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Con este título es inevitable que hayan confusiones.
Aunque de hecho, Satán más que tener un virus sería un virus en sí mismo, el virus o
la enfermedad de la sociedad, de la humanidad, de los hombres... Pero si apartamos el misticismo y la filosofía personal, nos daremos cuenta que la película tiene más bien poco que ver con el satanismo, con el demonio, con sangre, terror y miedo. De todos modos, si a un virus, que de por sí son malévolos, se le da el nombre de El Virus de Satán, no creo que sea por su capacidad de matar hormigas. Y es que el protagonista en torno al cual gira toda la historia no es otro que un virus con el nombre de la película, que como ya ha pasado en tantas otras películas, es creado por un grupo de científicos medio chalados en una estación semi-secreta escondida en medio del desierto en la cual se trabaja en la guerra química. Y el resultado de tantas investigaciones será este Virus de Satán, un virus capaz de acabar con todo el mundo en unos dos meses, que se transmite por el aire de manera increíblemente sorprendente (tan sorprendente que sólo podría pasar en una película) y que es robado por un grupo de gente sin escrúpulos, comandados por uno de los doctores que participaban en la creación de tal monstruosidad, un tipo con un ego como una catedral y con un cerebro algo cascadillo ya... el Dr. Hoffman (Richard Basehart). |
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En el robo se acabará con la vida del máximo artífice del virus, el obsesionado Dr. Buxter, que morirá a causa de una de sus creaciones, un virus menos potente que el de Satán y que a las 8 horas desaparece. Evidentemente, se intentará que no llegue a los oídos de la gente ya que podría crear un caos brutal, y desde luego no se pondrán límites a la hora de intentar dar con los 6 botellines en los que se encuentra la "bomba" vírica. Aquí es cuando entra el protagonista de la película, el héroe que todos esperábamos, Lee Barrett (George McHarris), un tipo que ya había trabajado en la Planta 3, que es como se llama la planta donde sucede todo el cacao, a parte de haber tenido otros oficios, haber trabajado para el ejército, haber estudiado al carrera de derecho y ser, en fin, el que tiene que salvar al mundo de su propia ambición, la del mismo mundo. Barrett tardará casi dos horas, que es lo que dura la película - algo no muy normal en las películas y menos en estas que son de hace ya tiempo y tiempo - en dar con el malo malísimo de la película y salvar el pellejo de casi 5 mil millones de ignorantes hipócritas. Contará con la ayuda de una moza, Ann (Anne Francis), una mujer que realiza un papel no demasiado destacado, aunque sí que siempre está al lado de nuestro amigo y por lo tanto, siempre en peligro. Desde luego podrían haber hecho de Ann una especie de ayudante o agente casi tan buena como el propio Barrett, pero bueno. Es lo que hay, y nada se puede hacer ya. La película ha sido dirigida y producida por John Stinger, basada en la novela de Ian Stuart (quizás podría haber sido escrita por Robin Cook). La música ha corrido a cargo de Jerry Goldsmith y los FX los ha realizado Paul Polland (ese apellido....). La película no está nada mal, sobretodo teniendo en cuenta que es vieja y que dura, como he dicho, casi dos horas. No encontraremos terror, como se podría esperar, ni un caos demasiado heavy. La película se centra mucho más en la investigación del robo y en las artimañas que usaran los dos bandos, el malo y el bueno, para llevar a cabo sus propósitos, que no en el propio peligro que supone un virus con tanto poder. Quizás la película está realizada con doble sentido, en plan moraleja, como queriendo mostrarnos que tenemos el poder para autodestruirnos, algo que ya sabemos hace tiempo pero que en la época en que se hizo la película quizás no lo tenían muy claro. De todos modos, como película es agradable de ver y lo cierto es que el título, a parte de engañarnos, hace justicia al hipotético virus que vuelve locos a tantos personajes en el film. |
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Esta película del 1965, como más de uno sabrá ya,
está basada en hechos reales, los que acontecieron en Dusserdorf, Alemania, por los años
30, en los que un tipo desconocido aterrorizaba la gente y plagaba de miedo las calles de
la ciudad con sus bárbaros crímenes sin comparación, sin respetar edades ni sexos. Es por eso que, para quien haya leído en alguna ocasión la biografía o los horribles actos que cometió Peter Kürten, el Vampiro de Dusserdorf, esta película será una pequeña desviación al respecto, con respecto a la realidad, quiero decir, ya que en el film dirigido y protagonizado por Robert Hossein los asesinatos son minimizados a cuchilladas y las víctimas son reducidas a - normalmente - hermosas mujeres que, una vez han sido seducidas por nuestra asesino, son aniquiladas sin el menor remordimiento. Y es que en la película se nos muestra, como en realidad cuentan que fue, a un Kürden atractivo y tímido que consigue el amor de las mujeres pero que no acaba de encontrarle el gustillo al tema y prefiere acabar con las mujeres con las que se cruza, consiguiendo de este modo algún tipo de placer. |
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También el director (o el guionista) aprovechan aquí para mostrarnos a un asesino soltero que se enamora de la que será su última víctima, mientras que en la realidad estaba casado y su mujer nunca supo de los atroces asesinatos que él cometía con total impunidad durante largos años sobre cuerpos de mujeres, de niños o de niñas, acabando ejecutado después de haber sorprendido desagradablemente a toda Alemania. La película es en blanco y negro, con lo cual uno ya se da cuenta que no saldrán muchas escenas macabras ni mucha sangre. En esos tiempos las cosas no podían ser tan duras, así que, como he mencionado antes, los asesinatos se intentan preparar de la manera más limpia posible, sin enseñar más de lo necesario. El protagonista, que creo que es el mismo Hossein, queda realmente perfecto en el papel del asesino y me recuerda claramente al actor que interpretó hace unos años a Justino (Asesino de la Tercera Edad). Luego están las mozas, Marie France Pissier, Paloma Valdes y bastantes más, todas ellas guapísimas (en serio; la película será en blanco y negro pero las muchachas que salen son... !!!), que irán cayendo como moscas bajo el cuchillo de Kürden, que fue un tipo realmente extraño en su vida real (y ahora debe descansar en los Infiernos viendo como es superado día a día en cuanto a atrocidades y muertes desagradables alrededor del mundo). La música ha corrido a cargo de Andre Hossein y, algo que no había dicho, la película es una coproducción entre Francia y España, lo cual me alegra en cierto modo, ya que no hubiera esperado nunca de una unión así una película tan interesante como ésta. |
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Esta película es de las que uno metería directamente
en la familia de película cutre con presupuesto ínfimo realizada en un país donde no
saben qué es cine o en que se basa el hecho de actuar. Sin embargo, a pesar de que el
tema de presupuesto posiblemente sea como he dicho y que está hecha en un país (creo) no
muy dado a ser conocido por sus películas, Vampyre, como así se llama la película, se
colma de buenas intenciones y de un ambiente ciertamente vampírico, debido quizás a la
estética pueblerina que domina toda la película. Sí, el hecho es que un pueblo de "no sé dónde" se ve invadido por la esencia del alma negativa de una tal Marguerite Chopin (Cathy Seyler), aristócrata que no tuvo suficiente con morir sino que encima pretende atormentar a la gente del pueblo convirtiéndolos ya sea en vampiros o en brujas y así expandir la sangre cuanto más mejor. Pero claro, siempre hay un héroe que mandará a la mierda las pretensiones de la tal Chopin, y este será David Grey (Randy Scott Rozier), un tipo que tiene alucinaciones en las que alguien le avisa de que tiene que enfrentarse al mismísimo diablo encarnado en todos esos zombies sedientos de sangre que pululan por el pueblo. Es como si el pobre chaval mantuviera una especie de relación con el mal que hace que detecte la llegada de éste a la zona. El mencionado Grey, que de héroe tiene más bien poco, es tan simpático que será el único en toda la película capaz de ir "trajao y maqueao" (en medio del campo, imaginároslo) y de enamorar a algunas de las sedientas y supuestamente sensuales vampiras que no saben ir de otra manera que enseñando las tetas todo el rato y llevando la poca ropa de cuero que les queda. |
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A pesar de que Grey no parece ni Rambo ni Superman, acabará marchitando el poder maléfico que domina el pueblo justo lo suficiente para dejar abierta la posibilidad de una segunda parte. Los efectos, realizados por Chris Litynski, se basan en bastante sangre, piernas amputadas, cuerpos que se pudren y alguna cosilla más que nunca está de más en una película como la que dirigió y escribió Bruce G. Hallenbeck en 1990 (o sea, la que estamos comentando, coño!). Como que se trata de una película de vampiros, bienvenida es, siempre más, a pesar de que no aporta más que una máscara de monstruo realmente horripilante en una escena de la película. Luego está el tema de las vampiras que montan a caballo enseñando sus cosas, ya no sé si para atraer a los granjeros y morderles en el cuello o si simplemente les han enseñado que esa es la ropa que tienen que llevar, algo que no está nada mal (desde luego) para alegrar la vista un ratito, o la música, de Edward J. Kilgallon, una música que no tiene mucho de despreciable y bastante de aprovechable. Al fin y al cabo, siempre hay gente que con pocos recursos se monta su propia historia y la lleva a buen puerto, sin exagerar, claro está... |
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Los tripulantes de un remolcador sufren un boquete y se
hunden por momentos, poco antes de hacer aguas se encuentran un barco científico ruso, a
bordo del cual se encuentra una amenaza terrible, un alienígena que proviene de la MIR. Este argumento no os recuerda a otra película? Seguro que sí, es idéntica a Deep Rising, o sea, que si habéis visto Deep Rising no os perdéis nada, porque es un clon. Los productores se han querido aprovechar del éxito inesperado de Deep Rising, una producción con poco presupuesto y actores casi desconocidos, y en la película Virus han tirado la casa por la ventana poniendo actores de la talla de Donald Sutherland, William Baldwin y Jamie Lee Curtis. Personalmente creo que a Donald Sutherland no se la sacado el suficiente jugo e interpreta a un personaje bastante pobre y a un nivel inferior al que nos tiene acostumbrados, como en La invasión de los ladrones de cuerpos. En general podemos decir que la película no es muy original, es la típica película de monstruos que corren detrás de los humanos para acabar con ellos y al final el que pringa es el monstruo. |
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Tampoco podemos decir que el monstruo electrónico sea muy lucido, es muy impersonal y se le ha dado muy poca importancia, no llega a tener el "carisma" de Alien. En fin, otra película de efectos especiales, grandes actores, un presupuesto enorme y un argumento desaprovechado, típico... |
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