Coños -- Juan Manuel de Prada

 

conos.jpg (4916 bytes) Único, irrepetible, genial, maravilloso, rompedor, fresquísimo y sabroso com el mejor de los manjares (o como lo que se prodiga en el mismo libro...).

Este libro de Juan Manuel De Prada nos habla, de una manera más que hermosa, coherente y con prosa rimante y bien usada, de esa parte de las mujeres que tan locos nos vuelve a algunos y de la que tanto disfrutan otros, llamada COÑO. Pues sí... sin tapujos ni miedo, De Prada nos define y describe los coños más curiosos o los más interesantes, a veces muy cercano a la realidad y a veces bastante alejado aún quedando como un documentalista que se hubiera pasado tres años tras la pista del coño más ameno.

Podremos conocer los secretos y recobecos del coño de las vírgenes, de las tenistas, de las ahogadas, de las lesbianas, de las muñecas o incluso de los ángeles. Podremos, incluso, saber algo del coño de la novia del autor (... err...) pero lo que siempre haremos siempre es aprender y aprender de tan maravillosa parte femenina.

En un principio De Prada escribió once historias o partes y unos días después, a petición de la atrevida editorial Valdemar, acabó en 5 días (tarea más que excepcional) de hacer el libro (ahora ya son 54 historias).

A veces nos encontramos con capítulos que tratan de un coño en concreto y a veces, menos, se trata de una historia de corte erótico/histórico que nos deja con algo en qué pensar en el coco.

Los que esperen un libro lleno de fotos con tías abiertas de piernas van muy equivocados ya que lo que aquí se trata es bien noble y de esta manera se hace, con un estilo más que sobresaliente, con algunos dibujos de artista muy insinuadores y con este hombre que escribe y describe tan y tan bien.

La portada es el único lugar donde se encuentra una foto real y aún dudo de que no se trate de un dibujo muy verídico.
Libro indispensable para todo hombre y para toda mujer que quiera saber más. Ya va por la 9a edición!!


Damien, 25/1/98

F.U.C.K.

Crónicas de la Dragonlance -
Volumen I, El Retorno de los Dragones
-- Margaret Weis, Tracy Hickman

 

dragon.jpg (4345 bytes) Volverse a leer un libro por segunda vez que no es que sea una faena muy muy agradable y menos si el único motivo existente en este acto es el de hacer un comentario burdo y tosco para El Desguace. Pero la cosa empieza a cambiar si los libros que uno quiere volver a leer son tan buenos como el que ahora mismo paso a comentar. Entonces se convierte en una experiencia más que agradable, relajante, generadora de los sueños más bonitos y que uno incluso se atrevería a repetir cada año.

Se trata del primer volumen de la larga y viciosa colección de historias medievales fantásticas de La Dragonlance. Este primer volumen, llamado como podéis ver más arriba, es el primero de una primera trilogía llamada Crónicas de la Dragonlance, trilogía que kritikaremos para la causa así como la segunda trilogía, Las Leyendas de la Dragonlance, donde se nos volverán a narrar las historias y vivencias que tendrán nuestros protagonistas, personajes curiosos donde los hayan que paso a nombrar.

Tenemos de todo: elfos y semielfos como Tanis, el "boss" del grupo de protagonistas de la serie, un tipo medio elfo medio humano que guiará y decidirá en los momentos más importante (y en los menos también) a los demás; Laurana, hija del jefe de los elfos, cuando era más joven Tanis y Laurana fueron "novietes". Ahora el corazón de Tanis está dividido entre ella y Kitiara, la hermanastra de Raistlin y de Caramon, aunque esta última no sale en este primer volumen; Raistlin el mago, un ser que a pesar de su juventud, tiene un gran poder en su interior, está más jodido y chungo que un alcohólico terminal, y su mente y alma tienden cada vez más a lo oscuro y a la maldad, a pesar de salvar al grupo de amigos más de una vez con sus poderes; Caramon, el gemelo del mago, un ser enorme de 2x2 (suponemos :-), guerrero y máximo cuidador de su hermano; Tas, el pequeño kender, el ser más simpático de cuantos aparecen en la historia, por su comicidad, su desconocimiento de la palabra miedo y por la rara manía que tiene de encontrarse en sus bolsas enseres que no le pertenecen... vamos.. que tiene unas manos y unos dedos un tanto ágiles...; Flint, el enano, el ser más veterano junto con Tanis, gruñón, siempre peleándose con Tas y de los que más coco tienen; Sturm el caballero de Solamnia, un hombre noble como pocos por su ya mencionada nobleza. Este hombre si que sabe de cortesías y de honor...; Goldmoon, la que se convertirá en sacerdotisa del bien, que curará a los más necesitados y la que, más o menos, empezará a mover al grupo de compañeros en busca de "la verdad" que asola sus tierras, acompañada siempre por su prometido Riverwind, bárbaro como ella, de una altura increíble y que se verá siempre mandado por su princesa Goldmoon.

Estos son más o menos los protagonistas básicos de este primer volumen y en general de todos. Hay muchos más que también cobran importancia pero bueno... sino esto se alargaría mucho.

La historia es la siguiente: después de haberse estado cinco años separados, los amigos se reúnen de nuevo al darse cuenta de que algo está pasando en las tierras donde habitan, de que el mal está volviendo a renacer después de largas temporadas de irresistible paz.

Una vez todos se encuentren, pasaran las mil y una batallando contra el mal allá donde estén, luchando contra draconianos, goblins, dragones y cualquier otro ser despreciable y poco noble que se les aparezca por en medio con mala intenciones.

El libro, y por que no, todos los demás de las series y trilogías, están escritos de una manera muy atrayente por las dos escritoras, que no se cansan (ni nosotros tampoco) de expresar bien los sentimientos de cada uno de los personajes, así como de dotarles de una personalidad bien marcada y bien real, dándonos a entender que, aunque dichos personajes no son reales, podrías muy bien serlos.

Algo que siempre me ha hecho gracia de estos libros son las "palabrillas" que uno puede aprender leyéndolos y que tanto adoramos y (ab)usamos la gente de Inferno. Palabras o expresiones como fruncir el ceño, entrecejo, ungüento, socorronamente, respingo, sisear, escotillón o agazaparse, son de aquellas palabras que gustan de repetir ni que sea para sentirse un poco culto y, de paso, echarse unas risas con el personal.

Por último, decir que este tipo de libros son los más_que_adecuados para todo aquél que no se sienta muy a gusto con su entorno, quien crea que estamos en una mierda de mundo y, en definitiva, quien sueñe con paisajes idílicos, utópicos, maravillosos, llenos de seres de lo más curioso y todo esto en un mundo verde, fascinante, fantástico y todo lo que nunca será el llamado Tierra que, si no me equivoco, es donde estamos ahora.


Damien, 17/05/98

F.U.C.K.

Crónicas de la Dragonlance -
Volumen II, La Tumba de Huma
-- Margaret Weis, Tracy Hickman

 

drago2.jpg (4346 bytes) En este entretenido segundo volumen de las Crónicas de la DragonLance, nuestros amigos (sí, creo que después de unas 1000 páginas podemos considerarlos ya como nuestros amigos) se verán de nuevo metidos entre las batallas que enfrentarán a las gentes de Krynn contra los draconianos y toda la serie de escorias pérfidas, viles e inútiles comandadas por los señores del dragón.

En este nuevo capítulo los Orbes de los Dragones, una especie de esferas mágicas creadas hace mucho mucho tiempo por los mejores y más grandes magos tanto túnicas blancas como negras (bien/mal) con el fin de poder controlar a los dragones, cobrarán un protagonismo esencial así como las mismas DragonLance, de las que podremos leer el uso en este mismo libro.

Gracias a estas dos nuevas alternativas veremos un poco de luz a favor de "los buenos" en contra de La Reina de la Oscuridad, así como, tristemente, veremos a Tanis, Riverwind, Caramon, Tika, Raistlin y Goldmoon por una parte y por otra a Tas, a Flint, a Laurana y a Sturm por otra, separados por el destino para cumplir cada grupo la parte que le pertoca en la obra de teatro que les ha tocado vivir.

Nuevos personajes aflorarán para el bien de todos (Alhana, Silvara o la mismísima zorra de Kitiara), también alguno que parecía más que perdido volverá a unirse para el desencadenamiento fundamental de algunos de los pasajes más importantes de la historia que se nos relata, como el pseudo-despistado de Fizban o Theros Ironfield, con su brazo de plata que será el que forjará de nuevo la legendaria y gracias a la cual leemos estos libros, DragonLance.

Nos cagaremos mil veces en Caramon en cierto momento del libro a la vez que lo adoraremos en el mismo momento anterior.

También veremos como el poder de su gemelo acrecenta considerablemente y como es puesto en duda el valor de Sturm en medio de los Caballeros de Solamnia.

Surgirán amores nuevos (no forzosamente con final feliz) y amores perdidos en el tiempo que de nuevo son unidos por los dos imaginativos escritores de esta sagrada saga de la DragonLance.

No todo serán alegrías ni mucho menos. De hecho este segundo capítulo o parte no es que sea muy alegre que digamos... pero tampoco quiero contar lo que sucede por que sino nadie se lo va a leer.

Si bien en el primer libro ya aprendimos nuevas palabras (muchas), en este segundo no nos quedamos cortos. Palabras como balbucear, enzarzados, absorto, sensaciones acuciantes, almenas, sibilante o surcó certera la refulgente atmósfera matutina harán de nosotros, si las usamos debidamente, unos seres cultos y nobles :-)

A parte de las palabras, también algo que hay que destacar es, como ya fue en el anterior volumen, la profundidad en la que a veces nos adentramos a la hora de conocer a los personajes que se nos van mostrando a través de las páginas que tan sabiamente llenan este libro.

Por ejemplo, leer a Raistlin decir que ha sido feliz como nunca, sabiendo que ha estado realizando durante una época larga juegos de magia para poderse pagar el grupo una embarcación, es algo bastante sobrecogedor como mínimo.

No queda más que repetir que las trilogías de la DragonLance son la ostia. Abrir uno de sus libros, empezar a leerlos y desear protagonizar la misma historia que se nos cuenta... eso es lo que sucede.


Damien, 11/07/98

F.U.C.K.

Confesiones de un Artista de Mierda -- Philip K. Dick

 

Confesiones de un Artista de Mierda no es lo que parece. Al menos no es lo que yo me esperaba, dando por sentado en el momento de tener conocimiento del libro que se trataba de una sucesión de páginas a modo de confesión, de relato, de diario personal de un personaje amargado de la vida, lleno de sentimientos nefastos hacia lo que le rodeaba y con un certero conocimiento de su condición de poca cosa, de desgraciado, de mierda...

Pero lo que he encontrado en esta curiosa historia me ha gustado tanto que no me ha importado lo más mínimo no haberme encontrado con lo esperado (algo que sucede muy habitualmente y no sólo en el ámbito de la lectura arriesgada).

Lo que Dick nos aporta aquí, después de hacer un giro radical a su carrera como escritor de ciencia-ficción, es una novela de lo más curioso que uno se pueda echar a la cara, salvando obras de arte como Coños a la que no creo que nadie sea capaz de superar en cuanto a originalidad, pero sin apartarse del género narrativo de toda la vida... claro que aquí es donde cobra bastante importancia el estilo que ha seguido el autor en este libro, haciendo que no sólo haya un protagonista sino cuatro, los cuatro personajes principales del libros, de los cuales yo destacaría los dos hermanos, Jack y Fay. Pero vayamos por partes.

Los personajes principales (para mí, claro está): tenemos a Charles Hume, un marido bastante bien acomodado, que cometió alguna vez el error de casarse con su mujer, de la que luego hablaremos, y por culpa de la cual no acabará demasiado bien que digamos. No soporta muy bien a su cuñado (quien lo haría) y en algunos momentos de la historia su violencia alcanza cotas algo desmesuradas.

Su mujer Fay es junto con su hermano Jack, la que cobra más importancia en el libro, siendo más o menos la desencadenadora, la portadora del hilo de la historia, una mujer llena de egoísmo - de hecho toda ella es egoísmo -, atractiva, delgada, malhablada y con poder de conseguir siempre lo que se propone sin pensar demasiado en los demás. A pesar de parecer una mala mujer, que quizás lo sea, parece como si actuara de manera despreocupada, sin maldad en sus actos, sin ni una gota de perversidad (en apariencia).

Su hermano Jack Isidore, de Sevilla, California, el verdadero Artista de Mierda que creó el autor inspirado en Isidoro de Sevilla, España, que creó la enciclopedia más corta jamás publicada (unas 35 páginas), y del que hace un personaje que necesita tratamiento psiquiátrico, que no sabe diferenciar demasiado entre la realidad y la ficción, tranquilo y muy en su mundo, que ama la ciencia y lo científico y que nos hará pensar mucho en cosas de la vida en sus momentos de reflexión infantilizada que, como siempre, será lo más cercana posible a la realidad cotidiana.

Por último tenemos a Nathan Anteil, un joven estudiante de filosofía casado no por mucho tiempo con una joven encantadora, como él, débil en el sentido mental (personal) de la palabra aunque con bastante cordura y seriedad necesarios para cualquier casado (no por mucho tiempo tampoco).

La historia básica: pues si juntamos a los cuatro personajes de arriba, tendremos un mejunje de lo más chungo. Por una parte, el matrimonio Hume, que poseen una gran y moderna casa en Point Reyes, cerca de San Francisco, y allí es a donde se llevarán al hermano de Fay, Jack, quien se verá reducido (o no) al cuidado de las niñas y de los animales, a la limpieza de la casa, a la compra de las comidas y a unas cuantas cosas más que su vaga hermana no será capaz de emprender.

Allí conocerán a una joven pareja de los cuales se verá enamorada Fay, sobretodo del chico, de Nat, que se verá atrapado en las redes de la joven esposa del pobre Charlie que permanecerá una buena parte del libro en el hospital a causa de un ataque al corazón producido casi seguro por la locura de su mujer, por sus manías (la más significativa, la de no atreverse a comprar Tampax...) y su manera de ser tan pobre para con los demás.

Así que ya tendremos un buen lío para ir leyendo...pero no se acaba todo aquí.

Por su parte Jack, el Artista de Mierda, se meterá en un grupo de paranoicos que creen que el fin del mundo está muy próximo y que los extraterrestres se comunican con ellos a través de la hipnosis. También, para enrollar un poco más la cosa, será el chivato de turno, contando al pobre señor Hume lo que su mujer y el joven Nat hacen por las noches en su casa, en la casa de ella, en la casa del matrimonio.

Si la historia parece un poco simple o incluso típica estáis muy equivocados. Tenéis que leerla para daros cuenta de que no sólo no estáis en lo cierto sino que la manera de narrar del escritor, la posibilidad de pasar de la narración en primera persona a la de tercera persona en un mismo capítulo es más grande de lo habitual... o los pensamientos que cada uno de los personajes principales tendrá, que nos harán ver como somos en realidad las personas o como podemos llegar a ser en momentos determinados, como podemos llegar a mentir o a desear una cosa.

Algo que he notado es que representa que la historia trata de los años 1945 al 1959 y ni mucho menos uno se da cuenta, creyendo encontrarse en la actualidad, en un pueblo algo grande, cercano al mar, con algún lago también cercano y con gente de todo tipo, como la que uno se puede encontrar en cualquier ciudad de este mundo.

En fin. 185 páginas rápidas de leer y con las que disfrutaremos a base de bien, eso sí, viendo un poco lo desagradable y desesperante que puede llegar a ser la vida si las cosas no salen como uno espera...


Damien, 23/07/98

F.U.C.K.

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