Ya no te espero
Husmeando tras la ventana hipnótica
Con tus cabellos irradiando
Fosforecentes tinieblas
Como las luciérnagas
Que guiaban al mamífero roedor
Decapitado en sueños suicidas
Y montones de anocheceres oblicuos.
Ya no me esperes
Desde tus cartas corregidas
Tus poemas sicotrópicos cabalgantes
Tus besos entrecortados calcinados
De púrpura y virgen vergüenza
De sentirse bestia
Con el cuervo encañonado
Reptándote por ahí
En los cuadros vacíos
Ded tu risa perpleja.
Dejo a tu animal enorme
A tu batracio verde lunar
Asustado en tus faldas blancas,
Tu mueca doblegada en algún tiempo
Lavada con las mismas neon-chances de siempre
Y por cartelones que aborrecen las minúsculas.
Sin embarho el ojo oculto
Empedernido lagrimeante
Te despide con un hasta pronto mohoso
Pero te deja muy colgada
piel azul
antes que sangres al partirte
la ventana cerrada/ abierta a la vez
con el viento trasparente y vulgar
de esa tu atmósfera
inexistente
total
Ericko