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En 1994, durante la gira
de los Dixie Dregs, en Florida, hubo un fallo eléctrico que dejó sin guitarras, sin
bajos y son violines a la banda. Lo que parecía un desastre inminente se convirtió en 10
minutos de improvisación total por parte del batería Rod Morgenstein y del teclista
Jordan Rudess, el teclado del cual raramente no sufrió ningún daño. Gracias a esa
"petada" eléctrica tenemos en nuestras manos este curioso álbum instrumental a
medio camino entre el jazz, el rock, el pop, y todo lo que queramos, siempre hablando de
estilos bastante tranquilos y relajados. |
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Así que estos dos señores nos han
traído de la mano de la discográfica Domo, 10 canciones producidas por ellos mismos
llenas, básica y exclusivamente, de teclados y de baterías (ole mi gracia). Personalmente no puedo decir que me apasione el álbum a pesar de su total carácter instrumental. Lo que no me acaba de agradar quizás sea más el estilo que perpetran los dos instrumentistas, más que las canciones en sí mismas. De esta manera tenemos tiempo para relajarnos con una gran mayoría de los temas a pesar de que no todo es lentitud y paisajes bonitos. La canción que abre el álbum, por ejemplo, ya me hace entrar un poco de roña pueril, con ese inicio que huele a viejo y a pasado de moda..pero no nos engañemos, que solo es una ristra de notas musicales que no definen al álbum en su totalidad, ni mucho menos. Sloth, por ejemplo, de ritmo lento y algo pesado, repleta de sonidos raros (si de algo está repleto el cd, es de sonidos generados con aparejos altamente tecnológicos :-), es bastante agradable para el oído y se deja caer muy bien en nuestro cerebelo. Drop The Puck es mucho más alegre y tampoco está mal. Para que os hagáis una idea, a veces puedes llegar a pensar que estás escuchando la banda sonora del ultimo arcade de Nintendo (por ejemplo Super Mario Land o algo por el estilo..). Crossing Over deja la alegría un poco atrás -sólo un poco- y Rudess nos regala muestras de sonidos fáciles. Aquí, quizás sea por que la canción la ha hecho Rudess, Morgenstein no se recrea mucho, al igual que en la genial Never Again, una baladilla muy guapa, que a pesar de haberla hecho Morg, no suenan las baterías más de lo debido en una canción de este tipo. Y donde sí que se explana Morgenstein es en Odd Man Out, donde nada más empezar, el greñudo batería nos llena de buena manera y con un buen rollo que te cagas la cabeza de bombos, baterías varias y platillos ajustadísimos. Muy guapa la intro y muy guapa la canción, en la que seguimos escuchando a cada momento una batería cada vez más calibrada y ajustada a pesar de sonar todo el rato con bastante potencia. Si a algo parece la canción es más a una jam session que no a una canción precalculada, que suele ser lo normal en cualquier álbum de estudio. Masada también es de las que más o menos le atrapan a uno, al menos escuchando el inicio misterioso, místico y legendario de unos sonidos agudos venidos del más allá. No hay una película que se llama Masada? en fin... aquí el dominio es de Rudess, que deja que sus dedos fluyan por las teclas del teclado (uf.. que mal que suena!!) con mucho sentimiento. Al menos eso es lo que parece. Supongo que el cd no es muy apto para los que escuchéis habitualmente a Cannibal Corpse o a Slayer, por ejemplo, pero sí para aquellos que disfruten de los Theater y de todo lo que sea o bien instrumental, o bien experimental. |
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Damien, 6/06/98 |
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Este fue el primer cd de
Rage con la formación que más años duraría, del 84 al 93-94, con Peavy al bajo y
voces, Manni Schimdt como guitarrista y al griego Chris Efthimiadis a la batería. |
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De todos modos, como digo, todas las
canciones, 14 en concreto, son guapísimas, dominando en ellas un estilo muy rápido, muy
cañero, con los nuevos componentes de la banda que han aportado tanto a la misma. Y si no
ojo a los solos de Manni o a las bases rítmicas y veréis como gustan de oír. Y Chris a
la batería se comporta en algunos cortes como una auténtica bestia aporreando sin parar
ese instrumento que usa tan bien - y ya que estamos con ojos, ojo también a la foto de
detrás de la caja, en la que salen Rage con unas pintas que te peich. Lo único que no me gusta del cd, es el hecho de que no estén las letras de las canciones, algo que ya hemos reiterado en El Desguace que nunca está mal y que siempre se agradece (al menos para saber de qué nos están hablando). De todos modos, es un álbum que hay que incorporar a la colección. Cuando tenga pelas y ganas, me lo compraré. Seguro. |
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Damien, 25/07/98 |
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Nuevo logo, nuevos nombres
para los componentes de la banda, nuevos componentes, colaboraciones muy suculentas, un
bonus cd de muerte abuela y una producción muy limpia y conseguida es lo que nos traen
los griegos Rotting Christ con Dead Poem, el segundo álbum para Century Media y
posiblemente su trabajo mejor producido, con más buen sonido que nunca. |
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La producción, que como he dicho antes ha
sido realizada por Xy de los Samael, esta muy conseguida, dándole al cd un aire bastante
envolvente a la vez que triste a pesar de la de guitarreos que encontramos en la mayoría
de las canciones que contiene A Dead Poem. Las canciones. Ciertamente hay que oír bastantes veces el cd por que si no puede llegar a dar la impresión de que todas son iguales, cosa que gracias a diox no es nada cierta. Yo que quedaría con la que abre el cd, Sorrowful Farewell, con la segunda, que me parece la ostia con la voz de Ribeiro en el estribillo, Ira Incensus, en la que tenemos guitarras acústicas y Semigod, que tiene unas guitarras muy guapas. Hay que comentar que hay una instrumental, la 8, Ten Miles High, que está muy bien a pesar de que no se diferencia demasiado con el resto de las canciones, pudiendo pasar algo desapercibida o, incluso, siendo confundida por una cantada si no fuera por su duración (y por que no se oye una puta voz en todo el rato :-). El sonido general es bastante cerrado, por llamarlo de una manera, en algunos momentos atmosférico y en los que hay que parar bien el oído para no perderse algún riff currado que se oiga de fondo mientras la desgarrada voz de Sakis "sakiude" nuestros tímpanos con fuerza. Lo que es el librillo y el artwork del cd, dominando colores marrones y grises. Está de muerte, como todo o casi todo lo que sale de la gran Century Media, que (apostamos) no sólo cuidan muy bien a sus bandas sino que también el estilo de los cds que sacan dichas bandas. Es muy posible que de los dos cds de estudio que he oído de los Rotting Christ me quedara con el anterior, kriticado ya aquí, el Triarchy Of The Lost Lovers, pero lo que no puedo negar es que este último trabajo vale mucho la pena. Y ahora, para acabar, comentaremos Darkness We Feel, el bonus cd que regalan con A Dead Poem que enriquece el mismo y que ciencia cierta traerá más adeptos a la familia Century Media. Se trata de una genial recopilación de 16 bandas / canciones todas pertenecientes a la misma discográfica, durante las cuales podremos disfrutar de una ingente variedad de estilos y de maneras de tocar, todas ellas siguiendo un mismo patrón llamado oscuridad. Tenemos cosas tan geniales como Moonspell, Old Man's Child, Sentenced, Alastis, Sundown, Samael, Tiamat, The Gathering o Borknagar. También hay una canción de los Rotting y de unas cuantas bandas más, todas ellas geniales. La verdad es que quien se compre el cd y no le acabe de gustar el nuevo trabajo de la banda de Grecia, siempre podrá escuchar el segundo cd que está de muerte. |
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Damien, 9/08/98 |
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Un honor y un orgullo para
mí poder comentar el Reign Of Fear, primer cd de mis dioses germanos, Rage. Y es que el
Radikalillo a veces tiene golpes escondidos, como comprar obras de coleccionista como
esta, en la que la formación de la banda no tenía nada que ver con el actual cuarteto al
que ya nos tiene acostumbrados el gran Peavy Wagner. |
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El bajo y la voz de Peavy, que en este
álbum (y en todos los demás) deja claro el porqué de su apelativo, está acompañada de
las nada despreciables guitarras de Jochen Schroeder y de Thomas "Guinness" y
por la batería del mercenario Jorg Michael (Stratovarius, Axel Rudi Pell...). Los cuatro componentes de la primera época de Rage, cuando su logo estaba rodeado de cadenas y aún no habían entrado ni Manni Schmidt ni Chris Efthimiadis, nos aportan 10 canciones altamente recomendables de las que se pueden destacar Hand Of Glory, Machinery, Scaffold o la genial, impresionante y única Suicide. El estilo que Rage tenían en el 86 no diferíam mucho, como he dicho antes, del, por ejemplo, Reflections Of A Shadow aunque, evidentemente, en este último habían más canciones, más virtuosidad, más tristeza, de mano de algunas baladas o semi baladas, y una música algo más madura y más compacta. Pero ya digo, yo creo que hasta el Trapped! y, aún mucho más claro, el The Missing Link, no hubo un cambio más o menos radikal. Del cd que tengo delante mio, he de decir que no contiene las letras de todas las canciones y que es una remasterización o, como mínimo, una versión diferente del original, cosa que tampoco le hace perder importancia al álbum. Si algo queda claro, es que para los que escucharan a Rage cuando salió este Reino del Miedo, se les avecinaba un huracán de buen metal, de melodías más que pegadizas y un sonido inconfundible que dejaría en todos ellos la huella de la Rabia. |
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Damien, 28/2/98 |