EL MOMENTO DE ALCALÁ :: ANTES

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Olga R. Muñoz.

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Un paseo por siglos de piedra universal

Las huellas de Alcalá denotan el notable papel desempeñado en la Historia de la Humanidad

"Vuelven a aparecer las colmenas de casas y, de repente, se presenta, Alcalá de Henares, la literaria v vetusta Alcalá de Henares que, en la parte que se enseña, parece un suburbio de Los Angeles de California. El centro de la ciudad es ya otra cosa, con su Puerta de Madrid, con sus iglesias y cuarteles, con sus murallas, sus viejos edificios, su Universidad, sus escudos heráldicos, sus soportales, su quiosco de la música y su Círculo de Contribuyentes. Hay un refrán que dice: riqueza vieja es la nobleza." Así describió a la ciudad complutense el galardonado con el Premio Cervantes y Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela en su "Nuevo Viaje a la Alcarria" de 1986. Y con ese "centro" de la ciudad " lleno de conventos, claustros, cigüeñas, murallas, palacios, artesonados, patios o capillas de gran interés cultural que el Ayuntamiento y Universidad solicitaron ante la UNESCO la prestigiosa declaración de Alcalá como Patrimonio Universal de la Humanidad. La milenaria ciudad, con huellas de esplendoroso y brillante pasado, ahora reconstruidas; cuna de santos y mártires, de tres culturas de las que todavía quedan importantes signos y "madre" del escritor de todos los tiempos, de la lingüística y la formación humanística o de reyes "intelectuales", tiene en su haber otras distinciones: Conjunto Nacional Histórico, siete bienes declarados culturales y Premio Europa Nostra por su labor de rehabilitación, Ahora ambas instituciones se han encargado de "tachar" la imagen industrial que le pesa desde hace décadas para convertirse, como antaño, en el centro de las miradas del mundo.

"Situada a 30 kilómetros de la capital del reino y a orillas del río que toma su nombre..."Así podría iniciarse una exacta pero aburrida biografía de lo que desde hace ocho siglos se llama Alcalá de Henares. "Convertida en las últimas décadas en un importante núcleo industrial de la Comunidad de Madrid", añadiría el texto. Su imagen presenta para el forastero, e incluso para el oriundo que desconoce su pasado, un frío y agresivo aspecto de ciudad dormitorio, donde se levantan construcciones mastodónticas repletas de viviendas que hacen daño a la vista y desfasadas fábricas que invitan a pasar de largo y huir del lugar. Pero, gratamente para los naturales y por sorpresa para los visitantes, tras el aspecto sombrío y gris de una ciudad industrial se esconde un Conjunto Histórico Nacional, según declaró el Ministerio de Educación en 1968, que durante siglos ostentó el gran esplendor de una época del panorama nacional y que tras una década de vasta recuperación -de momento inadvertida en el escenario español- pretende traspasar fronteras y ser ejemplo de encanto y vitalidad universal.

No es un sueño, fue la ilusión que conjuntamente emprendieron la Universidad y el Ayuntamiento,con sus responsables a la cabeza, Manuel Gala y Bartolomé González, y que se plasmó en un compromiso por relanzar cultural y turísticamente la ciudad.

Se trató de la firma de un convenio en materia de patrimonio urbano y arquitectónico que ha venido desarrollando 9 proyectos para potenciar lo que antaño fue paraíso cultural y que, tras un período de decadencia, pretende hacer resonar el nombre de Alcalá de Henares en el último rincón del mundo. Supone, en definitiva, la continuación del Convenio Multidepartamental que en 1985 apoyaron numerosas administraciones municipales. regionales y centrales para recuperar el patrimonio monumental que, en gran medida, había tenido usos universitarios y cuya labor obtuvo en 1994 el reconocimiento del Consejo de Europa al otorgar a la Universidad el Premio Europa Nostra.

El acuerdo incluyó también la solicitud a la UNESCO de la declaración de la ciudad como Patrimonio Universal de la Humanidad ¿Sonaba pretencioso? A Unamuno no le hubiera sorprendido: "... en ciudad tan gloriosa, hay mucho que sentir y que aprender..." escribió hace más de un siglo en el Noticiero Bilbaíno. Tampoco la idea le sonó extraña al rector, que aseguraba que "Alcalá no debe tener ningún pudor en reclamar un reconocimiento internacional", sobre todo cuando "durante largo tiempo ha estado infravalorada de manera escandalosa", añadió.

Para conseguir la meta "universal", los arquitectos e historiadores comenzaron a idear los argumentos que presentarían ante el máximo organismo encargado de proteger el patrimonio cultural y conseguir una distinción que hasta el momento disfrutaban sietes ciudades españolas: Toledo, Salamanca, Cáceres, Santiago de Compostela, Ávila, Cuenca y Segovia. Conseguirlo no era fácil No en vano, explica el arquitecto del Ayuntamiento, Cristóbal Vallhonrat, "España es uno de los países que mayores declaraciones ha conseguido de UNESCO, por lo que sus líneas de admisión de proyectos apuntan ahora a otros países con el fin de diversificar las distinciones". Por ello en los informes no debía faltar un detalle que pudiera descartar la posibilidad que se perseguía.

En el caso de Cuenca, una de las últimas localidades que había enviado el legado de su historia a la UNESCO para obtener su atención y protección, el documento de la petición tardó en redactarse más de un año. La memoria incluía cientos y cientos de folios, fonografías, cartografías e informes variados que se guardan en un cajón de metro y medio de largo. El catedrático de Geografía Humana de la Universidad Complutense, Miguel Ángel Troitiño, director de los trabajos de la solicitud que presentó la ciudad manchega, aseguraba que Alcalá poseía también las cualidades y requisitos que exige la UNESCO para, al menos, estudiar la propuesta municipal: una ciudad histórica y viva, que ha ejercido una influencia considerable un período determinado y que aparece directa o materialmente asociada a acontecimientos y obras artísticas y literarias que tienen una significación universal excepcional. Además, y según explica el arquitecto Vallhonrat, responde en gran parte de su concepción, material y ejecución, al valor de autenticidad que goza de mecanismos de protección, como el Plan Especial del Casco Histórico.Aparte de los títulos que tiene en su haber la ciudad complutense desde hace varios años -siete monumentos ya han sido declarados bienes culturales de interés nacional (Palacio Arzobispal, Convento de las Bernardas, Catedral Magistral, fachada de la Universidad, Ermita de Santa Lucía y las murallas), entre otras distinciones existen"poderosos" argumentos que hacían sospechar del presumible apoyo de la UNESCO a los intereses alcalaínos. Y es que su presidente, Federico Mayor Zaragoza, doctor honoris causa por esta Universidad hace dos años, ha mostrado en varias ocasiones su interés por las calles y plazas que se alzaron tras lo que fue Complutum.

DE COMPLUTUM A 1996

Y mientras los expertos comenzaban a describir minuciosamente la larga historia complutense, para "convencer" a los gobiernos Regional y Central -que deben asumir previamente las candidaturas ante la UNESCO- tiene usted tiempo para dar un rápido paseo por cuarenta monumentos de gran belleza y trascendencia artística de una Universidad brillante por sus maestros y alumnos y de un legado que guarda fielmente los avatares de romanos, árabes, judíos y cristianos.

Ya en el Neolítico, existen datos sobre los primeros asentamientos humanos "alcalaínos" cuyos restos se encuentran en los cerros que la rodean, Ecce-Homo y El Viso, tal y como apunta la Visita de Alcalá de Henares realizada por Arsenio Lope Huerta y Vicente Sánchez Moltó, quienes definen a la ciudad de 1996 como "crisol de civilizaciones, cauce de culturas y espacio abierto a todos los vientos del mundo".

Con el nacimiento de la antigua Complutum, una urbe romana que duraría más de cuatro siglos, se alcanza el primer signo del esplendor y grandeza y cuya importancia "se mantendría durante la época visigótica". Los yacimientos arqueológicos demuestran su importancia. Y tras Complutum, los musulmanes construyeron una fortaleza en las orillas del Henares, que con el tiempo será conocida como Al-Kala Nahar (El Castillo del Henares) que daría nombre a la futura ciudad. La llegada de los cristianos supuso una destrucción y una nueva construcción en lo que desde entonces fue su emplazamiento definitivo en torno al santuario de los Santos Niños, hoy Catedral Magistral, "una villa amurallada en la que convivieron en armonía durante siglos las tres culturas".

Desde entonces hasta nuestros días una larga lista de personajes históricos han atravesado sus calles y han albergado en los numerosos y singulares edificios que la caracterizan en los que todavía hoy se guardan las huellas de sus pasos: los Reyes Católicos, Cristóbal Colón, el cardenal Ximénez de Cisneros o filósofos, religiosos, científicos y literatos como Quevedo, Tirso de Molina, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Francisco de Nebrija, Mateo Alemán, San Juan de la Cruz o San Ignacio de Loyola entre otros.

Pero sus plazas han sido también cuna de otros tan destacados como Juan Ruiz Arcipreste de Hita, Catalina de Aragón, reina de Inglaterra; Fernando I de Bohemia, emperador de Alemania; el arquitecto Pedro Gumiel; el gran intelectual y político presidente de la II República española Manuel Azaña. Y cómo no, el más universal de todos los hijos complutenses, el Príncipe de los Ingenios, Miguel de Cervantes, sin duda la mejor tarjeta de presentación para la ciudad.

Pero el carácter de Alcalá está marcado por la presencia de su Universidad, un edificio cumbre del Renacimiento español por su realización y originalidad y cuya fachada fue declarada bien de interés cultural nacional. Hace ahora seis años se celebró el VII Centenario de los Estudios Generales que el rey Sancho IV fundó en Alcalá, piedra de la Universidad fundada por Cisneros en 1508 cuando se incorporaron los primeros estudiantes a las aulas. El cardenal habla iniciado entonces el impulso de la ciudad a través del Colegio Mayor de San Ildefonso y a partir de él comenzaron a levantarse hasta 18 colegios menores, un hospital universitario y numerosas viviendas.

La ruta, que tras una década de labores de rehabilitación y restauración, ha recuperado los antiguos usos universitarios con que fueron alzados incluye el actual Patio Trilingüe (Hostería del Estudiante), el Paraninfo o los colegios de San Pedro y San Pablo (Rectorado), Sta. Catalina, Jesuitas (hoy Facultad de Derecho), San Felipe, de León, Colegio del Rey (sede del Instituto Cervantes), San Basilio, Santo Tomás (posteriormente cárcel de hombres), Carmelitos Descalzos, Málaga, (que alberga los estudios de Filosofía y Letras), entre otros.

Las razones e ilusión no faltaban. La decisión dependía de la UNESCO.

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El inicio del proceso

La aventura comienza en junio del 96, cuando Manuel Gala y Bartolomé González, rector de la Universidad y Alcalde respectivamente, firman un convenio de colaboración para recuperar el olvidado patrimonio monumental y empezar los trámites para solicitar el título de Ciudad Patrimonio a la UNESCO. Los expertos empiezan a recabar toda la información necesaria.

El siguiente paso era contactar con el ICOMOS, organismo delegado por la UNESCO para supervisar y asesorar a las candidaturas. Desde el principio ICOMOS muestra su interés por Alcalá y recomienda centrar el expediente en la importancia de la Universidad y su influencia en el desarrollo de la lengua.

La primera prueba de fuego fue la presentación de la candidatura en el congreso que ICOMOS celebró en Bulgaria, donde recabó el apoyo de los 4000 congresistas procedentes de 90 países diferentes.

Por su parte el pueblo y los medios de comunicación volcaron su entusiasmo en el proyecto mediante el Manifiesto de Alcalá. En sólo cuatro meses había recabado la firma de más de 150 asociaciones y entidades. Uno de los apoyos morales y económicos más sólidos fue el gobierno regional, sin olvidar a la Asamblea de Madrid o el Senado, en el que se aprobó por unanimidad el respaldo a la candidatura de Alcalá.

Tras recabar toda la documentación la comisión mixta formada por el Ayuntamiento y la Universidad viajan hasta la sede de la UNESCO de París para presentarla. Tras estudiarla durante seis meses, el arquitecto asesor de la UNESCO Didier Repellin visita Alcalá para evaluarla.

Ya sólo quedaba esperar a que la UNESCO debatiera la candidatura el mes de diciembre. Sin embargo, los apoyos más fuertes a la candidatura de Alcalá estaban por venir. Fue durante la entrega del Premio Cervantes a Cabrera Infante cuando Su Majestad Don Juan Carlos, el presidente del gobierno, José María Aznar, y la ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, mostraron su respaldo incondicional. La suerte estaba echada. Era cuestión de tiempo.

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Los promotores

AYUNTAMIENTO :: BARTOLOMÉ GONZÁLEZ
Tras 12 años de gobierno socialista y después de un turbio asunto de corrupción, el Partido Popular accedió a la alcaldía en 1995 a través de González, convirtiéndose en uno de los alcaldes más jóvenes de la Comunidad con 27 años. Ingresó en las filas del PP con sólo 19 años y su intensa labor en el partido le obligó a dejar la carrera de Empresariales en 2º curso. Su gestión de la ciudad ha sido valorada por los alcalaínos por encima del 7, lo cual le hace sentirse optimista en la reelección. Asegura que no utilizará el Título como moneda electoral porque lo considera como "éxito de todos los alcalaínos".

Sus actuaciones más notables en el ordenamiento urbano han sido la remodelación de la plaza de San Diego, la peatonalización del casco antiguo y el Convenio de Colaboración con la Universidad para relanzar la ciudad.

Pero también cuenta con fracasos como la crisis de la legionella, que tuvo en vilo a la población durante el verano del 97.

Del talante del alcalde se puede decir que tiene un espíritu conciliador y puede presumir de que en su mandato se ha dado el menor número de manifestaciones y las que han tenido lugar se han solucionado en poco tiempo y con unánime acuerdo, como el realojo en Espartales, la recuperación del vertedero o las tarifas del antiguo cementerio.

El propósito de González es dar a la ciudad un nuevo aire, tanto industrial como cultural, y convertir al turismo en primera fuente de ingresos.

UNIVERSIDAD :: MANUEL GALA
Si Alcalá fue la inspiración de Cisneros para ejercer como su protector y crear la universidad a finales del siglo XV, es ahora, finalizando el XX cuando vuelve a ejercer de musa para el actual Rector, Manuel Gala, persona innovadora, con visión, amplia formación intelectual y amante de su trabajo. Posee una trayectoria repleta de actividades, títulos académicos y honoríficos, cargos profesionales, publicaciones... Lo que resalta con mayor satisfacción es que le gusta la Universidad, a la que ha dedicado a ella toda su vida. Gala tiene experiencia empresarial previa que intenta aplicar a su gestión y su estancia en Estados Unidos, estudiando el doctorado y de Institute Professor, han ampliado sus puntos de vista. Estuvo 5 años en la Complutense y 7 en la Autónoma y es el decano de los rectores españoles, con 15 años en Alcalá tras la reelección del año pasado.

Gala quiere que la suya sea una buena universidad en el mundo, pero nunca la mejor. En el plano personal, le gustaría empezar a dedicar más tiempo a sí mismo, leer, hacer otras cosas, pasear...

Gala se siente orgulloso del 12% del casco antiguo de la ciudad que le corresponde gestionar. Para él, solamente haber recuperado el Colegio de San Ildefonso, ya es motivo de satisfacción. Y aunque no tiene un cálculo muy preciso del porcentaje de lo que fue la universidad en el siglo XVII, cree haber recuperado la mayor parte porque lo que Gala pretende con el título es defender el concepto, no el patrimonio.

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FITUR, el mejor escaparate

El mundo es grande y tiene tantos y tan diversos lugares de interés que es difícil pensar que todos pueden estar reunidos y dispuestos para ser apreciados en un único punto de encuentro. Pero la Feria Internacional del Turismo pretende ser precisamente ese espacio que recoge lo mejor de los cinco continentes para ofrecérselo a los amantes del intercambio cultural y a aquellos que sientan inquietud por cruzar las concretas fronteras de sus países, encantados de lanzarse a conocer mil y un rincones maravillosos distribuidos por todo el planeta. Entre ellos, se encuentra la ciudad complutense, que fue motivo de curiosidad de los miles de visitantes que no quisieron perderse la feria en el Parque Ferial Juan Carlos I de Madrid. Durante tres años consecutivos, Alcalá participa en esta cita ineludible para los promotores del turismo nacional e internacional así como para los potenciales turistas.

En esta última oportunidad, la cara de la ciudad que eligieron los responsables complutenses tenía unos rasgos ciertamente especiales: mostraban la auténtica personalidad de Alcalá para merecer el reconocimiento por parte de la Unesco del título de Patrimonio de la Humanidad. En el puesto de Alcalá los visitantes podían dejar su firma en apoyo de la consabida concesión de la Unesco.

Los jóvenes ataviados con las ropas típicas de la época cervantina que se encargaban de la atención al público, les entregaban un obsequio: un puzzle magnético con varias imágenes alcalaínas. Los visitantes, que se volcaron firmando el respaldo al nombramiento, recibían además una bolsa con folletos, planos, marcapáginas, revistas... O lo que viene a ser lo mismo, una completa información sobre los más importantes atractivos que podían hallar en los lares complutenses, incluidas sugerencias y detalles con los que se intentaba hacer una invitación difícilmente rechazable. No en balde, Fitur es un escaparate esencial a juicio de la concejala de Turismo de Alcalá para "la distribución de la imagen de la ciudad. Es la mejor vía. Estamos dentro de la feria de turismo más importante de España y la segunda del mundo", aseguraba. Pero, ¿se percibe un incremento de visitas después de estas gigantescas exposiciones? "Sí, en general cuando se hace cualquier acto de comunicación aumenta el número de turistas", contestaba. Otra de las llamadas de atención que se hacía a los asistentes a Fitur en la parada de Alcalá era el juego "Entra en Alcalá y saldrás ganando", con preguntas acerca de la historia de la ciudad.

Durante tres años la empresa Promoción turística se ha ocupado del montaje y funcionamiento del stand en Fitur. José Vicente Pérez, uno de sus miembros, había previsto unas diez mil firmas de apoyo a Alcalá en su camino a conseguir el galardón de la UNESCO. Sin embargo, en vista a la excelente acogida que la propuesta estaba teniendo, los cálculos empezaron a tambalearse al alza. Fitur es el mejor escaparate dentro de un amplio proyecto por el turismo", declaró José Vicente Pérez.

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La candidatura

Universidad y Recinto Histórico de Alcalá de Henares

España.Comunidad Autónoma de Madrid. 40° 28' 53" N, 3° 22' 05" W. Inscrita en 1998.

Criterios: C

Justificación para la inscripción:

Criterio II: Alcalá de Henares fue la primera ciudad diseñada y construida únicamente como sede de una universidad, y sirvió como modelo para otros centros de aprendizaje en Europa y América.

Criterio IV: El concepto de la ciudad ideal, la ciudad de Dios (Civitas Dei), fue la primera expresión material dada en Alcalá de Henares, desde donde se difundió al resto del mundo.

Criterio VI: La contribución de Alcalá de Henares al desarrollo intelectual de la humanidad se expresa en su materialización de la Civitas Dei, en los avances lingüísticos que tuvieron lugar, no menos en la definición del lenguaje español, y a través de la obra de su gran hijo, Miguel de Cervantes y su obra maestra, Don Quijote.

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Resumen de los valores

Ciudad Universitaria Ciudad de Dios Ciudad de la Lengua
La primera de los valores alegados es la Universidad, a punto de cumplir su V Centenario de vida. Nació gracias al Cardenal Cisneros, que trajo a los más eruditos profesores y que hizo de Alcalá un punto de referencia en la cultura europea de la época. La ciudad creció alrededor de los Colegios. Con la Desamortización de Mendizábal muchos edificios quedaron abandonados pero el mismo pueblo de Alcalá a través de la Sociedad de Condueños se encargó de recuperarlo y mantenerlo. Se dijo de Alcalá que era la ciudad con más densidad de monasterios del mundo. Sólo hay otra Catedral con el título de Magistral en el mundo. Estos son dos de los valores materiales de la religión en Alcalá, pero subyacía la significación de Civitas Dei típica de la Contrarreforma, que serviría de modelo a América Latina. La Guerra Civil destruyó importantes edificios religiosos como la Catedral de Santa María o el Palacio Arzobispal, pero el significado de los conjuntos no sería destruido. La última de las condiciones se relaciona con la repercusión cultural de Alcalá. Aquí se reúnen grandes momentos de la cultura escrita, como la Biblia Políglota o la Gramática de Nebrija, además de ser sede de la intelectualidad del Siglo de Oro y cuna de Cervantes. En la actualidad Alcalá sigue desempeñando su papel con la entrega del Premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura castellana y siendo sede del Instituto Cervantes, encargado de la difusión de la lengua y cultura españolas.

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