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| Genial disco de los Paradise Lost que ya lleva consigo
el sello gótico que ha dejado más que marcados a los mismos y el cual parece que hayan
dejado con la publicación de su último trabajo, One Second. Sin duda alguna es el predecesor del magnamente perfecto Draconian Times y del cual tengo muchas ganas de hacer la krítica (positiva, desde luego). Guitarras sucias de fondo acompañadas o más bien dirigidas por otras mucho más limpias y más agudas, de mano de Gregor Mackintosh que ha sido el que ha compuestio toda la música del cd. En su cruzada por este mundo desolador le acompañan Nick Holmes a la voz, no tan death como en sus primeros tiempos pero bastante grave; Aaron Aedy a las guitarras acústicas; Stephen Edmonson al bajo y Matt Archer a las batacas. La mejor manera de ver lo místicas que son estas gentes es mirando la foto de la banda, en la que los dos guitarristas tienen una pinta de seres de otra galaxia o de otros tiempos realmente aplastante. |
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| Canciones que a mi me encantan son Embers
Fire con un riff inolvidable (Ember es un dragón rojo de las Crónicas de la Dragon
Lance), Rememberance con las voces femeninas cada "n". Luego está Joys Of
Emptiness, lenta y triste, con una melodía realmente sobrecogedora y que precede a Dying
Freedom, la canción por excelencia del álbum, muy muy pegadiza y que cuando la escucho
me vienen unas ganas inmensas de oir la poderosa As I Die de su anterior álbum. No hay ni
que decir que los solos de Mackintosh (este apellido huele a manzana) son más que buenos
y nos demuestra su maestría sin ningún tipo de tapujos. Colossal Rains también tiene una melodía muy guapa y a veces le da a uno la impresión de que está en un directo con miles y miles de paradise-lost-maníacos que gritan todos a la vez el estribillo de la canción. Christendom, la penúltima canción es más triste - o al menos lo aparenta- y mucho más mítica que las anteriores. Comienza con una voz femenina muy bonita y luego es seguida por la de Holmes, algo tranquila. Muy guapa... pero no tanto como la canción que cierra el cd y que mi personalmente me encanta. Se trata de Deus Misereatur, la instrumental del cd que es genialmente genial. Con pianos de por medio me llega a tranportar a tierras llenas de dragones, de guerreros solitarios armados hasta los dientes, que vagan por los bosques de su tierra y que luchan contra el mal, representado por seres feos, sucios y sin prejuicios...en fin...sé que es una canción, lo sé...pero... MOLA. Ala gente. Este cd es muy guapo pero esperaros a oir el Draconian y fliparéis por 64 canales y en stereo-plus hi-pro-tech on-the-road. |
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| Quinto álbum de los oscuros Paradise Lost, el
Draconian Times es para mí sino el mejor, de los mejores álbums que estos ingleses de
Halifax han parido. Se inicia con unos teclados realmente sobrecogedores, fascinantes y sobretodo tristes, cómo no, para dar paso a los heavies riffs del mastodóntico Gregor Mackintosh con Enchantment, la canción que abre este cd tan bien parido de 12 canciones. Podríamos decir que el Draconian Times, a parte de ser el que más dinero aportó a los componentes de la banda, sigue una línea bastante marcada, siendo sus canciones primas o parecidas a pesar de tener cada una de ellas personalidad propia. Se inician con una intro de guitarra o un riff que atrapa, luego viene la grave y a veces tétrica voz de Nick Holmes y luego las melodías, los estribillos y los solos, que son lo que nos dan de comer mientras suena la canción. Tristeza, preocupaciones, penas y un aire gótico y a veces místico que no se palpa sino que empapa hasta la médula. Algunos lo tacharon de rock gótico, curiosa manera de describir o de ponerle nombre a lo que se supone que ven como metal gótico en plan comercial... algo en lo que no podría estar demasiado de acuerdo y menos escuchando su último trabajo que sí que se podría tildar de esa manera. De todos modos, sí que hay que decir que es algo más accesible que sus predecesores aunque quizás eso deberíamos preguntárselo a alguien que no esté "dentro del rollo". |
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| Ha sido producido por el mismo que
produjera sus dos anteriores trabajos para Music For Nations, es decir, por Simon Efemey y
por lo que leí cuando el álbum salió a la luz, la banda se encerró en una casucha o en
un mini estudio perdido en la montaña, en alguna montaña con bosques tenebrosos y
deprimentes de Inglaterra para que el resultado fuera más oscuro y triste que nunca. Y la
verdad es que consiguieron bastante sus propósitos. De las canciones que componen el cd yo me quedaría con todas ellas. Quizás comentar que The Last Time es o fue posiblemente la más comercial (seguro que la pusieron hasta en la radio a pesar del tipo de música que es) y que la intro de la cuarta canción, Forever Failure, cuenta con la voz de Charles Manson (quien no conoce a Manson???), sacada de un documental para un importante canal de televisión. Gracias a diox, como siempre, mi hijo o mi hermano (confuso...) Ghorthor no se contentó con comprarse el cd normal sino que se pilló lo que se llamó "Commemorative Tour Package", evidentemente de edición limitada, que consta de un paquetillo con forma de cinta de vídeo pero más delgado, dentro del cual encontramos el Draconian Times y un segundo cd de canciones en directo grabadas en Alemania, segundas caras y rarezas de los Paradise Lost. Genial no? Pos sí. Genialísimo. Y es que uno disfruta tanto mirando el interior de la cajilla... Todo está repleto de diseños con un estilo muy gótico, muy trascendental y místico... casi podríamos decir que romántico, la verdad, a base de colores suaves y dulces en medio de los cuales encontramos las caras de los componentes de la banda o las letras de las canciones. Así pues Draconian Times es uno de los mejores cds de los PL sin duda alguna, sino el mejor, en cuanto a producción (aunque el último debe estar mejor producido), composición y "cuidado estétiko". La ostia! |
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| De este super cd tengo tantas cosas que decir, tantos
buenos momentos y tanta rabia liberada que sólo diré lo siguiente. Considero el Far Beyond Driven de los Pantera como uno de los más brutales álbums de la historia del Heavy Metal, a sabiendas, y evidentemente personalmente, de la de rabia que o bien me hace nacer o bien me hace sacar, así como odios, mierdas, penas y cualquier otra porquería chunga que pueda haber dentro de uno y que, de hecho, cada día abundan más y más mi ser. Sólo comparable a otras grandes bestias (ya no en el sentido brutal sino de GRANDES ALBUMS) como las que siguen: Rust In Peace de los Megadeth, Slaughter Of The Soul de At The Gates, The Missing Link o Black In Mind de Rage, The Pagan Prosperity de los Old Man's Child, The Triumph Of Steel de los Manowar, Something Wild de Children Of Bodom, The Jester Race de In Flames o los Ride The Lightning y Master Of Puppets de Metallica... y bastantes otros que me olvido y que seguramente me reprochará Ghorthor cuando vea la lista anterior. |
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| Simplemente acojonante, brutal, único,
virtuoso y flipante. Si todos los asesinos violentos escucharan este cd posiblemente
descargaran mejor (o no) sus odios gritando al son de Phil Andelmo en cualquiera de las 12
canciones que contiene este tesoro irrepetible. I told you motherfucker... I told you.... |
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| Primus está formado por el guitarrista Larry
"Ler" LaLonde, amante de Frank Zappa y, dicen, antiguo alumno del diox Joe
Satriani; el bajista, cantante con voz de dibujos animados y alma de la banda Les Claypool
(que según tengo entendido se presentó a la audición de bajistas que realizaron
Metallica al morir Cliff Burton, la cual no pasó muy satisfactoriamente debido a su
curioso estilo) y la última adquisición de la banda, Brian "Brain" Mantia, que
ha sustituido al antiguo batería Tim "Herb" Alexander. La mayoría provienen de
California o de San Francisco y están todos ellos algo tocados del ala (sólo hay que
mirar alguno de sus video-clips para cerciorarse de ello). La banda, sin ningún tipo de duda, profesan un tipo de música no demasiado etiquetable, mezcla de jazz, fussion, funk y ritmos muy marcados por un bajo muy fuerte y carrasposo, una guitarra que no va ni mucho menos de estrella aunque a veces podemos disfrutar de algún solo que parece sufrir, intentando escapar de cualquier lugar y una batería que la mayoría de veces podría pasar por una marcha militar. Y es que este sexto álbum de estos rarillos Primus es toda una gozada de novedad, un cd de ritmos muy poco machacones, cargados de originalidad, con unas letras o temas tan raros como la propia música, pudiendo pasar por la banda sonora de una película paranoica que nos va sorprendiendo a medida que el tiempo va pasando. Al empezar el álbum y abrirse con The Return of Sathington Willoughby, podemos llegar a pensar que se trata de un directo pero es que la canción queda de muerte como introducción a lo que iremos oyendo más tarde. |
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| Mi preferida desde el primer momento es la
segunda, Fiscuffs, en la que, a pesar que parece que el bajo adquiere el papel principal,
nos damos cuenta que sin el riff extravagante de guitarra y sin la batería que siempre
está allí detrás realizando sus ritmos, la canción no sería lo mismo. El tema trata
de los antiguos boxeadores que luchaban sin guantes, una historia de dinero, envidia y
muerte que hace que nuestro pensamiento se dirija rápidamente a los años 20 sin más
dilaciones. También reconozco que me atrae bastante la 10a canción, Duchess and the Proverbial Mind Spread, otra canción en la que los tres instrumentos son necesarios hasta el escarnio y en la que Claypool agudiza más, dando la impresión de que intenta tomarnos el pelo. Aquí podemos disfrutar de unas melodías de Ler que inspiran el mundo arábico sin ningún problema. Oyendo estas canciones nos damos cuenta que el álbum no tiene mucha caña, que claramente no se trata ni mucho menos de heavy ni nada parecido, que es una mezcla de estilos, algo como bastante personal e indefinible, una música de semi-relax. En Shake Hands with Beef el bajo parece que baya a petar de gastado que está y en Camelback Cinema o Restin' Bones es el batería Brain quien se marca unos batacazos bastante nobles. En Arnie, la canción que cierra el álbum marrón, las influencias se hacen mucho más perceptibles, mucho más claras, hasta el punto de que yo mismo respiro en esta canción, o al menos en su inicio, un estilo ya escuchado antes pero que no acabo de definir. El sonido aquí es mucho más sucio y borroso, asemejándose a un directo mal grabado, hasta que la voz del cantante desmiente todas las posibilidades creadas en la mente. Acabamos la kritika con la caja que envuelve el cd así como el librillo. Éste es todo de colores marrones anaranjados, de papel que parece reciclado, con dibujitos algo antiguos, de los de "muy" antes y la caja es totalmente marrón dorada sin nada escrito o impreso en ella. Luego esta, está cubierta por una caja de cartón en la que sí que podemos leer tanto el nombre del álbum como el nombre de las canciones que lo componen. |
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