Si algo pudiésemos decir
de este último álbum de Joe Satriani, a parte de que está muy muy bien, es que hay
variedad en él. Variedad, eso es, mucha música con diferentes estilos, todos o casi
todos unidos por la virtuosidad de la que goza este norteamericano de ascendencia
italiana.
Y es que Crystal Planet tiene ciertos matices característicos que definirían al mismo
como de instrumental (ni un solo tema cantado), extenso (15 canciones y casi 70 minutos de
guitarra), variado (ya profundizaremos en el tema) y quizás algo más comercial o más
abierto de miras.
A la primera escucha que realizas del cd te parece que Satriani ya no es el mismo, que se
ha rebajado a hacer canciones muy de la calle, muy facilonas, con intenciones de vender
más discos que nunca (cosa que no sabemos a ciencia cierta) y dejando atrás aquellos
solos y aquellas demostraciones de su poder sobre las 6 cuerdas que tanto nos han gustado
siempre y con las que tanto hemos disfrutado.
Pero a medida que vas escuchando veces y veces el cd te das cuenta de que quizás la cosa
no ha ido tan mal.
Por una parte es bien cierto que el guitarrista ha demostrado que no se puede encasillar
en un tipo demasiado concreto de música, que puede hacer muchas cosas diferentes (cosa
que ya sabíamos), que él también, como humano que es, recibe influencias de otros tipos
de música o estilos que están más de moda hoy en día y que sigue siendo el mismo
virtuoso de siempre solo que sin ni un pelo en la cabeza y con ganas de hacer canciones
más "agradables" para el oído medio.
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Nos abre el cd con Up In The Sky nos
recuerda mucho a etapas pasadas de Satriani, con un inicio curioso, un ritmo bastante
animado y rápido y con una melodía muy maja.
El bajo, en esta y en muchas canciones, de manos del conocido Stuart Hamm, está siempre
más que presente, acompañando o guiando cada paso que el guitarrista pueda hacer con su
Ibanez plateada.
House Full Of Bullets es bastante más tranquila, con un ritmillo que huele a Blues o a
algo por el estilo sobre el que Satriani va jugando con su guitarra, realizando alguno de
esos solos que pensábamos que ya no volveríamos a escuchar más en un cd del virtuoso.
Crystal Planet es quizás la mejor del álbum, con un inicio algo mítico, una batería (a
cargo del viejo acompañante de Satriani, Jeff Canpitelli) ligera, suave y rápida en un
inicio, que pasa a ser pesada y cargada pero milimétricamente ajustada cuando nos
encontramos ya dentro de la canción. Inolvidables son los riffs que desfilan por la
canción, que tiene tantos bajos que los cascados altavoces que uso para deleitarme con
estas gentes, empiezan a sufrir lo suyo y a pagarlo con más ruido de la cuenta.
La cuarta canción, Love Thing, como nos podemos ir suponiendo, es una balada muy lenta,
que no viene mucho a cuento pero a la que nos acostumbramos rápidamente gracias a las
guitarras de por en medio de la canción.
Trundrumbalind es de las más raras en cuanto a inicios como mínimo. Es un poco
inclasificable, y podríamos haberla incluido en el cd de alguna banda de rock duro de
moda si no fuera por los guitarreos que suenan dentro de los 5'13 de la canción, que son
más Satriani que su calva.
Lights Of Heaven es otra de las que se llevan la palma. Se inicia muy tranquilamente para
dejar paso luego a unas guitarras realmente sorprendentes (no en cuanto a virtuosidad pero
sí en cuanto a enganche) que nos atrapan a los pocos segundos de escucharlas y que hacen
de la canción una verdadera joya. Ojo al final de fiesta que tiene la canción.
Rasperry Jam Delta-V, con un nombre que parece ser el de un modelo de guitarra, es otra de
las canciones que nos demuestran que Joe Satriani no se estanca en hacer canciones
lineales que siguen una estructura prefijada. El inicio es de lo más rocambolesco a pesar
de que luego la cosa se normaliza un poco, no demasiado, entregándonos notas muy agudas,
afiladas y estridentes por doquier. La canción suena mucho a techno, a ordenadores y a
discotecas llenas de gente dando saltos sin parar.
Siguen quedando joyas por oír. Esta vez Ceremony es la encargada de llevar ese nombre, el
de guapa, con una melodía que anima y con solos de los que me gustan a mi, idos de la
olla, con mucho sentimiento y en los que se nos demuestra que el que está tocando la
guitarra sabe lo que se hace. Un disfrute de canción.
With Jupiter In Mind. Debo reconocer que tal como se inicia la canción me hace pensar que
lo que voy a oír no me va a gustar demasiado y más o menos, así es. La canción tiene
un riff básico que no es de los que me hacen disfrutar mucho que digamos y a pesar de lo
que pueda ir haciendo mientras el guitarrista, la canción se hace un poco pesada y dura
de oír. Mejor pasar a la siguiente.
Más piezas singulares. Secret Prayer. La canción es bien guapa, con contrapúas no muy
desequilibradas por el medio y con solo velocísimo hacia el final, largo y agraciado, que
empalma con la guitarra que nos lleva por el sendero de Secret Prayer. De esta canción
quizás lo que hay que recordar siempre es el riff principal así como la melodía (nada
difíciles de recordar).
Nos vamos a la guerra? Se oyen baterías? Sí, así empieza A Train Of Angels que comienza
bastante animada y sigue así durante todo el rato que dura el tema. Muy guapa también,
desde luego.
A Piece Of Liquid, a mi entender, no es demasiado guapa a pesar de ser lenta a pesar de
que tiene una de las partes de bajo más guapas de todo el cd, hacia el final de la
canción.
La 13 es Psycho Monkey y a pesar de que tampoco está nada mal, no es muy heavy y suena
más a alguna banda de estas que se pusieron de moda hace un par de años, lideradas por
alguna buena moza, que hacían canciones con un riff agradable al oído y poco más. En
fin.
En cambio Time ya desde el inicio engancha con esa guitarra pesada y penetrante
acompañada por su hermana pequeña, también guitarra, como no, que hace las partes más
agradables de la canción. Realmente por la guitarra del inicio nadie diría que se trata
de una canción de Joe Satriani pero una vez uno va escuchando los desfases de guitarra,
los juegos entre dedos y trastes y las guitarras lejanas que se dejan oír, la cosa tiene
una base más acertada.
La que cierra el álbum, Z.Z.'s Song, la canción de Z.Z., que no sé si es el hijo, el
hermano o algún pariente de Satriani, que en principio no tiene nada que ver con los
barbudos rockeros años ha se hicieran populares, es lenta, con unas cuerdas fáciles así
como fácil de olvidar podría ser la canción.
Así que gentes, el álbum producido por Mike Fraser (el mismo que produjera su anterior
G3) no está nada mal, tiene sus pros y sus contras, sus buenas canciones y sus no tan
buenas canciones, pero si algo es cierto es que ya no tenemos al Satriani experimentador y
juguetón de los Surfings... los Not Of This... y los Flyings del que tanto y tanto hemos
disfrutado y con el que tantos y tantos orgasmos hemos tenido.
A ver si el próximo álbum del mister será techno...:-D
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