Grupo  Joe Satriani
 Título  Crystal Planet
 Sello  
   

Si algo pudiésemos decir de este último álbum de Joe Satriani, a parte de que está muy muy bien, es que hay variedad en él. Variedad, eso es, mucha música con diferentes estilos, todos o casi todos unidos por la virtuosidad de la que goza este norteamericano de ascendencia italiana.

Y es que Crystal Planet tiene ciertos matices característicos que definirían al mismo como de instrumental (ni un solo tema cantado), extenso (15 canciones y casi 70 minutos de guitarra), variado (ya profundizaremos en el tema) y quizás algo más comercial o más abierto de miras.

A la primera escucha que realizas del cd te parece que Satriani ya no es el mismo, que se ha rebajado a hacer canciones muy de la calle, muy facilonas, con intenciones de vender más discos que nunca (cosa que no sabemos a ciencia cierta) y dejando atrás aquellos solos y aquellas demostraciones de su poder sobre las 6 cuerdas que tanto nos han gustado siempre y con las que tanto hemos disfrutado.

Pero a medida que vas escuchando veces y veces el cd te das cuenta de que quizás la cosa no ha ido tan mal.
Por una parte es bien cierto que el guitarrista ha demostrado que no se puede encasillar en un tipo demasiado concreto de música, que puede hacer muchas cosas diferentes (cosa que ya sabíamos), que él también, como humano que es, recibe influencias de otros tipos de música o estilos que están más de moda hoy en día y que sigue siendo el mismo virtuoso de siempre solo que sin ni un pelo en la cabeza y con ganas de hacer canciones más "agradables" para el oído medio.

crystalp.jpg (3653 bytes)

Nos abre el cd con Up In The Sky nos recuerda mucho a etapas pasadas de Satriani, con un inicio curioso, un ritmo bastante animado y rápido y con una melodía muy maja.

El bajo, en esta y en muchas canciones, de manos del conocido Stuart Hamm, está siempre más que presente, acompañando o guiando cada paso que el guitarrista pueda hacer con su Ibanez plateada.

House Full Of Bullets es bastante más tranquila, con un ritmillo que huele a Blues o a algo por el estilo sobre el que Satriani va jugando con su guitarra, realizando alguno de esos solos que pensábamos que ya no volveríamos a escuchar más en un cd del virtuoso.

Crystal Planet es quizás la mejor del álbum, con un inicio algo mítico, una batería (a cargo del viejo acompañante de Satriani, Jeff Canpitelli) ligera, suave y rápida en un inicio, que pasa a ser pesada y cargada pero milimétricamente ajustada cuando nos encontramos ya dentro de la canción. Inolvidables son los riffs que desfilan por la canción, que tiene tantos bajos que los cascados altavoces que uso para deleitarme con estas gentes, empiezan a sufrir lo suyo y a pagarlo con más ruido de la cuenta.

La cuarta canción, Love Thing, como nos podemos ir suponiendo, es una balada muy lenta, que no viene mucho a cuento pero a la que nos acostumbramos rápidamente gracias a las guitarras de por en medio de la canción.

Trundrumbalind es de las más raras en cuanto a inicios como mínimo. Es un poco inclasificable, y podríamos haberla incluido en el cd de alguna banda de rock duro de moda si no fuera por los guitarreos que suenan dentro de los 5'13 de la canción, que son más Satriani que su calva.

Lights Of Heaven es otra de las que se llevan la palma. Se inicia muy tranquilamente para dejar paso luego a unas guitarras realmente sorprendentes (no en cuanto a virtuosidad pero sí en cuanto a enganche) que nos atrapan a los pocos segundos de escucharlas y que hacen de la canción una verdadera joya. Ojo al final de fiesta que tiene la canción.

Rasperry Jam Delta-V, con un nombre que parece ser el de un modelo de guitarra, es otra de las canciones que nos demuestran que Joe Satriani no se estanca en hacer canciones lineales que siguen una estructura prefijada. El inicio es de lo más rocambolesco a pesar de que luego la cosa se normaliza un poco, no demasiado, entregándonos notas muy agudas, afiladas y estridentes por doquier. La canción suena mucho a techno, a ordenadores y a discotecas llenas de gente dando saltos sin parar.

Siguen quedando joyas por oír. Esta vez Ceremony es la encargada de llevar ese nombre, el de guapa, con una melodía que anima y con solos de los que me gustan a mi, idos de la olla, con mucho sentimiento y en los que se nos demuestra que el que está tocando la guitarra sabe lo que se hace. Un disfrute de canción.

With Jupiter In Mind. Debo reconocer que tal como se inicia la canción me hace pensar que lo que voy a oír no me va a gustar demasiado y más o menos, así es. La canción tiene un riff básico que no es de los que me hacen disfrutar mucho que digamos y a pesar de lo que pueda ir haciendo mientras el guitarrista, la canción se hace un poco pesada y dura de oír. Mejor pasar a la siguiente.
Más piezas singulares. Secret Prayer. La canción es bien guapa, con contrapúas no muy desequilibradas por el medio y con solo velocísimo hacia el final, largo y agraciado, que empalma con la guitarra que nos lleva por el sendero de Secret Prayer. De esta canción quizás lo que hay que recordar siempre es el riff principal así como la melodía (nada difíciles de recordar).

Nos vamos a la guerra? Se oyen baterías? Sí, así empieza A Train Of Angels que comienza bastante animada y sigue así durante todo el rato que dura el tema. Muy guapa también, desde luego.

A Piece Of Liquid, a mi entender, no es demasiado guapa a pesar de ser lenta a pesar de que tiene una de las partes de bajo más guapas de todo el cd, hacia el final de la canción.

La 13 es Psycho Monkey y a pesar de que tampoco está nada mal, no es muy heavy y suena más a alguna banda de estas que se pusieron de moda hace un par de años, lideradas por alguna buena moza, que hacían canciones con un riff agradable al oído y poco más. En fin.

En cambio Time ya desde el inicio engancha con esa guitarra pesada y penetrante acompañada por su hermana pequeña, también guitarra, como no, que hace las partes más agradables de la canción. Realmente por la guitarra del inicio nadie diría que se trata de una canción de Joe Satriani pero una vez uno va escuchando los desfases de guitarra, los juegos entre dedos y trastes y las guitarras lejanas que se dejan oír, la cosa tiene una base más acertada.

La que cierra el álbum, Z.Z.'s Song, la canción de Z.Z., que no sé si es el hijo, el hermano o algún pariente de Satriani, que en principio no tiene nada que ver con los barbudos rockeros años ha se hicieran populares, es lenta, con unas cuerdas fáciles así como fácil de olvidar podría ser la canción.

Así que gentes, el álbum producido por Mike Fraser (el mismo que produjera su anterior G3) no está nada mal, tiene sus pros y sus contras, sus buenas canciones y sus no tan buenas canciones, pero si algo es cierto es que ya no tenemos al Satriani experimentador y juguetón de los Surfings... los Not Of This... y los Flyings del que tanto y tanto hemos disfrutado y con el que tantos y tantos orgasmos hemos tenido.

A ver si el próximo álbum del mister será techno...:-D

Damien, 14/06/98

F.U.C.K.

1