PROYECTO BOGOTÁ
(Escrito de Gustavo Zalamea) (Escrito de María Tereza Guerrero) |
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Giulio Carlo Argan
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Hay que transformar la Ciudad en una Utopía.
Bogotá. Abril de 1994.
GUSTAVO ZALAMEA.
Con gran entusiasmo observamos y disfrutamos durante los
meses de junio y julio de 1994 en la Galería Sextante el "Proyecto
Bogotá", la propuesta de Gustavo Zalamea, en la cual desarrolla
los temas a través de las instalaciones y la pintura, elabora maquetas,
trabaja la serigrafía y emplea a su vez los medios impresos. Dentro
de esta variedad plantea y une coherentemente el cuestionamiento espacial,
urbano, social y artístico, sobre la actual ciudad capital.
No es fácil encontrar artistas que interpreten con ojo crítico
y directo toda la problemática del espacio urbano, reuniendo la
historia sangrienta y dolorosa por la que ha pasado y seguirá pasando
nuestra ciudad, y recogiendo acertadamente los sucesos como una variedad
de casos que se viven día a día.
Zalamea construye imágenes que nos llevan a reflexionar angustiosamente sobre la estética del deterioro urbano, sobre lo que vivimos, y nos cuestiona acerca de qué tanto hacemos para salir del caos. No se trata de un artista encerrado en su torre de marfil, produciendo cosas bellas al margen de la realidad, Por el contrario, Zalamea esta inmerso en el suceso, posee el ojo de analista que le permite ver más allá de la superficie, penetra hasta llegar a la esencia, manifiesta su poder de denuncia, para radiografiar la condición de la ciudad.
En "Proyecto Bogotá", Zalamea resume en gran parte su trayectoria,
sus intereses y sus habilidades. La ciudad y el tema político habían
sido una constante en su obra: en el pasado, la asumía dentro de
un escenario pasivo de referencias arquitectónicas e inspiraciones
poéticas; ahora concibe imágenes irreales y superpone dos
realidades, creando conciencia crítica mediante la construcción
de escenas utópicas. Temáticamente ha fortalecido su pasión
por la ciudad y nos invita a que trabajemos realmente para hacer de Bogotá
una ciudad más humana, haciéndonos un llamado de atención
ético, crítico y poético.
Bogotá se diluye en medio de la antiplaneación, se desboca
irrefrenablemente en el crecimiento y no existe lógica o ley capas
de organizarla.
Integrando los medios empleados anteriormente con los conceptos tomados
de la actualidad, unidos a símbolos cargados a su vez de ferocidad
y locura, arma y defiende la condición del artista como encargado
de transmitir y anticipar en este universo cargado de demencias y disparejo
en su organización. Sumada a estas habilidades y conceptos esta
la destreza adquirida en el manejo de las imágenes gráficas,
expresión desarrollada con gran presición durante el tiempo
que trabajó como diseñador del periódico la Prensa,
y en aquellos periódicos que habían insertado en su obra
a principios de los ochenta. Aquí todo tiene sentido, todo está
entremezclado, todo esta armado como un rompecabezas. Zalamea incursiona
en la pintura, la serigrafía, el objeto- imagen y las maquetas,
medios diversos que le ayudan a lanzar un grito de auxilio por la ciudad.
"Proyecto Bogotá" sale al encuentro del espectador en "tarjeta postal",
un formato de fácil acceso, que penetra rápidamente en un
público más amplio.
Zalamea a manifestado siempre - y de diversas maneras- su compromiso
con la ciudad, la política y la sociedad. En esta muestra surgen
las ideas con las que construye realidades - irrealidades, de una conciencia
poética, política y educadora, queriendo invadir creativamente
el espacio urbano y suplantar el caos por la ciudad utópica. Razón
tiene el artista al proponer que "los artistas no deberían solamente
impugnar este ambiente, ni limitarse a proponer consumos distintos al margen
de las normas imperantes, sino intentar articular proyectos que tengan
alguna incidencia sobre la configuración al futuro. Al estructurar,
al definir formas, al diseñar, al ordenar, el artista tiene el poder
de pensar una realidad distinta y mejor, el compromiso de buscar, con los
medios que estén a su alcance, procesos artísticos y comunicativos
sobre los que se pueda construir el tejido de una verdadera ciudad. Porque
está no es únicamente labor de los arquitectos y urbanistas.
Si la ciudad se extingue, los artistas serán los primeros en desaparecer
con ella".
En ese sentido, es apropiada en la selección de la cita de Giulio
Carlos Argan, como encabezamiento de la descripción que acompañó
la muestra: "La ciudad ya no es portadora de valores sino de noticias;
ya no es una construcción histórica si no un sistema de información
manipulado según oportunismos momentáneos".
Con gran fuerza y claridad se sucede un inmenso desplome que analiza
la condición actual de agobio e impotencia ciudadana; es aquí
donde espera - a través del arte y por el arte - rescatar lo perdido.
La obra "Ejecutivo Feliza" se convirtió en premonición sobre
un hecho real sucedido en la capital - hombres secuestran bus ejecutivo
y violan en el a dos mujeres -. En "Homenaje a Melville" la ballena simboliza
la desmesura que caracteriza a Bogotá. Maquetas como "Naufragio"
- que parte de los desordenes y dispares acontecimientos políticos
que constantemente pasan a las sesiones del congreso - y "Bogotá",
son ejemplos de una gran eficacia en las soluciones y de una enorme capacidad
conceptual. El montaje de la muestra presenta varias imágenes de
la ciudad a través de obras como: "Escuadra", "Trancón",
"San Jorge y Monserrate", "Mar en la Plaza".
Las propuestas de fotomontajes para las tarjetas postales son imágenes
consistentes y precisas de la catástrofe y el caos que sumerge al
transeúnte, invadiendo el espacio público. Ningún
artista ha tomado tan en serio la ciudad como Zelamea, quien vibra con
lo urbano, entretejiendo constantemente las actividades del artista y del
crítico. Pocos artistas tienen la capacidad de asumir a cabalidad
y plena conciencia artística, trabajos que reúnan con fuerza
visual el carácter ideológico y la intención agitadora.
Gustavo Zalamea pronostica encuentros artísticos en "Paradero Louise
Nevelson", envuelve el dolor y los hechos trágicos de la violencia
colombiana en "Plaza de Bolívar inundada por el mar", del entronque
de dos realidades encauza una tercera como la mejor metáfora del
nivel de absurdo en una nueva realidad. Su deseo no es sólo construir
imágenes, sino producir sentimientos de apropiación de la
ciudad en el ciudadano.
"Proyecto Bogotá" no está programado para quedarse en
las galerías. Con las tarjetas postales espera conseguir una difusión
y una proyección de vasto alcance. Se trata de un proyecto
que crecerá y se desarrollará en la medida en que otros artistas
participen en la creación y difusión de imágenes relacionadas
con la ciudad.