click!

Bueno, esto es para terminar con las excusas. Esta no es la mejor colección de fotos. Son sólo fotos de la ciudad, de lo cotidiano de Austin. Varias las saqué en un ejercicio con cámara digital. En la de acá arriba estoy con mi nuevo amor: mi Canon Rebel, que compré usada por una baratija y que funciona increíble. La amo. De ella ya pondré fotos, que ahora no las he podido escanear.

Acá abajo van las primeras fotos. Para agrandarlas solo hay que hacer un click sobre ellas. En los próximos días esta pagina se verá mejor.


Auxilio: Austin es básicamente un lugar seguro, pero de vez en cuando se pasean tipos medios sicópatas por el campus por las noches, y para esos casos se ocupa esto: una alarma automática, que si te hicieron algo, vas, apretas el botón y llegan los pacos al instante. Supongo que suena una sirena y se activa la baliza, pero ni idea porque nunca he visto una funcionando. Están en todas partes, eso sí.


Echando la hueva: frente a la torre de la universidad, está six pack, que es un conjunto de seis edicifios de facultades instalados en torno a este mini prado (el nombre viene de la manera gringa de denominar a las cervezas en lata cuando vienen en grupos de seis). Acá todo el mundo se queda echando la hueva, durmiendo o tomando sol entre las clases. Algunos juegan freesbee (¿se escribe así?), otros leen, otras tocan música medieval y cuentan chistes. Acá no se ve, pero sentado desde acá se puede ver el Capitolio, la sede del gobierno del estado de Texas (Austin es la capital del Estado), cuya cúpula es identica a la del verdadero Capitolio que hay en Washington, aunque acá se cachetonean porque esta es seis metros más alta.


Micros, no menos hediondas que en Santiago: el transporte público en Austin apesta, y no sólo es un decir. Aunque es gratis para los estudiantes, y hay micros que te llevan a todas partes, el servicio es lentísimo y en algunas rutas pasan casi cada cuarenta minutos, lo que las hace poco prácticas. Es por eso que para andar en Austin lo mas recomendable es tener auto (aunque tambien es imposible encontrar estacionamiento cerca de la universidad), o mejor, bicicleta, que se pueden llevar en los buses, en una pequeña parrilla que tienen en la parte delantera. Ah, en todo caso al final uno casi nunca toma micros, porque siempre huelen a una poco agradable mezcla de detergente limpiador y vagabundo, quienes son sus pasajeros más frecuentes.


Dobie TheatreDobie Mall: el Dobie Mall es un mall alternativo que queda en el área de la universidad. Por mall alternativo me refiero a un mall donde todo los locales están enfocados a las necesidades de esos 50 mil estudiantes de UT que pululan por todas partes. En el Dobie está el University Federal Credit Union, el banco de la universidad (que es como el Banco del Estado en Chile, casi no te cobra por tener la cuenta -aunque éste es mas eficiente- y es el que hace prestamos a estudiantes); hay tiendas de comics, fotocopias, libros usados, videoclubs, solarium, tienda de tickets para conciertos y hasta el patio de comida ofrece alternativas macrobióticas o de comida vietnamita. Las dos primeras fotos corresponden al Dobie Theatre, un multicine de cuatro salas muy bacán que ofrece sólo películas cine-arte, en salas reducidas y que es lo mejor que uno puede hacer cuando tiene horas muertas entre clases.


En guardia: las ardillas son animales poco confiados en general (a diferencia de las palomas, que acá poco menos se te paran en la cabeza de lo patudas y molestosas que son) pero muy divertidos, y si uno lo piensan son ratones políticamente correctos, porque en rigor sólo andan comiendo las mismas basuras que cualquier roedor. Algunas son juguetonas, otras no te pescan, la mayoría son muy tontorronas: varias veces me he encontrado con ardillas totalmente aplastadas en el pavimento por no saber cruzar la calle. Quedan como sopaipillas. Más planas incluso.


Los novios!: esta foto ya la publiqué antes pero me gusta. Fue en el matrimonio en Dallas, cuando salía la pareja de la iglesia y toda la gente estaba tirando las burbujas. No hay mucho más que agregar. Como diría Pablo Castro: bonito.


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