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DESOCUPADOS Y CORTES DE RUTA EN EL NOROESTE ARGENTINO

 

Carlos "Perro"Santillan

 

Carlos “Perro” Santillán, dirigente de la Corriente Clasista y Combativa, 

habla sobre la lucha de los desocupados.

 

“Luchamos para terminar con la miseria

y la desocupación”

 

Por Ariel Ogando

 

El dirigente sindical Carlos “Perro” Santillán  nos habla de la situación de los trabajadores desocupados en el marco de la Asamblea Provincial de Delegados del Movimiento de Desocupados de la CCC,  mas de 100 representantes de los distintos rincones de la provincia de Jujuy se juntaron en el Club Cuyaya, se contaron sus problemas, discutieron políticas, planificaron estrategias de lucha, argumentaron a favor de la unidad de los trabajadores ocupados y desocupados buscando soluciones, salidas a su difícil situación.

En esta entrevista el dirigente máximo de la CCC rastrea los orígenes de esta crisis del desempleo en la Argentina a la vez que nos cuenta el comienzo de la lucha de los trabajadores desocupados. 

 

Cuando comenzás a visualizar la lucha de los trabajadores desocupados?.

Bueno, después de 1997, después del Cutralcazo, después del Jujeñazo que se dieron como luchas que presentaban en escena a los trabajadores desocupados de todo el país, vino una gran discusión en todas las organizaciones sindicales y políticas en torno a lo que significaba el tema del hambre en esos momentos. Creo que estas grandes luchas producidas en el año 97, desnudaron y pusieron en el centro de la escena,  a los desocupados, al hambre, y a los que en realidad empezaban a cuestionar este sistema, este modelo, con luchas a fondo como fueron estas grandes puebladas, no me quiero olvidar de Tartagal y Mosconi (Pcia de Salta).

Yo creo que a partir de allí surgió y se extendió, todo el movimiento de trabajadores desocupados. Por supuesto con subas y bajas ya que se desde el sistema se intentó “calmar los ánimos” y contemplar de alguna manera con paliativos toda esta situación nueva que se presentaba en la Argentina. Nueva pero intrínseca al modelo, nueva pero ya de antemano vista en otros países que habían aplicado estas mismas recetas, este mismo sistema.

 

Que les decís a aquellos que critican la aceptación de la ayuda social del gobierno y de los Planes Trabajar?

La corriente Clasista y Combativa después de muchas discusiones, porque estaba la discusión de la dignidad y la cuestión del hambre, estaba la cuestión de si recibir el bolsón de mercadería o el plan Trabajar o ir a fondo en la lucha por el trabajo en la fábrica, por la dignidad del obrero... entonces nosotros en varias discusiones en la mesa nacional, en las mesas regionales se nos planteó este problema, y tuvimos de alguna manera algún tipo de atraso en darnos cuenta de que teníamos que abordar el problema del hambre como uno de los principales temas de los compañeros desocupados. Es así que empieza la incorporación de los desocupados a la CCC como parte activa, como uno de los afluentes principales, reconociéndolos como parte del movimiento obrero, sabiendo principalmente que el trabajador ocupado es, en forma latente, el desocupado de mañana... si es que continúa esta política.

El gran salto de la Corriente vino de allí, de abordar este gravísimo problema, de ahí vino el crecimiento de todos los movimientos de desocupados del país de la CCC, abordando desde la lucha el arrebatarle los planes, sin dejarse comprar, sin dejarse deslumbrar por aquellos que te ofrecen el Plan Trabajar, o el micro-emprendimiento sino que eso es parte de los recursos del pueblo y tiene que volver al pueblo para mitigar en algo la situación de miseria y desesperanza que tiene el trabajador desocupado. Esta lucha empezó así y fue creciendo... lo mas avanzado que tenemos como CCC en el área de desocupados es la Matanza (Gran Buenos Aires), una organización horizontal donde los delegados son elegidos con mandato revocable, adonde hemos podido recrear los lazos solidarios en los barrios con los jóvenes, con las mujeres, donde el sistema para repartir los Planes Trabajar, los bolsones de mercadería,  es totalmente democrático con la única condición de la participación en la lucha de los que reclaman, de los que van a pedir.

En la Corriente Clasista y Combativa nosotros no ofrecemos nada, tenemos a la Corriente como una herramienta de lucha para afrontar esta situación gravísima que padecen millones hogares en toda la Argentina. 

Estamos organizados en todo el país con provincias que tienen mayor desarrollo que otras, con La Matanza que tienen un desarrollo mucho mayor, con el movimiento independiente de jubilados que también tomó en sus manos el tema de los desocupados y también tiene una organización de desocupados muy importante... creo que restaría  decir que nosotros no estamos con la sindicalización de los desocupados, no queremos “legalizar” la desocupación al sindicalizarlos a los trabajadores desocupados, sino que nosotros luchamos por trabajo digno con obra social, por un sueldo digno, por que se reabran las fábricas para aquellos que quedaron despedidos, luchamos para romper este sistema, luchamos para que haya una reconstrucción de un país que necesariamente preste atención a las capas que hoy están siendo postergadas, humilladas y pisoteadas por este modelo.

Si nos preguntan como es el auto-sostenimiento, decimos que la contribución es voluntaria... todo lo que se pueda hacer para denunciar, para romper este movimiento son todas falacias inventadas por el poder porque los desocupados van a ser los protagonistas y el detonante de la gran pueblada nacional que nosotros creemos.

 

Cuando visualizás, o cuándo surge la necesidad de nuclear , de incorporar a los desocupados a las estructuras de la Corriente?

Después de las explosiones del año 1997, donde nosotros participábamos apoyando no- más, no involucrados totalmente con el tema del trabajador desocupado, de allí surgió el debate, mas con las políticas que se venían aplicando a nivel nacional  de adonde surgía como un sistema de especulación financiero,  venía sobrepasando, destruyendo un país industrial, apoyamos una economía regional donde existan las posibilidades de un mercado interno fuerte, de poder tener algún tipo de cobertura, de protección hacia las necesidades de la gente. Vemos como los salarios congelados iban empobreciendo, inclusive al trabajador ocupado, todo esto tiene que ver con la aplicación de esas políticas que destruyeron no solamente al trabajador ocupado, con la rebaja salarial, con el tema de la flexibilización laboral sino a otros sectores y a otras clases sociales que tuvieron que salir a cortar rutas como los pequeños productores, ya sean estos tabacaleros, productores hortícolas, los productores del poroto en Salta... y bueno, la gran crisis del azúcar que se abrió con el MERCOSUR, aparte de la mecanización, como una nueva contingencia para la expulsión de la mano de obra, y me olvidaba de la minería que en zonas y provincias como la nuestra prácticamente desapareció.

Es así que llegamos a tener grandes contingentes y bolsones de pobreza, por ejemplo en nuestra puna, con cerca del 60% de desocupación!, o la zona del ramal con cerca del 45%  de desocupación, o la zona capital de Jujuy donde se poblaron los barrios y se produjeron asentamientos de toda esta expulsión de mano de obra, así es que tenemos el reconocimiento de que el 60% de nuestros jóvenes ni estudia, ni trabaja y cerca de un 31% de desocupación encubierta en lo que hace a la capital de Jujuy, es entonces cuando nosotros tenemos que salir y abordar este gravísimo problema, que no solo lo abordó la  Corriente Clasista,  hay otras organizaciones que también lo han abordado y con las que discutimos como la CTA. Nosotros luchamos contra la destrucción de este sistema que trae como consecuencia la desocupación.

No tenemos que ilusionarnos, no tenemos que creer que esto se termina mañana, desde la CCC levantamos que para terminar con esta política y con este sistema hay que hacer una pueblada nacional, levantamos un 17 de octubre, levantamos un Cordobazo, levantamos mas atrás lo que fue la rebelión de Tupac Amaru... son hitos que han ido quebrando sistemas de opresión y dominación hacia nuestro pueblo, en ese sentido nos ubicamos, por eso no nos deslumbramos con las elecciones porque la única manera de terminar con esta política, y si el gobierno continúa profundizando el ajuste terminar con este gobierno es una gran pueblada nacional, un “Argentinazo”, un “Cordobazo” o como lo quieran llamar los compañeros, pero creemos que la única manera de terminar con el oprobio, la miseria y la desocupación.  

 

 

 

 

Entrevista a Juan Carlos Alderete, dirigente del Movimiento de Trabajadores Desocupados de la Matanza, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC).

 

 

“Los desocupados

tenemos que buscar la articulación

con el movimiento obrero activo”

 

 

Por Ariel Ogando

 

 

Ariel Ogando: Contame cómo empieza el movimiento de Desocupados de La Matanza y cómo se enlaza esto con tu historia personal.

 

Juan Carlos Alderete: El movimiento de desocupados arranca con las promesas del presidente Menem que con las privatizaciones íbamos a estar mejor, se iban a resolver el drama del desempleo, el problema de la educación y la salud. El resultado fue todo lo contrario y conocido por todos, ya que a partir del año 1994/95 se empiezan a profundizar la desocupación y la crisis económica en el país, comienza a haber una cantidad cada vez mayor de despedidos de las fábricas, de las empresas privatizadas y del empleo público.

Muchos trabajadores pensaron que con la indemnización, comprando un remis, o poniendo un kiosco, se iban a salvar y no fue así. En mi caso quedo sin trabajo en 1995 con una desazón tremenda, encerrado en mi casa puesto que siempre trabajé, toda mi vida, trabajé en la industria textil, en la industria gaseosa, la lechera y en la industria metalúrgica, he sido camionero también.

Nunca había quedado desocupado. Mi último trabajo fue en el año 1995 cuando me despiden y pensé que al poco tiempo iba a empezar a trabajar. La realidad me ha demostrado de que no ha sido así y fue muy duro para mí y mi familia. Yo salía a buscar trabajo y me gastaba los últimos centavos, pasaba el tiempo y la realidad nos golpeaba duramente y uno se va encerrando y piensa que al único que nos pasa eso es a nosotros y no ve que son millones en el país que están sufriendo los mismos dramas que yo estaba sufriendo.

Luego surgen esos intentos de puebladas, chiquitas primero, en el año 1996, donde yo reflexiono y digo que no puede ser que siga encerrado y siga vendiendo cosas para seguir viviendo, cosas que me costaron mucho comprar, ya que a medida que pasaba el tiempo iba vendiendo artículos del hogar que había podido comprar con mi esfuerzo. Así logre entender que la lucha de los desocupados no era lo mismo que el reclamo de los jubilados, porque los jubilados podían hacer el reclamo en cualquier oficina del gobierno y no así el desocupado. Empecé a entender que primero nos teníamos que juntar y así comenzamos a juntarnos en un barrio que ya tenía historia. Era un asentamiento y allí luchamos muchos años por la titularización de las tierras, la situación dominial, hoy tenemos los títulos gracias a esta lucha de los vecinos. Primero, tratamos de juntarnos y hacer una reunión, éramos cuatro, cinco, después veinte, treinta, pero como no veíamos ninguna perspectiva de donde reclamar, eso también se achicaba.

 

Ariel Ogando: ¿Cuándo comienza a tomar forma esta organización de la que estamos hablando?

 

Juan Carlos Alderete: Las grandes puebladas, en el año 1997, en Cutral Có, Plaza Huincul y Jujuy nos llevaron a entender y de allí aprendimos muchísimo, a pesar de la derrota del movimiento de desocupados aprendimos mucho y vimos tanto las cosas buenas como las malas y así fue que decidimos organizarnos, unirnos y hacer un movimiento de desocupados para poder reclamar en forma colectiva y no en forma individual. De ese aprendizaje y de los errores de los compañeros aprendimos. No podemos partir de lo teórico, de lo ideológico sino que al revés, nosotros tenemos que ir a la práctica y de la práctica volver y empezar, nosotros, con nuestra cabeza a teorizar, nosotros mismos tenemos que elaborar nuestra propia teoría y así con la práctica fuimos aprendiendo, con errores, con muchos errores fuimos aprendiendo.

Comenzamos eligiendo comisiones en los barrios por los propios desocupados y con mandatos revocables, así nadie se siente dueño de tener a los compañeros y dirigirlos como se le antoja y de esta manera tampoco se permitía que traicionara o trabajara para el poder político o se vendiera para algún sector económico, o para desarmar lo que veníamos construyendo. Esto se impedía con las elecciones con mandato revocable eligiendo otro compañero.

En ese camino de organización nosotros hablábamos de la dignidad y renegábamos de los planes sociales y decíamos también que nosotros queríamos trabajar y que no queríamos saber nada con esos planes porque siempre fueron utilizados con fines políticos, para ganar elecciones, no lográbamos entender que estos planes logrados en Jujuy, en Cutral Có, fueron arrancados al gobierno con la lucha y obtener con la lucha estos planes sociales es distinto a que lo maneje un puntero político como hemos estado acostumbrado con los demás planes sociales. Fuimos elaborando, con teoría como dije anteriormente, qué criterio, qué tipo de organización deberíamos tener y que esta organización sea horizontal, que todos seamos iguales.

Fue necesario ir paliando la situación de hambre con estos planes ya que hasta allí comíamos gracias a los vecinos, a algún familiar que todavía seguía trabajando y es así que empezamos a entender que estos planes los teníamos que manejar nosotros y decidir, entre todos, la distribución y que trabajos hacer en nuestros barrios, ya sea para desmalezar, hacer zanjas, veredas, ya que en nuestros barrios cuando llueve no se puede salir y no se puede mandar los chicos a la escuela.

 

Ariel Ogando: ¿Cómo es el barrio donde vivís? Te lo pregunto para tratar de entender la realidad que te rodea.

Juan Carlos Alderete: Yo vivo en la provincia de Buenos Aires, en el Conourbano Bonaerense, para ser más precisos, tiene más de 9 millones de habitantes, vivo en La Matanza que tiene 1.800.000 habitantes, en la localidad de Gregorio de Laferrere que a su vez tiene 450.000 habitantes, en un “Barrio Dormitorio”, así le decimos porque allí existían fábricas muy importantes como la Mercedes Benz, donde trabajaban 6000 obreros y hoy hay 500, también estaba Acindar, una metalúrgica con 5000 obreros, hoy trabajan 300 obreros. Han desaparecido textiles de 1000 obreros como Textil Oeste o Textil Yute que tenía 600; desapareció la Volkswagen y centenares y centenares de fábricas y Laferrere era la zona de dormitorio de esos obreros.

Con los proyectos sociales tratamos de mejorar nuestra calidad de vida y así automáticamente pensamos en los hijos de los desocupados que no tienen acceso a una guardería, porque lamentablemente en toda esa zona las guarderías son privadas. Nosotros logramos construir una guardería que es totalmente gratuita, todo el mundo sale a pedir ayuda a las empresas y almacenes de la zona y así se le da de comer a mas de 180 chicos, se dictan cursos de capacitación en asuntos de salud y tomamos de esta manera en nuestras propias manos el asunto de la salud. Los profesionales de la Sala de nuestro barrio dictan los cursos y hoy tenemos mas de 300 compañeros que son agentes de salud y que han hecho el curso de un año.

 

Ariel Ogando: ¿Cómo empieza la lucha y cuáles fueron los primeros conflictos?     

Juan Carlos Alderte: Bueno, en 1996 tenemos un conflicto en el que algunos barrios y más de 300 desocupados vamos a la plaza de San Justo donde estuvimos más de tres días reclamando alimentos y trabajo a las autoridades municipales. Nosotros fuimos por el hecho político, para reclamar y repudiar lo que nos estaba pasando, pero ahí aprendimos una cosa, que teníamos que discutirles de igual a igual a los funcionarios y que los funcionarios tenían que bajar a los lugares, a esa olla popular a discutir.

En el segundo conflicto nos fue mejor, conseguimos 70 puestos de trabajo del programa del gobierno provincial. Cincuenta compañeros tomamos el municipio más grande de la provincia de Buenos Aires durante 18 horas, eso nos dio una fuerza muy grande. En el siguiente conflicto cortamos las rutas, en 1997; el gobierno, en represalia, nos incendia un club, una guardería que teníamos los desocupados, por medio de patotas. Eso tuvo una repercusión nacional ya que nosotros salimos a denunciar, y salimos a denunciar al Programa Vida (del Ex Gobernador Duhalde) en donde las manzaneras, no todas, exigían a los compañeros ir a aplaudir a algún candidato, en ese momento, la candidata era la mujer de Duhalde.  En base a estas denuncias y a la lucha es que les arrancamos 200 puestos más de trabajo, así nos empezamos a juntar más barrios, ya éramos nueve.

Así empezamos a discutir la organización y nos juntábamos todos los sábados en asamblea a discutir la situación nacional, la situación política y la situación en la que nosotros nos encontrábamos, esas asambleas eran de 300/350 compañeros. Eso se fue ampliando y así fuimos confluyendo con otras luchas y otros reclamos, como fue la lucha de los docentes por aumento de salarios, en la que nosotros pedimos escuelas nuevas en el distrito. Luego lo hicimos con los compañeros de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), donde salimos a luchar junto con ellos entendiendo que nosotros los desocupados tenemos que buscar la articulación con el movimiento obrero activo. Tiene que haber una unidad entre los desocupados y los ocupados para combatir la política de “ellos”, que tiende a que nos enfrentemos pobres contra pobres, empleados contra desempleados, hemos estado luchando con los pequeños industriales y los pequeños comerciantes de la zona, lo que pasa es que estos compañeros al principio no entendían, nos daban globitos, panchos y gorras, no entendían que nuestro apoyo era político, ellos no querían quemar gomas y después entendieron que nuestra lucha, como la de ellos, era contra este modelo.

Confluimos en distintos conflictos, en fábricas metalúrgicas, de la madera, en algunos frigoríficos de la zona, respetando siempre a los trabajadores activos y su lucha y así hemos logrado impedir despidos. Nosotros dábamos nuestra opinión y confluíamos en la lucha, pero los que dirigían eran ellos. 

 

Ariel Ogando: Los trabajadores ocupados al menos tienen sus organizaciones sindicales, ¿cómo hace un desocupado, o un pequeño grupo de desocupados para empezar a organizarse?

Juan Carlos Alderete: Hay distintos caminos, hay que buscarlos. Primero nos tenemos que agrupar y después comenzar a organizarnos, no importa en que organización estemos, lo que importa es comenzar y después el camino, la vida nos va ir dando lecciones. Seguramente nos vamos a equivocar porque nosotros no aprendemos de los libros, aprendemos de la práctica y a través de la práctica es que nos vamos a ir agrupando y a lo mejor vamos a estar de acuerdo con alguna agrupación, o a lo mejor nosotros mismos hacemos nuestra propia organización.

 

Ariel Ogando: ¿Cómo ves la organización de los desocupados en las distintas provincias, qué puntos en común encontrás y qué diferencias? 

Juan Carlos Alderete: Los movimientos tienen sus particularidades y en algunos casos tienen, porque no decirlo, su cultura. Nuestra cultura que está tan vapuleada por el Imperio, por los propios gobernantes, hace que busquemos formas de poder expresarnos, respetando las distintas experiencias de los pueblos, respetando su historia. Nosotros siempre decimos que tenemos que buscar las formas de coordinar y respetar las experiencias de cada lugar. Lo que sí es igual en todas partes es el sufrimiento, los dramas que pasan nuestras familias.

Hay un elemento interesante para tener en cuenta: la mayoría de los movimientos arranca con una cantidad mayor de mujeres que de hombres. Las primeras que comienzan la lucha, se aglutinan y juntan son las compañeras. Uno por ahí baja los brazos y no le dan ganas de cambiar una lamparita y es la compañera que está todo el día en la casa, la que sufre el pedido de alimento de los chicos y por eso es la primera que se lanza a luchar en la calle, y después a medida que se van logrando algunos triunfos parciales el marido empieza a entender de que la única forma de conseguir algo, hasta conseguir la liberación, es luchando.

Siempre nos agrupamos por la necesidad y en el camino, a los golpes, vamos a ir aprendiendo como tenemos que llevar esto. Nosotros no venimos con teorías de “café con leche”, esas no las oímos, no las escuchamos porque nosotros partimos de la realidad y luchamos por lo que necesitamos. Eso puede parecer una utopía, nos dicen nuevos sujetos sociales, y nosotros decimos que somos parte del movimiento obrero y queremos volver a la fábrica, pero no somos ilusos, nosotros vamos aprendiendo, vamos analizando, hasta donde nos da nuestra cabeza, nosotros tenemos que aprender a analizar la política hasta donde nos da la cabeza y usar los términos que nosotros usamos y que nos salen del corazón y no en esos términos difíciles que muchas veces ni se entienden.

Es un camino duro, sinuoso, no es lineal, es con bajas y altas, son los procesos que están viviendo la mayoría de las organizaciones de desocupados del país.

 

Ariel Ogando: Me gustaría que me cuentes un poco cómo es este paso de ir de lo reivindicativo -alimento, asistencia sanitaria, Planes Traabajar-, a lo político, a cuestionar al sistema, a establecer alianzas con los trabajadores ocupados, etc.

Juan Carlos Alderete: Lo que pasa es que muchas veces no sale en la televisión, pero el corte de rutas que hicimos durante 6 días en noviembre del año pasado, mostró que no sólo pedíamos planes Trabajar, cuestionamos al gobierno y denunciábamos la política que exigía el FMI para otorgar ese préstamo, que ya se anunciaba, ese préstamo del blindaje. Denunciábamos el estado de las fábricas que presentaban la quiebra y que el Estado se tenía que hacer cargo, hablábamos de la Constitución Nacional, del artículo 14 bis y de que el Estado es responsable que tengamos trabajo, vivienda y educación. Hemos denunciado la flexibilización laboral, que esta política iba a traer más recesión, nuevos cierres de fábricas.

Nosotros queremos volver a las fábricas, estos planes Trabajar y otros, los aceptamos bajo protesta, para paliar la situación y para organizarnos, porque una cosa son estos planes en manos de los punteros políticos y otra cosa en manos de los compañeros que están luchando, ya que acá se busca que los compañeros decidan la distribución y no que decida el político, el puntero.

 

Ariel Ogando: ¿Cómo ves el futuro en función de esta política económica?

Juan Cralos Alderete: Muy negro, porque se va profundizando la crisis económica, y esto arranca desde la dictadura militar hasta ahora, cada vez es más ajuste para abajo, más crisis que nos hacen pagar a los de abajo. Nosotros decimos que esta crisis es mundial y no se resuelve sosteniendo esta política económica, preocupándose por los acreedores extranjeros, por el FMI. No se preocupan por los dramas que vive el pueblo, de cómo tiene que salir el país de la recesión en que se encuentra, no se preocupan de la salud, ni de la educación, por eso que el futuro lo vemos muy negro. Por eso que nuestros hijos no tiene futuro si continúan bajo esta política.

Por eso luchamos y no queremos más ajuste. Sabemos que detrás de esto viene la represión y estamos preparados, no tenemos nada que perder y no vamos a perder lo que nos queda, la dignidad, eso no lo vamos a perder, y no vamos a perder, a dejar que nos quiten el futuro de nuestros hijos, no está en juego un partido de fútbol. 

 

Ariel Ogando: Ahora estás en la provincia de Jujuy, en el Noroeste argentino, ¿cómo ves la situación de los desocupados?

Juan Carlos Alderete: Lo primero manifestar el esfuerzo enorme que hacen los compañeros desocupados del interior, ya que tuve la suerte que me inviten desocupados de algunas provincias y veo que las economías regionales están en la quiebra total, veo que la producción en las distintas regiones, acá el tabaco, por ejemplo, hace que los pequeños productores estén en una encerrona tendida por los monopolios, hipotecan las pocas hectáreas que tienen, las herramientas y eso significa perder lo que le ha costado mucho. Con las economías regionales han hecho un desastre tanto el gobierno nacional como los gobiernos provinciales, por eso se siente mucho más el hambre y la desocupación en las provincias. No digo que no exista en Buenos Aires, pero las provincias van a sufrir mucho más con estas políticas ya que no hay un programa, ni una política para defender la industria nacional.

 

 

 

 

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