos ellos oscuros, deformados, lóbregos y expresando miedo y malos sentimientos. |
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Por último uno no puede dejar de mencionar al padre de la gran y extraña familia, un tipo con unas pintas que dan miedo a 10 millas de distancia, a parte de entrarle a uno ganas de ostiarlo sin reparos, con su barbilla chunga y la palabra de su dios en boca, que utiliza sea cual sea el pretexto. Hay que recordar, a todos aquellos que a media película tengan decidido apagar la televisión o el vídeo, que se esperen o adelanten hasta el final, ya que allí encontramos lo mejor de la película y con diferencia. A pesar de que ya he dicho que los asesinatos están muy currados, y no es coña (tienen una cosa que los hace especiales), el final es la ostia de bueno y lo cierto es que se podrían haber aprovechado más elementos como éste y dejar una película para la posteridad bien cargadita. No puedo acabar esta krítica sin mencionar la belleza que desborda en la película. Y ahora no estoy hablando de "tías buenas", sino de mozas guapas de verdad. No sólo la Stone destaca aquí; todas o casi todas las chicas jóvenes que salen en la historia de miedo son guapas, cuando no guapísimas. Lo juro!!. Je, je... supongo que muchos me matarían si no dijera lo que voy a decir. A ver, la película, principalmente para sorpresa mía, ha sido dirigida por... Wes Craven!! en 1981, sí, lo que leéis. La música ha corrido a cargo de James Horner y hay dos cosas que tampoco quiero guardarme. La primera es un error en la película: cuando se está duchando la protagonista de la película, se ve descaradamente que lleva un bañador, cuando, al menos en mi ciudad, la gente se suele duchar desnuda. La segunda cosa es un "autoguiño" que se hace el propio Wes Craven, al igual que hizo en Scream. Es muy fácil que pase desapercibido para los despistados, pero a pesar de que yo pertenezco a ese grupo de personas, he pillado el guiño: cuando Vicky sale del cine, podemos observar como la película que acaba de ver, según indican los enormes y llamativos letreros, es Summer Of Fear, o sea, Las Dos Caras de Julia, que hace dos semanas que vi y kritiqué, y que por descontado es una película del mismo Craven, así que... eso. |
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Walerian Borowczyk dirige aquí la película por la que
- al menos yo - lo conocía. La Bestia es, como lo fuera Cuentos Inmorales, una película
extraña con un erotismo raro, onírico y, bastantes veces, grotesco. Desde los caballos montando a las yeguas, hasta las escenas de La Bestia masturbándose mientras que "la bella" se unta bien untada con el semen resultante de mencionado ejercicio de relax, pasando por los polvos que continuamente unen a una hippy con el sirviente de color de la familia protagonista de la película (polvos a modo de ritual, ya que a medio hacer, el mayordomo siempre es llamado por su dueño, con lo cual la joven hippy se queda frotándose contra el borde de la cama), todos los hechos que acontecen en la película son bastante crudos y, si se me permite, algo exagerados. Aunque todo sucede en una misma zona, ya sea dentro o fuera del castillo, son como pequeñas historias enlazadas por el sexo y por el director, que con su manera personal de verlo, nos muestra escenas de difícil repetición y de enorme poderío visual, como ya sucedió anteriormente, algo que en las películas eróticas, como es normal, es de vital importancia para el que ve y para intentar dar buenos resultados en cuanto a número de espectadores finales o de buenas críticas se trata. |
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No creo que una película como La Bestia tuviera éxito en los tiempos que corren, pero lo cierto es que original es, aunque a veces de difícil comprensión por parte del que intenta ver una historia en la cinta que reproduce su vídeo. La de aquí no es que sea una excepción, por que más o menos se entiende, pero sí que pueden ser varias las interpretaciones que uno consiga realizar de ciertos hechos y de la manera como se narran y de la manera en que nos son mostrados. Yo creo que se trata de un clásico un tanto complejo y pasado de rosca en ciertos aspectos pero que puede se muy válido a la hora de ver algo diferente y bastante atrevido. |
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