Quisiera esconder la
angustia
Quisiera esconder la angustia
tras estos trazos
ocultar sus verdades en las
letras de un lápiz que
se pierde en el mar de su azul
Transparento las emociones
incólumes del encierro
la lectura arroja cambios sustanciales
No es ausencia
ni el principio o fin en un beso
es tan sólo la posibilidad
de las diferencias
En el musgo queda atrapado el rocío
-albergue natural de ese llanto-
No es confusión
sólo se trata de una realidad distinta
Pero ahora
esa tristeza que regalas
rasga mi sonrisa
y en jirones convierte
el papel de estos versos.
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Cae la tarde
Cae la tarde
la luz se desliza
recorre cada secreto, cada doblez,
cada deseo,
se torna húmeda, tibia.
Sigue la luna
y entre la pureza de su brillo
se deja caer,
perdiendo una a una las barreras.
Se arman los ejércitos
el universo tiembla
una y otra vez
Tiembla,
surge de las profundidades
un manantial de vidas,
se confunden entre fragancias bulliciosas
Van y vienen las explosiones
mueren y nacen muchos
se liberan y son atrapados,
la humedad se hace patente.
Ya es hora, la oscuridad abandona sus dominios,
en la habitación quedan dos cuerpos sudados
no existen, ya no son,
sólo un destello de fuerza
se percibe en el espacio,
se desdibuja y toma forma de silencio.
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Deja caer el telón
Deja caer el telón
ya el acto terminó
Pasa, atrévete
he estado esperando
Sí,
estas llagas son tuyas
ese llanto te pertenece
El silencio, la ausencia
que aquí contemplas
los creaste fragmento a fragmento
Pasa, no tengas miedo
reconócete en la distancia
en el salitre que corroe
nuestras entrañas
¡Cómo cambia la belleza
Cuándo tienes el valor de entrar!
Ven, toma una silla
hay espacio
has construido tantos
que casi se derrumba tu fachada
ya resulta difícil construir puentes
Anda, reúne tus jinetes
toma la soberbia en la mano
descubre con ella la verdad
de tus dolores
Disculpa, sólo he estado contigo
demasiado tiempo
Siempre lo has sabido
Todas estas simas están llenas de ti
pero te es mejor mantenerlas
en el baúl, atadas
Para qué enfrentar esos molinos
Al final son visiones,
aletazos de imaginación
Para qué descorrer las persianas
la verdad del día puede cegar
Aquí estás, finalmente
Tú y yo
descubriéndonos,
aceptando la distancia que nos separa
los abismos por destruir
los surcos grabados en la memoria
el pincel que recorre las esencias
Es tiempo de reconstruir.
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