La Novia de Chucky

 

La gente ya no sabe qué hacer para atraer la atención. Primero fueron los muñecos que hablaban solos y, además, tenían instintos asesinos. Luego llegaron los Gremblins y, después, las hembras de éstos, si cabe más feas que los machos. Luego nos vino, de manos del chalado de Joe Dante, la película donde unos muñecos del tamaño de los Masters del Universo pero con armas mucho más modernas, cobraban vida y se disponían a conquistar el mundo y, ahora, llega por enésima vez Chucky, el puto Muñeco Diabólico, pero esta vez con una compañera cogida de su mano, con las mismas ganas de matar pero con algo de romanticismo del que le falta a él.

Que cómo se lo han montado el director Ronny Yu y el co-productor y guionista Don Mancini para crear una versión femenina de la mayor de las pesadillas de las tiendas de juguetes como Toys'R'Us? Pues gracias a los conjuros mágicos recitados en francés del propio Chucky, que convierte a su salvadora Tiffany (una tetuda rubia llamada Jennifer Tilly) en poco más de medio metro de plástico y goma de pura dinamita asesina.

Pero no nos engañemos: si algo no tiene esta película, algo que ya se veía venir, es terror o miedo. Estos dos adjetivos han sido substituidos por humor, guiños y gags que pululan por toda la película y que hacen que tengamos que estar atentos ya que en cualquier momento puede ser que mencionen a una prima suya llamada Barbie o que comenten algún suceso social real, de nuestra vida, no de la de la película, que ahora no logro recordar.

El argumento es el siguiente. Tiffany resucita a Chucky, su ex-novio, gracias a un libro para novatos en magia negra (Voodoo for dummies, uno de esos libros amarillos que tanto se han usado y tanto se han vendido para explicar cómo funciona Internet o alguna parte de la misma). Una vez resucitado, él mata a la chica y pasa su alma a una muñeca de su misma estatura, con lo cual se forma la pareja de muñecos asesinos más grande de toda la historia.

Chucky necesita llegar a su tumba, a la tumba donde está enterrado el cuerpo que tenía en la primera película, antes de convertirse en el muñeco que lleva siendo hace años, con tal de hacerse con un amuleto o un colgante que le ayudará a "hacerse todo un hombre". Como podéis imaginar, sus pies no llegan a los pedales de un coche, así que aprovecha que la pareja formada por Jade (Katherine Heigl) y Jesse (Nick Stabile), se escapan de casa para casarse y vivir por su cuenta y los obliga a llevarlos al cementerio donde se encuentran los huesos de su pasado pre-juguete.

Como veis el guión, en cuanto a historia, no es muy fuerte. De todos modos, insisto, la película está llena de chistes malos, graciosos y del mal gusto que nos harán echar unas risotadas del tamaño de los mismos muñecos.

Destacaríamos la aparición de un tal Damien (noble nombre de un personaje interpretado por Alexis Arquette, que no nos extrañaría que perteneciera a la familia que ya sabemos), con sus pintas en plan asesino del más allá - enterrador - zombie que pretende beneficiarse a la pobre Tiffany y que acaba en la cama de tal manera que no se levantará más.

También hay que destacar uno de los mejores momentos de la película, que precisamente es el momento que nos demuestra que la película fue hecha sin pretensiones de hacer gritar a la gente en el cine, y es la escena en la que la pareja de muñecos hacen el amor. Ojo a un trozo de su conversación...: "- Chucky.. tienes goma? - Tiffany, es que no me ves? Yo estoy hecho de goma!!"

Es una jartaaa de risa el ver a los dos putos muñecos montárselo como si de personas se tratara... aunque no parece que disfruten mucho, que digamos...

Pero poco más hay que destacar. Quizás todas las muertes, que son exageradas al máximo, como la del amigo de la pareja que es atropellado por un camión, aunque da la sensación de que más que atropellado es explotado o reventado, como si fuera un enemigo monstruoso en cualquiera de los juegos violentos de ordenador que tanto nos gustan.

De los FX y de los muñecos, de la animación de éstos y de sus movimientos, se ha encargado Kevin Yagher, y la verdad es que no lo ha hecho nada mal. A veces éstos están dotados de un realismo casi sorprendente, aunque otras son tan pocas las diferentes caras que hacen que se nota bastante que "están limitados".

Quizás para muchos lo mejor de la película es lo que no se ve pero se oye, la BSO, una BSO compuesta por grupos como Type'o'Negative, Bruce Dickinson, Judas Priest o Magnet Monster, entre otros, que yo he escuchado y que, aunque no me parece redonda del todo ni tan buena como la de El Cuervo, está bastante bien y, qué cojones!, rompemos una lanza a favor de las BSOs de carácter heavy o mínimamente durillas.


Damien, 15/11/99

F.U.C.K.

La Noche de los Muertos Vivientes

 

Un clásico, una película de culto, sin más.

A pesar de estar rodada en blanco y negro, habiéndose encargado de la fotografía el propio director, esta película de George A. Romero, que no cuenta ni con unas localizaciones importantes ni con actores conocidos, ni con unos efectos que te cagas de buenos, llega a dar la sensación de que estamos viendo un nuevo tipo de cine, a pesar de datar la película del 1968, ya sea debido a la cantidad de matices a veces imperceptibles a veces notables, o ya sea por el magnificencia inherente a esta película que, dicen los expertos, no pudo imprimir en ninguna de sus otras películas este director usaka.

Y no es en balde lo dicho, por que aunque sus películas puedan tener (no hablo de todas, evidentemente) un carácter propio o ciertos toques que las hagan un tanto diferentes, de las que he visto, ésta es la mejor sin duda alguna, marcando diferencias con respecto a las otras y con mucho, muy a pesar de ser la ópera prima del director y, como digo, no poder disfrutarla en color, cosa que quizás tengamos que agradecer dada la innata frialdad que aporta el "dueto" de colores.

La cinta empieza con una pareja que no son pareja sino hermanos, esto es, Barbra y Johnny que van a ponerle flores a la tumba de su madre, encontrándose en el cementerio a un tipo que anda de manera rara, como si se balanceara continua y anormalmente, como moribundo, que finalmente acaba con la vida de Johnny mientras Barbra logra entrar en una casa de por allí y protegerse, de momento, de la cada vez mayor cantidad de extraños muertos andantes en busca de comida (esto es, de carne humana fresca).

Una vez allí, y a escasos instantes de acabar de perder la poca razón que le queda, le entra en casa de manera abrupta un tipo de color, color negro, para ser más exactos (lo digo por que siendo la peli de zombies igual podríais pensar que era de color verde moco o marrón putrefacto), que resulta ser quien llevará la zambomba durante el resto de minutos que faltan para que se acabe la película.

Allí dentro se atrincheran y aparecen más personas, normales esta vez, que estaban escondidas en el sótano de la casa: una pareja joven que acabará peor que un pollo "al ast" (mmm... se escribe así?) y un matrimonio que se derrumbará tanto como la pobre hija de ambos, que ha sido mordida por uno de los hambrientos monstruos humanos, aunque de esto no nos enteraremos hasta cerca del final de la película.

Así pues, 7 personas atrapadas en la casa, tapando ventanas y puertas, pensando y discutiendo qué hacer o qué dejar de hacer, escuchando la radio y viendo la televisión para saber cómo está de mal la cosa en el resto del país (del mundo?) y, de tanto en cuanto, teniendo algún encontronazo con los "marditos" pecadores.

Al final deberán plantar cara a una horda de zombies que, atraídos como moscas a la mierda, no dejan en paz la casa donde están "escondidos" (no lo están desde el momento en que todos los putos zombies de la zona saben que están ahí) y... bueno... el final os lo dejo para vosotros, que es de lo mejor y a la vez de lo "peor" de la película.

Qué podemos sacar en claro de la película? Pues son bastantes cosas y yo imagino que cuantas más veces uno la vea, más cosas le encontrará, seguro.

Está el hecho de que el protagonista sea negro, que según dice algún entendido, era una cuestión pro-racial, o algo así como una reivindicación hacia la igualdad de razas; también está el que ve (fácil de ver pero no de pensar en ello) en las relaciones interpersonales de la película una muestra de cuán débiles pueden ser los lazos de unión entre dos personas, por ejemplo entre marido y mujer, o como algunos momentos y hechos en la vida de las personas pueden destrozar dichas relaciones. Incluso asistiremos a un "acto" por parte del protagonista principal que ni mucho menos esperábamos, en un momento en que él pierde los nervios (de manera más o menos lógica) llevándole a actuar de manera poco amistosa con los que le rodean.

El aislamiento que padecen los protagonistas es realmente insoportable, aunque yo creo que tal como están las cosas, podrían haber escapado de la casa sin tener que esperar a que los zombie se hartaran de esperar a que les abrieran la puerta para tomar un helado o discutir sobre política.

Del mismo modo, nosotros sentimos que están doblemente aislados por que no es hasta el final, quizás demasiado tarde, cuando llega la policía y una cantidad ingente de ciudadanos armados, dispuestos a acabar con cualquier cosa que ande de manera extraña o que vaya con la ropa rota o semidesnudo.

Si ya hemos dicho que el blanco y negro en esta película se olvida fácilmente, hay que mencionar las escenas finales rodadas a modo de reportaje-documental en plan imagen a imagen y encima imagen granulada, algo totalmente nuevo y que le da muchos más puntos a la película, por si no tuviera ya ganados suficientes.

En cuanto a nombres, Judith O'Dea, en el papel de Barbra, Duane Jones en el de Ben, Karl Hardman como Harry Cooper, Keith Wayne como Tom o incluso el propio Romero como entrevistador de la televisión.

La producción corrió a cargo de Russell Streiner y de Karl Hardman y el guión lo hizo John A. Russo, mientras que el maquillaje de los zombies (y supongo que del resto también) lo realizó Hardman Association Inc.

A qué esperáis??? VENGAAA!!!


Damien, 06/04/00

F.U.C.K.

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