Diario de ruta:
Mazatlán, México, Jueves 3 de junio de 1999. |
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As usual, el cybermendigo ataca de nuevo. Hagan click en este autito y haganme ganar (todavia no se como) 50 centavos. Exploren, que segun las reglas del juego, es la unica manera de que valga el click.
Revisa mis libros de cine (las peliculas del Festival de Tarantino estan aqui)
Ah, mira. Mira las noticias.
pero definitivamente, como me cuentan, esta pagina se ve mal en cualquier Mac.
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ESTAS LINEAS LAS ESCRIBO DESDE MAZATLAN, MEXICO. Estoy en un cafe virtual, en un mall, cagado de calor, porque aunque afuera está chispeando, hace unos 28 grados y no hay aire acondicionado. Estoy en Mexico, y la verdad, aunque no tengo fotos, la única manera que tienen para poder confirmar que estoy acá es viendo que este teclado tiene eñes. Puedo escribir baño. Niño. Coño, etcétera. Tengo poco tiempo, así que voy a escribir rapido. Voy a tratar de resumir lo que ha pasado la última semana. El domingo 23 de mayo, Rebecca tenía que venirse para Monterrey, donde vive su señora madre. Mamá Lupe, o La Jefa, como la llama su hija, es una adorable señora mexicana, media mística, que podría ser un símbolo del resumen de culturas en una sola persona. Mamá Lupe, o Tía, como chilenamente la llamo yo, prepara gorditas con mano de monja, y despues te conversa de la guerra en Kosovo con mas información que nadie, porque siempre esta viendo CNN y leyendo The Economist. Por lo que se, Mama Lupe ademas habla inglés y hebreo, le gusta leer Carlos Castaneda, y tiene eso lado medio místico, chamanístico, ultramexicano, amable y abierto que ella expresa con esas carcajadas largas y contagiosas que siempre esta soltando. Como Mamá Lupe se enteró que su hija viajaría sola a Mexico, deslizó por teléfono el comentario que si yo la acompañaba, ella nos esperaría en Monterrey con burritos. Yo lo pensé 30 segundos, dije que bueno, arme una mochila enana con lo justo, y partí a la aventura. Luego de 6 horas en auto, nuevamente cruzamos la frontera sin que nadie me pidiera un papel. El trámite es latero, largo, no sirve de nada, asi que Rebecca me dijo que si me preguntaban, yo era mexicano. "De Tabasco", me recomendó, "porque está super lejos en el sur y nadie sabe como es el acento de la gente de allá". Cruzamos la primera barrera, y yo me sentía en Berlin Oriental 1949. Nadie nos dijo nada. Luego pasamos por un segundo control, y Rebecca tuvo que parar y bajar el vidrio.
-¿De donde viene, señorita? -le preguntó un abuelo con bigotes, de uniforme azul. ASÍ QUE SOY COMO UN ESPALDA MOJADA, PERO AL REVÉS. Problemas no han habido, y no creo que hayan, porque como dice Rebecca, México es el país más libre del mundo. Si quisiera, yo podría irme al campo y vivir allí toda mi vida como ranchero y nadie se daría cuenta, y nadie me pediría papeles. Claro, también podría morirme y si Rebecca no anduviera conmigo tampoco le importaría a nadie, ni siquiera a la policía que casi son como los clichés que muestran en las peliculas gringas, que nunca pescan y si uno les cuenta que lo asaltaron, se ríen.
La sorpresa mas grande que tuve en el viaje fue cuando Rebecca me dijo que yo era un insoportable. En serio. Más encima, me confesó que ella no puede estar mucho rato con nadie, que se desespera, empieza a encontrarlo odioso hasta en lo más mínimo, y que eso le pasaba especialmente conmigo, porque yo la... "tocaba" y a ella no le gusta que la toquen. Es decir, cuando uno dice "hola" y toca un hombro, o toca el codo para indicar algo que ves en un centro comercial. Rebecca decía que yo la estaba tocando mucho. Yo le dije que no lo podía evitar, pero que iba a tratar, y desde ahí sentí ganas de no verla más. Por eso me vine a Mazatlán, solo, por mi cuenta, por un par de días. Todo suena bastante antipático, pero me he divertido mucho despues de conocer otros dos personajes que entraron a escena: el hermano mayor de Rebecca, Kenneth, y Adolfo, amigo de Mamá Lupe, ambos pintores, y este ultimo, una especie de Tufo intelectual que toma desde la mañana y siempre está lanzando comentarios inteligentes y absurdos. En Durango, donde la mamá de Rebecca tiene un rancho donde me quedé, todos nos fuimos a una vinata a buscar mezcal recien hecho, y compramos 20 litros, a 2,5 dolares el litro. Eran las tres de la tarde, yo me tome unas tres o cuatro copas y ya estaba ebrio, como toda la concurrencia que nos acompañaba en una mesa discutiendo de poesía con un profesor universitario, y alguien sacó unas fotos con una cámara digital, y nos reimos, y vimos las pinturas de Adolfo, y Adolfo le regaló unas pinturas a Rebecca, y pasaron otras miles de cosas, pero por la cresta, me tengo que ir. Uf. Creo que no puedo escribir más. Este es el peor reporte que he escrito, pero en media hora no se puede hacer más.
You can´t lose what you never had-
Amor. Expulsion. Revolucion. Ya viste Rushmore?
nunca te enamores de tu chiste
Me senté dos dias a ver DirecTV en la casa de Durango y vi Medianoche, y TVN. |
Presentacion
Un paseo con Alis
Vida en internet
Mi vida lo-ca
Rebecca
La clase con Linklater
Real de 14 y la realidad
Slacker?
Barton Springs 78704
La casa nueva
Lo siento, como pueden ver he estado alejado
un poco de los computers, asi que no tengo link para hoy. Por lo menos no un link computacional, pero voy a aprovechar este espacio para dar otra clase de link, el de mis nuevos datos postales:
Cartas, regalos, postales y partes de matrimonio los recibo ahora en
Desde ya, cualquiera que se considere mi amigo y ande por Austin esta cordial y sinceramente invitado a que pase por mi casa. El tour por la ciudad es gratis.
Nunca me llama nadie, pero por si a alguien le interesa, mi nuevo telefono es (512) 441-3700. La grabadora funciona siempre, y salen unos charros riendose, gentileza de Rebecca (ya le voy a gastar el nombre tanto que hablo de ella).
Eso. El correo electronico, ingratos, ya lo saben:
Muchas cosas que me pasaron en
Austin ya las conte antes y me da lata repetirlas. Aqui van los relatos
de esos correos que ya mande. Solo cuento lo que se puede contar:
I want
to believe in UFA
Una noche
en los Oscar (22 de Marzo de 1999)
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