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Si digo que los dos
principales artífices de esta nueva banda, o proyecto, a pesar de que a éstos no les
gusta denominarlo así, no son otros que Jon Schaffer de Iced Earth y Hansi Kursch de
Blind Guardian, imagino yo que no será necesario comentar mucho sobre la calidad
resultante de tal unión, unión que, por otra parte, estaba más que cantada y que un
día u otro tenía que caer. |
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A Schaffer lo identificaríamos más con lo demoníaco y a Kursch con la magia, ambas partes del nuevo grupo que se manifiestan sobradamente en cada de una de las canciones que componen el álbum. Las guitarras del primero, ayudadas por algunos solos y otros arreglos del productor, no son del todo Iced Earth, mientras que las voces de Kursch, de las cuales podemos disfrutar sobretodo en la 2a canción, Heaven Denies, también se muestran en pleno esplendor dentro de un nuevo marco, el que define la música creada por los dos artistas. De las 13 canciones, de las cuales la última es una versión llamada White Room, compuesta por Jack Bruce y Peter Brown (la cual no he podido escuchar), la mitad más o menos son de ritmo lento o medio lento, cosa que no debe haber gustado a muchos de los fans de ambas bandas, cosa a la que hay que darle menos importancia y prestarle más a la calidad de las canciones y del buen rollo que uno pueda sentir escuchándolas, sean más o menos lentas. Más canciones que haya que destacar, a parte de la intro Rites Of Passage y de la outro Chant, quizás sean Blood On My Hands, cuyo estribillo sí que nos recuerda a una canción de Iced Earth, Winter Of Souls, Tear Down The Wall, que empieza cañera y va alternando entre las acústicas baladísticas y la guerrera guitarra eléctrica, y My Last Sunrise, como partes primera y última de la trilogía que completa Gallows Pole. Curiosidades. Dentro de las curiosidades, podemos encontrar el hecho de que el bajo no ha sido tocado por Kursch, como viene siendo habitual en la banda germana, sino que tal faena la ha realizado el propio Schaffer. También mencionar que, quizás, el nombre de la banda haya "sido inspirado" en el idéntico nombre de un disco de los Uriah Heep del 72 (llamado, como tal, Demons & Wizards). De la guapa portada y del diseño del libreto se ha encargado Travis Smith, que también ha realizado el logo de la banda. Así pues, no tiene que temer nadie por que, según palabras de Kursch, la unión de ambos músicos da para tanto que en cuanto puedan se pondrán a componer nuevos temas para un segundo demoníaco y mágico trabajo. Y nosotros estaremos esperándolo. |
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