Yonqui -- William S. Burroughs
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En estos momentos no recuerdo exactamente ni cómo ni
cuando decidí comprarme este Yonqui de Burroughs. Si mal no recuerdo, aunque no estoy del
todo seguro, fue mirando títulos del final del anterior libro, Satán en Hollywood o..
bueno.. no sé. Tampoco sé dónde oí hablar del autor, ya que quizás sólo por el
título no me hubiera comprado tal obra. Pero la cuestión es que aquí estamos, con el libro leído y satisfechos de haberlo hecho. Debería explicar la temática del libro con un título tan explícito? Creo que no.. pero lo haré. Bill, como se le llama en el libro, se trata de un yonqui, en teoría el propio autor, que nos cuenta desde el primer contacto con las drogas hasta conocer su nuevo blanco, una droga llamada yage, pasando por explicaciones detalladísimas de la cantidad de "picos" que se da durante la historia, así como el efecto de muchas drogas, ya sea opio, morfina, cocaína, hierba u otras muchas más bien conocidas por el que escribe e interpreta la novela, novela que muchas veces parece más una película que no un libro. Según parece ser, se puede meter a Burroughs en el mismo saco que a Bukowski, por ejemplo, en el saco de los escritores malditos (americanos, cómo no) y eso es algo que se evidencia al ver el modo de escribir, de expresarse y de decir lo que sucede del escritor (por no mencionar las vivencias que tiene Bill, saltando de la adicción activa a los intentos de desintoxicación o a la bebida). Desde luego seguimos con la idea de que los americanos no están más divididos e indecisos por que no pueden, en cuento a ideas, moralidad y maneras de actuar tienen. |
Queda patente que el mundo de las drogas, el verdadero mundo de las drogas, el visto desde dentro y no desde los ojos ajenos al tema, es un mundo bien diferente, un mundo a parte, un modo de vida, como se encarga de repetirnos Bill, el personaje que nos habla en la historia y que nos cuenta las desventuras que le suceden a partir del momento en que se mete en el infierno de las drogas, viéndose obligado a cambiar de país, yendo a México para evitar un juicio contra él por tráfico de drogas, descubriendo facetas extrañas en los comportamientos del adicto así como mostrándonos lo que es de verdad el síndrome de abstinencia o la cantidad de drogas o de medicinas que cumplen con la función de éstas que descansan en las farmacias de cada ciudad. La verdad es que tampoco creo que el libro sea tanto como para condenarlo o censurar alguna parte del mismo como se ve que se ha hecho. Lo encuentro del mayor interés por su carácter fehaciente, creíble y altamente aclarador en muchos temas, diciendo las cosas como son, como las ve el que protagoniza esta relación con las drogas, alguien que sabe de qué habla por que está metido hasta el moño, pero en ningún caso ni censurable ni escandaloso ni nada por el estilo. Poca cosa más tengo que decir al respecto. Un buen libro de lectura rápida que, como siempre, vale la pena leer para abrir un poco más los ojos y ver... |
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