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| En Peccatum, una banda singular donde las haya, todo
queda en familia. Tres son sus componentes y no puede existir una unión más fuerte entre ellos. Por una parte está la voz femenina, la fundadora del grupo, la hermosa Ihriel, que también ha creado la agradable portada del cd. Luego está Ihsahn, conocido por su trabajo en Emperor, esta vez con la cabeza al 0, que ha compuesto la mayor parte de la música del cd así como también ha puesto su ya conocida voz. Es el marido de Ihriel (peasso mujer que tienes neng!!!). Y por último, Lord PZ, hermano de Ihsahn, que también ha aportado su voz y ha tocado la batería. Algo más que decir? Pues sí, que se trata de una banda muy joven, siendo la media de edad de unos 22-23 años. Strangling From Within ha sido grabado en los estudios Symphonique de Ihsahn y el resultado ha sido un álbum ciertamente algo atípico, quizás no demasiado, pero que, sobretodo por la voz femenina, como ya notáramos con los Dismal Euphony, aporta al mundillo del Black Metal algo de creatividad y de originalidad. Y es que las 9 canciones que componen el cd no siguen una estructura marcada o una línea demasiado clara. Encontramos muchos cambios de ritmo en las mismas, o incluso las voces, quizás al aportarlas los 3 componentes, son muy variadas. Ihriel misma, demuestra la buena y aguda voz que tiene, muy cercana a la Opera, que en algunos momentos nos hace pensar que no se trata de ella sino de una de esas mujeres con complejo de Montserrat Caballe. |
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Peccatum, que así se llama la banda, interpretan, según ellos mismos, arte, algo innegable, por descontado, un arte lleno de oscuridad y de misterio, una oscuridad y un misterio ensalzados por los riffs atípicos que poseen la mayoría de las canciones. Dichas canciones han sido divididas en dos partes. La primera es "The black and white was meant for nothing. The shadows meant for All" y la segunda "The carrier of Sorrow transforms". Diferencias entre ambas? Pues quizás no muchas. Podría decir, quizás, que la segunda es más orquestada, mucho más melodiosa, con más variedad de sonido o que está más currada. Y como muestra de ello sólo hay que escuchar la que cierra el disco, An Ovation To Art, una instrumental de la ostia, inolvidable, triste y genial que bien podría servir como banda sonora de alguna película, aunque lo mejor es apagar las luces, y mirar a través de la ventana, en lontananza, mientras suena la canción de fondo. Aunque supongo que la más fácil de olvidar sería quizás I Breathe Without Access To Air, una canción que se inicia de tal manera que, como digo, es harto difícil olvidar, con la voz de Ihriel siguiendo la melodía que impone el teclado inicial, una melodía bastante pegadiza. Digamos que este primer trabajo de los noruegos Peccatum está dirigido a todo aquél que no sea radical, que no disfrute UNICA y EXCLUSIVAMENTE con el Black Metal brutal. Para mentalidades más abiertas. |
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| Estos australianos se ponen las pilas y, como bien dice
el título de este nuevo trabajo, rompen las cadenas, en este caso, las que les ataban a
los años 80. Aunque siguen haciendo Heavy Metal, han dejado de banda ese sonido típico
de la década pasaba que aún les acompañaba en el Wings of Destiny. Ciertamente, no es el sonido que predomina en esta recta final de milenio, no los meteremos en el Power Metal, pero hay que reconocer que su Heavy Metal ha dado un paso de gigante, mucho más trabajado y, sobretodo, sonando mucho más a los 90 que en su anterior trabajo, donde parecían ancorados en otros tiempos del género, parecían recuerdos del pasado y no un grupo que estuviera componiendo temas de Heavy Metal mientras se componían discos como el Glory to the Brave de HammerFall o el Destiny de Stratovarius, era como si vivieran en un mundo aparte, incomunicados, sin ningún tipo de contacto con la realidad musical exterior y la evolución que llevaba; cierto es que son australianos, pero desde Cocodrilo Dundee, ya no tienen excusa para buscar la verdad fuera (me parece que me he colado, lo mío no es la tele, aunque ha quedado bastante solemne, diría yo). En este Breaking the Chains, demuestran haberse adaptado a los tiempos que viven, parecen haberse escuchado unos cuantos cds antes de hacer el suyo. Incluso Marschall (que por cierto, últimamente se estará forrando tanto hacer portadas, la mayoría para la escudería Nuclear Blast) se lo ha currado bastante más con esta portada que con la anterior, aunque si a mí me encadenan dos monadas como esas de la portada, y vestidas (es un decir) como van, anda que yo me escapaba. |
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Bueno, volviendo al tema principal, la música... puro Heavy Metal, y no lo digo por decir, puesto que critiqué bastante el Wings of Destiny, que no aportaba nada al género, era un álbum obsoleto. En cambio, aún se oiría hablar de Black Sabbath (para bien) si hubieran hecho un disco como este, o, al menos, dentro de su estilo más clásico, se hubieran adaptado a los nuevos tiempos como han sabido hacer Pegazus, porque quizás, musicalmente se aproximan más a unos Accept o a unos Judas Priest de finales de los 80 o principios de los 90. A parte de esto, le pegan con más mala leche (dentro lo que cabe, nada tiene que ver esto con el Brutal Death por ejemplo), siguen sin usar un doble bombo que les daría quizás otro sonido, pero la verdad es que no siendo Power sino Heavy, la batería (Robbie Stoj) suena como debe sonar una buena batería de Heavy Metal. La voz (Dani Cecati) también ha mejorado en este aspecto, cómo si le hubieran quitado la novia al cantante y le cantara al tío o a la tía que se la quitó. Como retoque final de este Breaking the Chains, tenemos un bonus track bastante original, una versión de Helloween poco versionada, A Little Time, donde Cecati demuestra que está a la altura de un Michael Kiske sin tener problemas, aunque el que sí los tiene es Johnny Stoj, guitarra, compositor y líder de Pegazus, que, haciendo coros, como muy bueno, no es; si lo que intentaba era parecerse al tema original, debía llevar unas cuantas cervezas de más en el cuerpo. |
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| Sería una estupidez afirmar que Pearl Jam siguen
haciendo básicamente Grunge. No es que el Grunge como tal esté muerto, pero lo que sí
es verdad es que desde el Ten, álbum debut de la banda de Seattle, hasta el álbum que
comentamos, ha pasado mucho tiempo y a pesar de que la música que hacen Pearl Jam sigue
teniendo una misma base, ha cambiado lo suyo. Es curioso leer algunas críticas de gente que dice que el álbum es el peor de la banda mientras que lees otras que dicen justamente lo contrario, que se trata del más innovador, el más completo, donde más experimentan (cosa con la que no estoy de acuerdo al pensar el Yield), el mejor. Yo no puedo hablar con mucha seguridad del tema por que a parte de que no he escuchado los 5 cds que han sacado (casi, he escuchado 4 de ellos), los que he tenido la oportunidad de tener en mis manos fue hace ya tiempo y apenas me acuerdo más que de algunas canciones. El último que escuché fue su último trabajo, Yield, que me pareció muy correcto, muy agradable. Pero eso es algo que sé que me suele pasar con estos 5 chicos. Algo tiene Pearl Jam que me atrae. Pero volviendo a lo del estilo, se puede decir que si bien no es Heavy Metal tal como uno lo tiene en el coco, sí que es rock duro, mezclado por el inicial Grunge, por así decirlo. De todos modos poco importan las etiquetas; lo verdaderamente importante es la música, si gusta o no gusta. En No Code, sin el batería Dave Abruzesse, que dejó ya en el anterior cd el bombo y las baquetas para dejar paso a Jack Irons, la banda nos trae 13 canciones de lo más variopinto, dentro de un mismo paquete, paquete harto curioso y currado, como luego comentaré. Eddy Vedder, el mismo tipo tímido que se encerró hace tiempo en sí mismo, olvidándose de entrevistas y demás contactos con la prensa, ha sido quien más canciones ha compuesto. |
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Sometimes, por ejemplo, que es la que abre el álbum, una canción medio lenta, con la voz del cantante que parece que quiera relajarnos, invitarnos a dormir, sobre una melodía de guitarra muy suave, cambiándose a veces por el bajo, que hace lo propio. La canción mola mucho. También Off He Goes es suya, una canción que podría pasar por una de los Beatles sino fuera por que reconocemos la voz de Vedder. Realmente se parece mucho a una de los ingleses, pero no me hagáis deciros a cual de ellas. También ésta es tranquililla y lenta, y las guitarras a veces sueltan alguna nota alargada, en plan caribeño-surfista (??). Habit ya cambia de velocidad, a pesar de haberla compuesto el cantante también. Aquí las guitarras se dejan ver mucho más y Vedder también se esgañota bastante más que en las mencionadas antes. La que cierra el cd, Around The Bend, podría haberse llamado tranquilamente Around The Bed, por que uno se puede llegar a dormir escuchándola, lo cual ya deja claro que es lenta a hostias, no? Pero eso, el que suene a nana o canción de cuna, no le quita que sea buena, que lo es. A pesar de ser de nuevo lenta, una de las más lentas de No Code, es bien guapa. El piano en esta canción es tocado por Brendan O'Brien, el productor del disco, que también toca el piano en Off He Goes. Por parte del guitarra co-fundador Stone Gossard la cosa es ya bastante más animada. Podemos mencionar Hail, Hail y Mankind, ambas cañeras, siendo ayudado en la primera de las dos por el resto de la banda a excepción del batería, batería que por cierto hace un buen trabajo en el álbum. Quizás éstas podrían ser algunas de las canciones que más tienen de los primeros Pearl Jam, dado que antes le daban menos a las lentillas (aunque es imposible olvidar del Vitalogy esa genialísima Immortality). En Mankind, que no es tan cañera como Hail, Hail pero que tiene como más melodía, podemos escuchar a Vedder cantando más agudo que en el resto donde escuchamos su voz rota y sucia, bien diferente que aquí, que a veces uno diría que hasta hay alguna voz femenina. Del solista McCready tenemos otra que tampoco destaca por su agilidad pero que también es bastante agradable de escuchar. Se trata de Present Tense, cuyas letras han sido compuestas por el cantante, que se ha encargado de la mayor parte letrística del cd. Aquí el guitarra realiza unos efectos o un sonido con su guitarra realmente majo, como del más allá, algo espacial, aunque no dura demasiado y pasa luego a sonar más de niño, más infantil, más normal. Para acabar no puedo dejarme la contribución del bajista Jeff Ament, que fue el otro fundador de la banda. Es Smile, para mí la mejor canción del cd, y curiosamente la que más pudiera sonar a Neil Young, con el cual Pearl Jam sacaron un disco: ellos se encargaron de la parte instrumental y Mr. Young del resto. Así pues, la canción, en la cual el bajista se encarga de la guitarra, Eddy Vedder nos hace disfrutar de ese instrumento tan poco usado, que no es otro que la Harmónica, tan bien utilizada para ensalzamiento de la canción. La canción no es ni rápida ni lenta, pero es realmente cautivadora y tiene ciertos matices tristes, si se saben ver (o si se ve más de la cuenta). Por lo que respecta a la caja del cd, aunque parece más un laberinto que una caja, está ciertamente muy trabajada. Tanto la portada como la contraportada y dos caras más del "desplegable" están compuestas por un total de, ojo!, 144 fotografías liliputienses de cualquier tipo, realizadas por la banda que, como se vuelve a ver en Yield, es aficionada a la fotografía (con lo que se viaja en una banda que ha llegado a vender más de 4 millones de cds, no creo que les sea muy difícil encontrar cosas para ser retratadas con la cámara). A parte de estas fotillas o fotos en miniatura, tenemos una sorpresilla cuando sacamos de uno de los escondites de la especie de cajita de cartón unas pseudo-polaroids en las que por una cara hay una foto y por la otra la letra de una canción con los nombres que tienen importancia en la misma, ya sean los que la han compuesto o si tal o cual han tocado el piano o los webones. Curioso no? Pues el mismo cd también está "pintado" como si se tratara de un horóscopo antiguo o algo por el estilo. Es un poco cutre (por sus colores) pero güeno. Mola. En definitiva, a quien sea un acérrimo seguidor de la banda no sé si le habrá servido mucho lo que he dicho. A mí me ha gustado bastante el álbum pero tampoco puedo ponerle una puntuación con respecto a los otros trabajos por el motivo que he expuesto arriba de todo. La cosa está en escucharlo y luego opinar no? |
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| Bienvenidos al "nuevo" universo
Holmes/Mackintosh. Y tal como dijo ése gran sabio que es Buggs Bunny: "¿qué hay de
nuevo, viejo?". Realmente... Ahora, en la famosa época de la clonación (también artística), Depeche Mode tienen unos nuevos competidores. Por ejemplo, cuando escuchas atentamente "Host", encuentras que lo más duro son canciones como "Permanent Solution" o "In all honesty", más por profundidad que por ser la evolución de "The Last Time" y te sientes profundamente decepcionado. Lo mejor del álbum son los matices, como el ejercicio de atmósferas hecho en "Harbour" o "Wreck", pero ambas crees haberlas escuchado ya en alguna parte (¿"One Second", por decir algo?). Preguntas: ¿quién coño le ha dicho a Lee Morris que los ritmos de batería en plan "rock alternativo" quedan bien en "Made the same"?, ¿han pedido consejo o ideas a la gente de Depeche Mode para componer "Ordinary Days"? |
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Sólo una cosa para acabar, aparte de recomendar el disco únicamente a aquéllos que realmente gusten de que los grupos con dos guitarristas en los créditos puedan ofrecerles un ejercicio del estilo: "¿Dónde esta Wally?" (Substitúyase Wally por guitarras), espero que durante la gira no se les ocurra hacer un medley de "Made the same"/"Hallowed Land". Las blasfemias tienen un límite, el perdón de Dios ¡también! |
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