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Es un avión, es una
mosca, es Superman? no, es María del Mal. Algo inclasificable, indefinible e irrepetible.
¿Porqué? pues.... no hay un estilo definido, los temas estarían todos dentro del metal,
aunque a algunos se les nota unos ramalazos a Extremoduro, a otros se les nota Rosendo o
Los Suaves, a otros Sepultura.... escuchando los temas separados, nos es difícil creer
que pertenecen al mismo grupo y al mismo estilo, pero como tenemos el cd, nos lo vamos a
creer. |
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Hay cds buenos musicalmente hablando, otros cuyas letras son supercachondas, otros que se lo toman todo en serio. Un poco de todo (o mucho) es lo que nos ofrecen María del Mal, experimentando con la música, llegan a crear canciones muy escuchables musicalmente hablando (técnicamente no son prodigiosos, ellos lo saben y lo asumen, y tocan todo lo bien que saben, que es bastante), por otro lado, unas letras megadivertidas la mayoría, hablando de sexo, drogas, alcohol, sexo, drogas, alcohol, drogas y........ ah, sí, también de drogas (eso sí, sólo hablan bien de las drogas ilegales, aborrecen las drogas legales). Aún así, tienen una parte de protesta en esas letras, contra una sociedad que no les acaba de gustar, llena de personas poco o nada solidarias o solidarias en apariencia, llena de gente que pasa de los problemas de su alrededor, es decir, una sociedad que debería cambiar en algunos aspectos, y eso intentan, a su manera y con buen humor, María del Mal y quien escribe la mayoría de los temas, Dani, su cantante y líder. Éste fue quien en medio de una alucinación provocada por substancias psicotrópicas, vio la contraportada del cd, una planta de Marihuana de dos metros de altura recortada en el cielo por la luz de la luna, cosa que por muy fuerte que nos parezca es como un resumen de lo que nos podemos encontrar al escuchar el cd, por una parte, las drogas, y por otra, la provocación que supone poner la foto (no dibujo) de algo ilegal, para intentar romper este tabú y estas leyes que no prohiben plantar una rosa o una margarita, cuidarla y fumársela cuando crece, pero sí que lo prohiben cuando la plantita en cuestión es la Marihuana. Un perfecto cd para llevar puesto en el coche un sábado por la noche mientras te vas (o vuelves, si puedes volver) con los colegas de marcha, pero que no creemos que sirva para concienciar a la sociedad, puesto que es difícil que la sociedad que ellos quieren cambiar se llegue a escuchar este disco alguna vez, pero qué carajo, hay que intentarlo, y, si no lo consiguen, se lo habrán pasado bien tanto ellos como quien se haya escuchado este Cuando creí que estaba solo, y esperando ya el nuevo cd que está en camino. |
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Estos alemanes ciertamente
han avanzado mucho desde aquél MORGENRÖTE. |
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Los temas de este cd son a lo mejor un poco más épicos que en su anterior DRACHENBLUT, teniendo como norma general una duración de aproximadamente 7 minutos, logrando una duración final de más de 50 minutos, a pesar de que el cd tan sólo cuente con 7 temas más intro. Las fotos, en esta ocasión están más curradas...sino mira la del mencionado BAALSULGORR, crucificado en honor de su maestro SATÁN o la foto de GRAF VON BEELZEBUB, en la que está íntegramente pintado de rojo, con lentillas blancas y cuernos negros. Muy buen cd de BLACK METAL melódico que hará las delicias de los más acérrimos seguidores del BLACK más comercial. |
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Mientras una mariposa bate
sus alas en París, en Hong Kong se desencadena una tormenta... o.. o algo así era la
frase no? No habéis escuchado nunca algo parecido? Bueno.. pues normalmente es para
explicar de manera sencilla lo que es el efecto mariposa. Esta sería una versión. |
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Qué han estado haciendo el resto de la banda mientras tanto? Pues creo que los otros estaban muy ocupados con el proyecto paralelo Daemonarch y dejaron a manos de Paixao la realización de gran parte de la música del cd. Las letras han seguido corriendo a cargo del incombustible Fernando Ribeiro y seguimos escuchando las guitarras de Ricardo Amorim así como el bajo de Sérgio Crestana (que ha participado en al composición de algunas canciones) y la batería de Mike Gaspar, pero ya en la primera escuchada uno se da cuenta que la cosa empieza a divergir bastante con respecto a los anteriores trabajos de la banda. Y aquí ahora podríamos empezar con lo de siempre, si está bien que una banda tan buena como Moonspell (o cualquier banda) siga con su "natural" evolución para llegar a estos límites o si, por el contrario, lo que prima son los fans y la gente que compra su música y dedicado a ellos deberían continuar haciendo la música con la que se han hecho populares y con la que más gente se ha sentido atraída por el grupo, sin olvidar por ello la calidad ni dejarse caer en la monotonía y en la repetición disco tras disco. Y no hay una solución universal, creo yo. Ellos, Moonspell, dirán que el cd es un paso más en su avance musical, mientras que los fanáticos o los que ya estamos un poco hartos de que cortes de pelo y cambios de estilos sean el pan de cada día, opinaremos que hay que madurar pero no cambiar de estilo como de camiseta. Y si no, que saquen un cd por año y luego hablaremos. Lo que no se puede hacer es "regalar" una maravilla musical, no sacar nada durante largo tiempo y luego PUM! Sorpresa! Pero desgraciadamente no se le puede hacer nada. Quizás de aquí un tiempo me dé cuenta que el cd es otra obra maestra, cosa que no me extrañaría viniendo de esta gente que adoro tanto. Fueno. Como he dicho al principio, The Butterfly Effect no ha sido producido por Waldemar Sorychta, que no sabemos si es por que estaba puliendo a otra banda o es que no se vio con corazón de producir la música camaleónica de los portugueses. Aunque yo votaría por que los mismos Moonspell decidieron cambiar de productor dado que la música que abunda en este trabajo necesita un toque diferente a los anteriores álbums editados, siendo menos Heavy y más industrial. El encargado de la producción ha sido un tal Andy Relly, que se llevó a la banda a los Trident II Studios de Londres para producir este efecto mariposa (que no efecto mariposón). Algo que sí ha permanecido como hasta ahora ha sido el diseño del libreto y cd, que ha corrido a cargo del cansado Carsten Drescher, que como siempre se ha pegado una corrida y una currada que te cagas con el interesante diseño del cd, jugando con fotos de mariposas muertas, de raras manchas negras o incluso con la foto de Ribeiro, el único que nos ha mostrado su careto en las únicas fotos que no pertenecen a insectos de enormes alas. Respecto a las canciones, como digo, se nota una gran carencia de melodía. Quizás no sepa expresarme mejor, pero quien haya escuchado sus anteriores trabajos y haya escuchado, por hablar del anterior cd, Eurotika, Magdalene, Dekadance o The Hanged Man, se percatará de que lo que digo no es una fanfarronada de las mías. Y es que esto ya pasa cuando se deja de componer con la guitarra o con los teclados y se pasa a una música algo más agresiva en cuanto a sonido. Una música más experimental y cada día más de moda, desgraciadamente. De todos modos las canciones no son malas. Podría mencionar las que más me han gustado: Can't Bee, una de las más lentas del cd, donde predominan durante gran parte la batería y el bajo mientras suena un acorde de guitarra al fondo, bien "pequeño"; la instrumental del cd, K, que a parte de durar 12 minutos, invita a relajarse no durante mucho rato, por que cuando ésta acaba, llega la tormenta parida por Ribeiro, O Mal De Cristo, texto traducido al portugués de William S. Burroughs, una orgía de sonidos bastante difícil de soportar; Angelizer, donde se alternan las partes tranquilas con las más cañeras; Selfabuse, que no está nada mal y, por ejemplo, Disappear Here, que está basada en un concepto original de Breat Easton Ellis (American Psycho) y que es un poco repetitiva pero que mola. También hay otras como Butterfly Fx, que es bien cañera y que nos recuerda, al menos en su inicio, al paranoico de Marilyn Manson, tanto por la batería empleada como por los sonidillos agudos que emergen cuando Ribeiro nos llega con esas voces que tanto utilizó en el proyecto Daemonarch, voces tirando al Death más desesperado, aunque tampoco hay que exagerar. Tampoco podría dejar I Am The Eternal Spectator, una canción que a bote pronto diría que no me gusta (suena muy makinal) pero que es imposible sacársela del coco. Os lo juro!! Me cago en puto Ribeiro que suena como si se tratara de un robot. De hecho la canción ni es mala ni es odiosa, pero es que me pone de mala leche el no poder olvidarme del cantante diciendo lo que reza el título de la canción, con su típica voz grave de ultratumba pero dándole un toque a lo autómata RibeiroCop. En lo que a letras se refiere, los temas de las canciones van desde el dolor del hombre, a veces producido por él mismo y otras por otras personas, pasando por el sexo (de manera un poco escondida o no directamente) y hasta llegando a otros temas profundos con los que la mente humana nos atormenta en los peores momentos o actos y hechos de la sociedad, pasto típico de muchas canciones de muchos grupos de muchos países. Y en cuanto a la parte instrumental, a parte de lo dicho del compositor de todas ellas, en muchas de las canciones podemos ver pequeños cameos de un tal Oli Albergaria Savill que se dedica a tocar instrumentos imaginamos propios de Portugal, de manera paralela a la ayuda que recibieran Sepultura en su brutal Roots, volviendo todos ellos un poco a las raíces (aunque mal momento escogen Moonspell, dado que la música de The Butterfly Effect es de todo menos típicamente portuguesa... ni típicamente nada :D). Como curiosidad, por que me he dado cuenta sin querer, en este álbum Moonspell también han hecho uso de sonidos sacados de Spectrasonics, que no me hagáis decir qué coño es (creo que es una especie de banco de sonidos o algo por el estilo), pero que también Paradise Lost, otros que van cambiando sin problemas, han hecho servir en su último trabajo Host. Qué queda pues? Pues quedan muchas horas de Moonspell para ver si de verdad logro aceptar el nuevo camino emprendido (un camino que, no nos engañemos, ya se podía ver venir) por esta banda orgullo de Portugal. |
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Aunque la portada sea
bastante típica al puro estilo Mad Max, como también son las letras, lo que hay en el
interior de este compacto no es lo más típico que podamos suponernos viendo la portada. |
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Pues estamos delante de un trabajo que como mínimo suena diferente, eso sí, no tienen un doble bombo a quinientos por hora durante todos los temas, pero no es lo que se pretende. Unos temas un poco más duros, otros más melódicos, unos más rápidos, otros sin tantos guitarreos y todos con esos estribillos un tanto pegajosos. No es un metal melódico al estilo Stratovarius ni mucho menos, podríamos decir que es el AOR de los 80 con un sonido totalmente de los 90. La voz es un elemento esencial en este tipo de música, y Klaus Dirks cumple a la perfección, aunque no de la escuela Michael Kiske como nos podríamos pensar en un primer momento. Es una voz que recuerda a aquel Mike Tramp de los 80, tanto en su timbre como en la tonalidad que coge al cantar, cosa que seguramente la hacen el punto de referencia de los temas. La mayor parte de los temas giran en torno a esta voz y a las guitarras acompañadas de teclados, todo ello complementándose unos a otros perfectamente, resultando un trabajo compacto y de dónde no sobresalen un par de temas dejando el resto como complemento o directamente paja, como solemos decir, un álbum completo y homogéneo, dentro de lo que hacen, lo hacen muy bien, y esto es algo que no se les ha reconocido como debiera, y nos preguntamos el porqué. |
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