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Formidable. Realmente formidable. El trabajo que Jesús
Palacios nos regala con este libro de tan expresivo título es ciertamente lo que muchos
estábamos esperando para enterarnos de los grandes asesinos, en serie - de masas o no,
que han poblado la historia de la humanidad así como un estilo fresco a la hora de
exponerlos así como la opinión personal del escritor, muy avezado, por lo que se ve, en
estos temas.
Y esto no significa que Jesús Palacios sea un criminólogo o algo por estilo (él sabrá)
sino es más bien una manera alternativa a nombrar los libros que ha escrito ya:
Goremanía, Planeta Zombi, Satán en Hollywood y este Psychokillers, Anatomía del Asesino
en Serie, libros de temática ciertamente u oscura o sangrienta.
Palacios abre el libro con una mega aclaración-explicación de lo que es un psychokiller,
de sus variantes, de los psicóticos y de los psicópatas así como de algunas posibles
causas de los psychokillers, si es que las tienen.
Luego, durante 6 episodios se dedica a desmenuzar, desde la época medieval hasta hoy en
día, los mayores asesinos psicópatas que la historia nos ha dado, dedicando un sólo
episodio a Jack el Destripador, que para el autor sirve de punto de referencia para un
antes y un después del estudio o de la manera de ver a estos, normalmente, hombres que a
la gente normal y corriente se les antojan como poco menos que monstruosos seres poseídos
por algún demonio o venidos del más allá. |
Hará desfilar a Calígula, a Vlad el Empalador (alias Drácula), Gilles de Rais,
Erzsébet Báthory, el mencionado Jack El Destripador, Ed Gein, Albert Fish, Martha Beck y
Raymond Fernández, Charles Manson y sus discípulos, Hyckock y Perry Smith, Night
Stalker, El Vampiro de Düsseldorf, El Ogro de Hannover, Henry Lee Lucas y tantos y tantas
más.
A modo de apéndice, el autor se dedica a mostrarnos que en España también han habido (y
habrán) psychokillers o intentos de psychokillers, aunque posiblemente con menos impacto
que los provenientes de los USA, lugar donde cobran un mayor protagonismo, así como la
mayor gravedad o depravación de sus actos, a pesar de que en todas partes se han podido
encontrar casos "ejemplares" (niños, no me refiero que sean modelos a seguir,
evidentemente), como el de Javier Rosado, que conmocionó más o menos a medio país y que
hizo que la gente se empezara a cagar, sin duda alguna sin ningún sentido ni lógica,
sobre los juegos de rol. El caso Alcácer, de las tres chicas que un día se fueron a la
discoteca y que no volvieron jamás, también es tratado aquí con no muy extensa pero
concentrada y suficiente documentación al respecto así como varias teorías y
posibilidades con respecto a lo que se ha llegado a rumorear o decir con respecto al tema.
Al final del libro, como si no fuera suficiente y, como dice el propio periodista (Jesús,
me dejas llamarte así?) haciendo las cosas bien, nos muestra un largo listado de los
mejores libros sobre temática de asesinos o temas relacionados así como las mejores
películas, canciones o direcciones de Internet sobre el tema, un listado que hará de las
delicias de los más interesados en el tema llegando a encontrar deliciosos
descubrimientos literarios o de otro media o medio (?).
Se nota más o menos que el libro está escrito por alguien que podría calificarse como
de joven y con sentido del humor underground, y eso es algo que se agradece a la hora de
leer libros extensos (éste, a pesar de que podría haberlo sido mucho más, quizás
rozando el aburrimiento, con sus 277 páginas aproximadamente, es merecedor del adjetivo
extenso).
La opinión del autor, que entiende del tema, se va perfilando a lo largo del libro a
pesar que desde un buen principio deja más o menos su manera de pensar con respecto al
tema que aquí le/nos atañe, explicando muchos de los posibles causantes o motivos de los
psicópatas, motivos que los inducen a actuar como lo hacen. Y para hacer la cosa más
entendible va comparando lo que ha sido o fue la realidad con la paralela historia del
cine de terror y sanguinario, en el que muchas veces o bien se ha optado por recrear las
fechorías de alguno de los descerebrados que salen en el libro o por, simple y
tranquilamente, crear nuevos asesinos -normalmente- sexuales o psicópatas =
psychokillers.
Gracias a dios el libro no está censurado. Esto quiere decir que se explican los actos
perversos de todos o casi todos los asesinos sin ningún tipo de problemas. Lo contrario
no sólo sería impensable para un libro como éste sino que lo haría demasiado
superficial como para leérselo y quedarse tan a gusto como me puedo haber quedado yo
después de leer la última palabra del mismo, palabra (en sentido asintótico) que me ha
dejado en la mente que la próxima vez que vaya a la librería a pillar más tesorillos,
debo comprarme otro libro de Jasús Palacios.
Bueno... estará contento el autor con mi especie de piropos, nor? No.. ahora en serio
(antes también iba en serio) el libro vale mucho la pena, es de lectura fácil aunque a
veces, sobretodo cuando se filosofa sobre distinciones entre psicóticos y psicópatas, es
un poco lioso, muy documentado y muy interesante, evidentemente para los que estamos
interesados en estos temas tan macabros o no. O NO.
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