VIDEO
DESOCUPADOS Y CORTES DE RUTA EN EL NOROESTE ARGENTINO
Carlos "Perro"Santillan
y
la desocupación”
Bueno,
después de 1997, después del Cutralcazo, después del Jujeñazo que se dieron
como luchas que presentaban en escena a los trabajadores desocupados de todo el
país, vino una gran discusión en todas las organizaciones sindicales y políticas
en torno a lo que significaba el tema del hambre en esos momentos. Creo que
estas grandes luchas producidas en el año 97, desnudaron y pusieron en el
centro de la escena, a los
desocupados, al hambre, y a los que en realidad empezaban a cuestionar este
sistema, este modelo, con luchas a fondo como fueron estas grandes puebladas, no
me quiero olvidar de Tartagal y Mosconi (Pcia de Salta).
Yo
creo que a partir de allí surgió y se extendió, todo el movimiento de
trabajadores desocupados. Por supuesto con subas y bajas ya que se desde el
sistema se intentó “calmar los ánimos” y contemplar de alguna manera con
paliativos toda esta situación nueva que se presentaba en la Argentina. Nueva
pero intrínseca al modelo, nueva pero ya de antemano vista en otros países que
habían aplicado estas mismas recetas, este mismo sistema.
Que
les decís a aquellos que critican la aceptación de la ayuda social del
gobierno y de los Planes Trabajar?
La
corriente Clasista y Combativa después de muchas discusiones, porque estaba la
discusión de la dignidad y la cuestión del hambre, estaba la cuestión de si
recibir el bolsón de mercadería o el plan Trabajar o ir a fondo en la lucha
por el trabajo en la fábrica, por la dignidad del obrero... entonces nosotros
en varias discusiones en la mesa nacional, en las mesas regionales se nos planteó
este problema, y tuvimos de alguna manera algún tipo de atraso en darnos cuenta
de que teníamos que abordar el problema del hambre como uno de los principales
temas de los compañeros desocupados. Es así que empieza la incorporación de
los desocupados a la CCC como parte activa, como uno de los afluentes
principales, reconociéndolos como parte del movimiento obrero, sabiendo
principalmente que el trabajador ocupado es, en forma latente, el desocupado de
mañana... si es que continúa esta política.
El
gran salto de la Corriente vino de allí, de abordar este gravísimo problema,
de ahí vino el crecimiento de todos los movimientos de desocupados del país de
la CCC, abordando desde la lucha el arrebatarle los planes, sin dejarse comprar,
sin dejarse deslumbrar por aquellos que te ofrecen el Plan Trabajar, o el
micro-emprendimiento sino que eso es parte de los recursos del pueblo y tiene
que volver al pueblo para mitigar en algo la situación de miseria y
desesperanza que tiene el trabajador desocupado. Esta lucha empezó así y fue
creciendo... lo mas avanzado que tenemos como CCC en el área de desocupados es
la Matanza (Gran Buenos Aires), una organización horizontal donde los delegados
son elegidos con mandato revocable, adonde hemos podido recrear los lazos
solidarios en los barrios con los jóvenes, con las mujeres, donde el sistema
para repartir los Planes Trabajar, los bolsones de mercadería, es totalmente democrático con la única condición de la
participación en la lucha de los que reclaman, de los que van a pedir.
En
la Corriente Clasista y Combativa nosotros no ofrecemos nada, tenemos a la
Corriente como una herramienta de lucha para afrontar esta situación gravísima
que padecen millones hogares en toda la Argentina.
Estamos
organizados en todo el país con provincias que tienen mayor desarrollo que
otras, con La Matanza que tienen un desarrollo mucho mayor, con el movimiento
independiente de jubilados que también tomó en sus manos el tema de los
desocupados y también tiene una organización de desocupados muy importante...
creo que restaría decir que
nosotros no estamos con la sindicalización de los desocupados, no queremos
“legalizar” la desocupación al sindicalizarlos a los trabajadores
desocupados, sino que nosotros luchamos por trabajo digno con obra social, por
un sueldo digno, por que se reabran las fábricas para aquellos que quedaron
despedidos, luchamos para romper este sistema, luchamos para que haya una
reconstrucción de un país que necesariamente preste atención a las capas que
hoy están siendo postergadas, humilladas y pisoteadas por este modelo.
Si
nos preguntan como es el auto-sostenimiento, decimos que la contribución es
voluntaria... todo lo que se pueda hacer para denunciar, para romper este
movimiento son todas falacias inventadas por el poder porque los desocupados van
a ser los protagonistas y el detonante de la gran pueblada nacional que nosotros
creemos.
Cuando
visualizás, o cuándo surge la necesidad de nuclear , de incorporar a los
desocupados a las estructuras de la Corriente?
Después
de las explosiones del año 1997, donde nosotros participábamos apoyando no- más,
no involucrados totalmente con el tema del trabajador desocupado, de allí surgió
el debate, mas con las políticas que se venían aplicando a nivel nacional
de adonde surgía como un sistema de especulación financiero,
venía sobrepasando, destruyendo un país industrial, apoyamos una economía
regional donde existan las posibilidades de un mercado interno fuerte, de poder
tener algún tipo de cobertura, de protección hacia las necesidades de la
gente. Vemos como los salarios congelados iban empobreciendo, inclusive al
trabajador ocupado, todo esto tiene que ver con la aplicación de esas políticas
que destruyeron no solamente al trabajador ocupado, con la rebaja salarial, con
el tema de la flexibilización laboral sino a otros sectores y a otras clases
sociales que tuvieron que salir a cortar rutas como los pequeños productores,
ya sean estos tabacaleros, productores hortícolas, los productores del poroto
en Salta... y bueno, la gran crisis del azúcar que se abrió con el MERCOSUR,
aparte de la mecanización, como una nueva contingencia para la expulsión de la
mano de obra, y me olvidaba de la minería que en zonas y provincias como la
nuestra prácticamente desapareció.
Es
así que llegamos a tener grandes contingentes y bolsones de pobreza, por
ejemplo en nuestra puna, con cerca del 60% de desocupación!, o la zona del
ramal con cerca del 45% de
desocupación, o la zona capital de Jujuy donde se poblaron los barrios y se
produjeron asentamientos de toda esta expulsión de mano de obra, así es que
tenemos el reconocimiento de que el 60% de nuestros jóvenes ni estudia, ni
trabaja y cerca de un 31% de desocupación encubierta en lo que hace a la
capital de Jujuy, es entonces cuando nosotros tenemos que salir y abordar este
gravísimo problema, que no solo lo abordó la
Corriente Clasista, hay
otras organizaciones que también lo han abordado y con las que discutimos como
la CTA. Nosotros luchamos contra la destrucción de este sistema que trae como
consecuencia la desocupación.
No
tenemos que ilusionarnos, no tenemos que creer que esto se termina mañana,
desde la CCC levantamos que para terminar con esta política y con este sistema
hay que hacer una pueblada nacional, levantamos un 17 de octubre, levantamos un
Cordobazo, levantamos mas atrás lo que fue la rebelión de Tupac Amaru... son
hitos que han ido quebrando sistemas de opresión y dominación hacia nuestro
pueblo, en ese sentido nos ubicamos, por eso no nos deslumbramos con las
elecciones porque la única manera de terminar con esta política, y si el
gobierno continúa profundizando el ajuste terminar con este gobierno es una
gran pueblada nacional, un “Argentinazo”, un “Cordobazo” o como lo
quieran llamar los compañeros, pero creemos que la única manera de terminar
con el oprobio, la miseria y la desocupación.
Entrevista
a Juan Carlos Alderete, dirigente del Movimiento de Trabajadores
Desocupados de la Matanza, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
“Los
desocupados
tenemos
que buscar la articulación
con
el movimiento obrero activo”
Por
Ariel Ogando
Ariel
Ogando: Contame
cómo empieza el movimiento de Desocupados de La Matanza y cómo se enlaza esto
con tu historia personal.
Juan
Carlos Alderete: El
movimiento de desocupados arranca con las promesas del presidente Menem que con
las privatizaciones íbamos a estar mejor, se iban a resolver el drama del
desempleo, el problema de la educación y la salud. El resultado fue todo lo
contrario y conocido por todos, ya que a partir del año 1994/95 se empiezan a
profundizar la desocupación y la crisis económica en el país, comienza a
haber una cantidad cada vez mayor de despedidos de las fábricas, de las
empresas privatizadas y del empleo público.
Muchos
trabajadores pensaron que con la indemnización, comprando un remis, o poniendo
un kiosco, se iban a salvar y no fue así. En mi caso quedo sin trabajo en 1995
con una desazón tremenda, encerrado en mi casa puesto que siempre trabajé,
toda mi vida, trabajé en la industria textil, en la industria gaseosa, la
lechera y en la industria metalúrgica, he sido camionero también.
Nunca
había quedado desocupado. Mi último trabajo fue en el año 1995 cuando me
despiden y pensé que al poco tiempo iba a empezar a trabajar. La realidad me ha
demostrado de que no ha sido así y fue muy duro para mí y mi familia. Yo salía
a buscar trabajo y me gastaba los últimos centavos, pasaba el tiempo y la
realidad nos golpeaba duramente y uno se va encerrando y piensa que al único
que nos pasa eso es a nosotros y no ve que son millones en el país que están
sufriendo los mismos dramas que yo estaba sufriendo.
Luego
surgen esos intentos de puebladas, chiquitas primero, en el año 1996, donde yo
reflexiono y digo que no puede ser que siga encerrado y siga vendiendo cosas
para seguir viviendo, cosas que me costaron mucho comprar, ya que a medida que
pasaba el tiempo iba vendiendo artículos del hogar que había podido comprar
con mi esfuerzo. Así logre entender que la lucha de los desocupados no era lo
mismo que el reclamo de los jubilados, porque los jubilados podían hacer el
reclamo en cualquier oficina del gobierno y no así el desocupado. Empecé a
entender que primero nos teníamos que juntar y así comenzamos a juntarnos en
un barrio que ya tenía historia. Era un asentamiento y allí luchamos muchos años
por la titularización de las tierras, la situación dominial, hoy tenemos los títulos
gracias a esta lucha de los vecinos. Primero, tratamos de juntarnos y hacer una
reunión, éramos cuatro, cinco, después veinte, treinta, pero como no veíamos
ninguna perspectiva de donde reclamar, eso también se achicaba.
Ariel
Ogando: ¿Cuándo
comienza a tomar forma esta organización de la que estamos hablando?
Juan
Carlos Alderete: Las
grandes puebladas, en el año 1997, en Cutral Có, Plaza Huincul y Jujuy nos
llevaron a entender y de allí aprendimos muchísimo, a pesar de la derrota del
movimiento de desocupados aprendimos mucho y vimos tanto las cosas buenas como
las malas y así fue que decidimos organizarnos, unirnos y hacer un movimiento
de desocupados para poder reclamar en forma colectiva y no en forma individual.
De ese aprendizaje y de los errores de los compañeros aprendimos. No podemos
partir de lo teórico, de lo ideológico sino que al revés, nosotros tenemos
que ir a la práctica y de la práctica volver y empezar, nosotros, con nuestra
cabeza a teorizar, nosotros mismos tenemos que elaborar nuestra propia teoría y
así con la práctica fuimos aprendiendo, con errores, con muchos errores fuimos
aprendiendo.
Comenzamos
eligiendo comisiones en los barrios por los propios desocupados y con mandatos
revocables, así nadie se siente dueño de tener a los compañeros y dirigirlos
como se le antoja y de esta manera tampoco se permitía que traicionara o
trabajara para el poder político o se vendiera para algún sector económico, o
para desarmar lo que veníamos construyendo. Esto se impedía con las elecciones
con mandato revocable eligiendo otro compañero.
En
ese camino de organización nosotros hablábamos de la dignidad y renegábamos
de los planes sociales y decíamos también que nosotros queríamos trabajar y
que no queríamos saber nada con esos planes porque siempre fueron utilizados
con fines políticos, para ganar elecciones, no lográbamos entender que estos
planes logrados en Jujuy, en Cutral Có, fueron arrancados al gobierno con la
lucha y obtener con la lucha estos planes sociales es distinto a que lo maneje
un puntero político como hemos estado acostumbrado con los demás planes
sociales. Fuimos elaborando, con teoría como dije anteriormente, qué criterio,
qué tipo de organización deberíamos tener y que esta organización sea
horizontal, que todos seamos iguales.
Fue
necesario ir paliando la situación de hambre con estos planes ya que hasta allí
comíamos gracias a los vecinos, a algún familiar que todavía seguía
trabajando y es así que empezamos a entender que estos planes los teníamos que
manejar nosotros y decidir, entre todos, la distribución y que trabajos hacer
en nuestros barrios, ya sea para desmalezar, hacer zanjas, veredas, ya que en
nuestros barrios cuando llueve no se puede salir y no se puede mandar los chicos
a la escuela.
Ariel
Ogando: ¿Cómo
es el barrio donde vivís? Te lo pregunto para tratar de entender la realidad
que te rodea.
Juan
Carlos Alderete: Yo
vivo en la provincia de Buenos Aires, en el Conourbano Bonaerense, para ser más
precisos, tiene más de 9 millones de habitantes, vivo en La Matanza que tiene
1.800.000 habitantes, en la localidad de Gregorio de Laferrere que a su vez
tiene 450.000 habitantes, en un “Barrio Dormitorio”, así le decimos porque
allí existían fábricas muy importantes como la Mercedes Benz, donde
trabajaban 6000 obreros y hoy hay 500, también estaba Acindar, una metalúrgica
con 5000 obreros, hoy trabajan 300 obreros. Han desaparecido textiles de 1000
obreros como Textil Oeste o Textil Yute que tenía 600; desapareció la
Volkswagen y centenares y centenares de fábricas y Laferrere era la zona de
dormitorio de esos obreros.
Con
los proyectos sociales tratamos de mejorar nuestra calidad de vida y así automáticamente
pensamos en los hijos de los desocupados que no tienen acceso a una guardería,
porque lamentablemente en toda esa zona las guarderías son privadas. Nosotros
logramos construir una guardería que es totalmente gratuita, todo el mundo sale
a pedir ayuda a las empresas y almacenes de la zona y así se le da de comer a
mas de 180 chicos, se dictan cursos de capacitación en asuntos de salud y
tomamos de esta manera en nuestras propias manos el asunto de la salud. Los
profesionales de la Sala de nuestro barrio dictan los cursos y hoy tenemos mas
de 300 compañeros que son agentes de salud y que han hecho el curso de un año.
Ariel
Ogando: ¿Cómo
empieza la lucha y cuáles fueron los primeros conflictos?
Juan
Carlos Alderte: Bueno,
en 1996 tenemos un conflicto en el que algunos barrios y más de 300 desocupados
vamos a la plaza de San Justo donde estuvimos más de tres días reclamando
alimentos y trabajo a las autoridades municipales. Nosotros fuimos por el hecho
político, para reclamar y repudiar lo que nos estaba pasando, pero ahí
aprendimos una cosa, que teníamos que discutirles de igual a igual a los
funcionarios y que los funcionarios tenían que bajar a los lugares, a esa olla
popular a discutir.
En
el segundo conflicto nos fue mejor, conseguimos 70 puestos de trabajo del
programa del gobierno provincial. Cincuenta compañeros tomamos el municipio más
grande de la provincia de Buenos Aires durante 18 horas, eso nos dio una fuerza
muy grande. En el siguiente conflicto cortamos las rutas, en 1997; el gobierno,
en represalia, nos incendia un club, una guardería que teníamos los
desocupados, por medio de patotas. Eso tuvo una repercusión nacional ya que
nosotros salimos a denunciar, y salimos a denunciar al Programa Vida (del Ex
Gobernador Duhalde) en donde las manzaneras, no todas, exigían a los compañeros
ir a aplaudir a algún candidato, en ese momento, la candidata era la mujer de
Duhalde. En
base a estas denuncias y a la lucha es que les arrancamos 200 puestos más de
trabajo, así nos empezamos a juntar más barrios, ya éramos nueve.
Así
empezamos a discutir la organización y nos juntábamos todos los sábados en
asamblea a discutir la situación nacional, la situación política y la situación
en la que nosotros nos encontrábamos, esas asambleas eran de 300/350 compañeros.
Eso se fue ampliando y así fuimos confluyendo con otras luchas y otros
reclamos, como fue la lucha de los docentes por aumento de salarios, en la que
nosotros pedimos escuelas nuevas en el distrito. Luego lo hicimos con los compañeros
de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), donde salimos a luchar junto
con ellos entendiendo que nosotros los desocupados tenemos que buscar la
articulación con el movimiento obrero activo. Tiene que haber una unidad entre
los desocupados y los ocupados para combatir la política de “ellos”, que
tiende a que nos enfrentemos pobres contra pobres, empleados contra
desempleados, hemos estado luchando con los pequeños industriales y los pequeños
comerciantes de la zona, lo que pasa es que estos compañeros al principio no
entendían, nos daban globitos, panchos y gorras, no entendían que nuestro
apoyo era político, ellos no querían quemar gomas y después entendieron que
nuestra lucha, como la de ellos, era contra este modelo.
Confluimos
en distintos conflictos, en fábricas metalúrgicas, de la madera, en algunos
frigoríficos de la zona, respetando siempre a los trabajadores activos y su
lucha y así hemos logrado impedir despidos. Nosotros dábamos nuestra opinión
y confluíamos en la lucha, pero los que dirigían eran ellos.
Ariel
Ogando: Los
trabajadores ocupados al menos tienen sus organizaciones sindicales, ¿cómo
hace un desocupado, o un pequeño grupo de desocupados para empezar a
organizarse?
Juan
Carlos Alderete: Hay
distintos caminos, hay que buscarlos. Primero nos tenemos que agrupar y después
comenzar a organizarnos, no importa en que organización estemos, lo que importa
es comenzar y después el camino, la vida nos va ir dando lecciones. Seguramente
nos vamos a equivocar porque nosotros no aprendemos de los libros, aprendemos de
la práctica y a través de la práctica es que nos vamos a ir agrupando y a lo
mejor vamos a estar de acuerdo con alguna agrupación, o a lo mejor nosotros
mismos hacemos nuestra propia organización.
Ariel
Ogando: ¿Cómo
ves la organización de los desocupados en las distintas provincias, qué puntos
en común encontrás y qué diferencias?
Juan
Carlos Alderete: Los
movimientos tienen sus particularidades y en algunos casos tienen, porque no
decirlo, su cultura. Nuestra cultura que está tan vapuleada por el Imperio, por
los propios gobernantes, hace que busquemos formas de poder expresarnos,
respetando las distintas experiencias de los pueblos, respetando su historia.
Nosotros siempre decimos que tenemos que buscar las formas de coordinar y
respetar las experiencias de cada lugar. Lo que sí es igual en todas partes es
el sufrimiento, los dramas que pasan nuestras familias.
Hay
un elemento interesante para tener en cuenta: la mayoría de los movimientos
arranca con una cantidad mayor de mujeres que de hombres. Las primeras que
comienzan la lucha, se aglutinan y juntan son las compañeras. Uno por ahí baja
los brazos y no le dan ganas de cambiar una lamparita y es la compañera que está
todo el día en la casa, la que sufre el pedido de alimento de los chicos y por
eso es la primera que se lanza a luchar en la calle, y después a medida que se
van logrando algunos triunfos parciales el marido empieza a entender de que la
única forma de conseguir algo, hasta conseguir la liberación, es luchando.
Siempre
nos agrupamos por la necesidad y en el camino, a los golpes, vamos a ir
aprendiendo como tenemos que llevar esto. Nosotros no venimos con teorías de
“café con leche”, esas no las oímos, no las escuchamos porque nosotros
partimos de la realidad y luchamos por lo que necesitamos. Eso puede parecer una
utopía, nos dicen nuevos sujetos sociales, y nosotros decimos que somos parte
del movimiento obrero y queremos volver a la fábrica, pero no somos ilusos,
nosotros vamos aprendiendo, vamos analizando, hasta donde nos da nuestra cabeza,
nosotros tenemos que aprender a analizar la política hasta donde nos da la
cabeza y usar los términos que nosotros usamos y que nos salen del corazón y
no en esos términos difíciles que muchas veces ni se entienden.
Es
un camino duro, sinuoso, no es lineal, es con bajas y altas, son los procesos
que están viviendo la mayoría de las organizaciones de desocupados del país.
Ariel
Ogando: Me
gustaría que me cuentes un poco cómo es este paso de ir de lo reivindicativo
-alimento, asistencia sanitaria, Planes Traabajar-, a lo político, a cuestionar
al sistema, a establecer alianzas con los trabajadores ocupados, etc.
Juan
Carlos Alderete: Lo
que pasa es que muchas veces no sale en la televisión, pero el corte de rutas
que hicimos durante 6 días en noviembre del año pasado, mostró que no sólo
pedíamos planes Trabajar, cuestionamos al gobierno y denunciábamos la política
que exigía el FMI para otorgar ese préstamo, que ya se anunciaba, ese préstamo
del blindaje. Denunciábamos el estado de las fábricas que presentaban la
quiebra y que el Estado se tenía que hacer cargo, hablábamos de la Constitución
Nacional, del artículo 14 bis y de que el Estado es responsable que tengamos
trabajo, vivienda y educación. Hemos denunciado la flexibilización laboral,
que esta política iba a traer más recesión, nuevos cierres de fábricas.
Nosotros
queremos volver a las fábricas, estos planes Trabajar y otros, los aceptamos
bajo protesta, para paliar la situación y para organizarnos, porque una cosa
son estos planes en manos de los punteros políticos y otra cosa en manos de los
compañeros que están luchando, ya que acá se busca que los compañeros
decidan la distribución y no que decida el político, el puntero.
Ariel
Ogando: ¿Cómo ves el futuro en función de esta política económica?
Juan
Cralos Alderete: Muy
negro, porque se va profundizando la crisis económica, y esto arranca desde la
dictadura militar hasta ahora, cada vez es más ajuste para abajo, más crisis
que nos hacen pagar a los de abajo. Nosotros decimos que esta crisis es mundial
y no se resuelve sosteniendo esta política económica, preocupándose por los
acreedores extranjeros, por el FMI. No se preocupan por los dramas que vive el
pueblo, de cómo tiene que salir el país de la recesión en que se encuentra,
no se preocupan de la salud, ni de la educación, por eso que el futuro lo vemos
muy negro. Por eso que nuestros hijos no tiene futuro si continúan bajo esta
política.
Por
eso luchamos y no queremos más ajuste. Sabemos que detrás de esto viene la
represión y estamos preparados, no tenemos nada que perder y no vamos a perder
lo que nos queda, la dignidad, eso no lo vamos a perder, y no vamos a perder, a
dejar que nos quiten el futuro de nuestros hijos, no está en juego un partido
de fútbol.
Ariel
Ogando: Ahora
estás en la provincia de Jujuy, en el Noroeste argentino, ¿cómo ves la
situación de los desocupados?
Juan
Carlos Alderete:
Lo primero manifestar el esfuerzo enorme que hacen los compañeros desocupados
del interior, ya que tuve la suerte que me inviten desocupados de algunas
provincias y veo que las economías regionales están en la quiebra total, veo
que la producción en las distintas regiones, acá el tabaco, por ejemplo, hace
que los pequeños productores estén en una encerrona tendida por los
monopolios, hipotecan las pocas hectáreas que tienen, las herramientas y eso
significa perder lo que le ha costado mucho. Con las economías regionales han
hecho un desastre tanto el gobierno nacional como los gobiernos provinciales,
por eso se siente mucho más el hambre y la desocupación en las provincias. No
digo que no exista en Buenos Aires, pero las provincias van a sufrir mucho más
con estas políticas ya que no hay un programa, ni una política para defender
la industria nacional.