Aviso: NO tiene ©, así que puedes utilizarlo como quieras, pero por favor, cita la fuente. La documentación para este artículo está sacada del Diario de Alcalá y algunos textos se parecen bastante...;)
Olga R. Muñoz.
La candidatura tuvo el respaldo unánime del Comité Mundial de Patrimonio
La noticia se supo en el municipio por boca del alcalde, Bartolomé González, a las 11.15 horas, cuando llamó desde Kioto (Japón). La designación estuvo a punto de no producirse ayer, porque las discusiones en la UNESCO se alargaron mucho y parecía que la sesión iba a acabar antes de que se consideraran las candidaturas españolas.
No fue así y el alcalde pudo, a través del teléfono, com-partir con sus compañeros de Alcalá una decisión que hace del municipio un enclave con protección internacional, como otras ocho ciudades españolas.
Mientras la alegría inundaba Alcalá, el consejero de Educación y Cultura, Gustavo Villapalos, anunciaba que la Comunidad invertirá, en los próximos ocho años, 10.000 millones de pesetas en un plan de rehabilitación del centro histórico. Este plan, según señaló Villapalos, incluirá la restauración de más de 80 edificios; la construcción de una nueva vía de circunvalación y la ampliación de las zonas peatonales. «Nos ha costado tres años de esfuerzo, pero ha merecido la pena».
El presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, por su parte, dijo que la decisión de la UNESCO sitúa a toda la Comunidad de Madrid en «la vanguardia del futuro» y a Alcalá, «en la capital cultural».
Según comentó el primer edil alcalaíno, «el apoyo a la candidatura de los representantes de la UNESCO de México y Ecuador ha sido muy importante para que la declaración se produjera».
La alegría no era injustificada, ya que el nombramiento de Alcalá como ciudad Patrimonio de la Humanidad es el título más importante que recibe el municipio desde que en 1687 Carlos II le otorgase el título de ciudad.
El camino para lograr la declaración tampoco ha sido fácil. Han pasado dos años desde que el alcalde y el rector de la universidad se pusieran de acuerdo para impulsar la candidatura.
La justificación es clara. Un casco antiguo plagado de edificios y emplazamientos históricos, en los que se había realizado una importante labor de conservación y todo el bagaje de la localidad como ciudad universitaria.
Carlos Vallhonrat, técnico municipal que ha participado en la elaboración del expediente presentado a la UNESCO, asegura que Alcalá merecía el título: «Es la ciudad de la lengua y del saber».
El nombre de la ciudad japonesa no se olvidará fácilmente en el municipio que, a partir de ahora, no será Alcalá de Henares, sino Alcalá del Mundo, según señalaban ayer algunos concejales. Su casco histórico es ya objeto de especial protección, por lo que se podrán pedir ayudas internacionales.
También se potenciará el sector turístico. Así lo señalaba Marta Viñuelas, concejal de Turismo, antes de partir hacia Japón.
Junto con Alcalá de Henares, la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad parte del centro histórico de Oviedo y el arte rupestre del Mediterráneo que se encuentra en la Península.
No había preparado casi nada "para no llevarse un batacazo si no lo conseguíamos" según el alcalde, por lo que la celebración en caliente fue un tanto rudimentaria. Todo lo contrario de lo que se preparó una semana después: Els Comediants hicieron de Alcalá la ciudad del diablo y del fuego. A todo el mundo le gustó, pero como en todo, también hubo críticas.
Nada menos que 180 botellas de cava se consumieron en apenas una hora en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, tras conocerse la noticia. Tanto en Kioto como en Alcalá, la reacción fue similar. Mientras en la antigua capital japonesa el portavoz de IU y miembro de la delegación, José Miguel Polo, resumía su sensación con la sentencia: «Ha sido como un orgasmo», en la ciudad de Cervantes la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos no podía reprimir las lágrimas.
Desde el Ayuntamiento, la noticia saltó a la calle. Además de los cohetes que se tiraron desde el edificio consistorial, las campanas de la Iglesia Magistral repicaron durante 15 minutos, esparciendo por la ciudad la buena nueva. Aunque las puertas del Consistorio se abrieron de par en par, la afluencia de los vecinos no fue excesiva debido, tal vez, a que se trataba de un día laborable.
Por contra, la actividad municipal se paralizó, mientras los funcionarios convertían los pasillos en una auténtica fiesta y entonaban canciones que hacían mención a Alcalá. Para celebrar el título, el primer edil y el rector rompieron el protocolo para abrazarse con fuerza en varias ocasiones. No fueron los únicos en hacerlo, toda la delegación llenaron de feli-cidad la sala adjunta a la habitación de conferencias. Tras conocer la sentencia el nerviosismo se transformó en sentimentalismo y tanto la concejala de Turismo como el alcalde rompieron a llorar.
Para continuar la celebración la delegación organizó una cena conjunta. La versión oficial es de dos botellas de champagne, pero nadie ha hablado de la caja de sidra El Gaitero que llevaba la delegación. Todo junto llevó a los celebrantes a entonar el himno de Alcalá tras escuchar las intervenciones de los representantes. La fiesta continuó en una de las habitaciones del Hotel Miyako.
SIETE DÍAS DESPUÉS... de que el Consejo Mundial de Patrimonio declarara Alcalá Ciudad Patrimonio de la Humanidad, medio centenar de "demonios" convirtió el casco antiguo en un auténtico infierno de bengalas, fuegos artificiales, percusión y títeres gigantes. El ayuntamiento encargó al grupo teatral Els Comediants que lo anunciara de esta guisa. Los ciudadanos, los verdaderos protagonistas de la celebración, 70.000 según cálculos policiales, la jornada de mayor concentración de ciudadanos en las calles del centro.
El Alcalde se dirigió brevemente a los vecinos concentrados en la plaza de los Santos Niños y de Santa Lucía con motivo del estreno de la nueva iluminación de la Magistral. Como el "programa" iba con retraso y el frío arreciaba, el regidor se limitó a felicitar y agradecer a los alcalaínos su participación. El Obispo Manuel Ureña, que minutos antes había presidido una misa en el Monasterio de las Bernardas, sacrificó su discurso en aras del espectáculo, que empezó con la iluminación de la torre de San Justo, siguió con el repique de campanas y concluyó con el Gaudeamus igitur de las corales, solapado por los primeros petardazos. A partir de ese momento, el infierno.
Els Comediants se mezcló con el público y puso en marcha su ritual de pólvora y tambores. Desde algunos balcones e incluso desde la torre de la Catedral se rociaba a la multitud con centellas y pavesas. La procesión demoníaca enfiló por la calle Mayor la Plaza Cervantes, que se convirtió en punto de encuentro de la multitud y el apogeo del espectáculo con demonios, músicos, bailarines y monstruos que recrearon el solsticio de verano.
Pero el fin de fiesta necesitaba todavía algo más espectacular: 300 kilos de pólvora repartidos en la Plaza de San Diego, Cervantes, el campo de la Paloma y el colegio de Caracciolos que explotaron durante seis minutos, haciendo del cielo alcalaíno un verdadero espectáculo. Por suerte, las fuerzas de seguridad no tuvieron que intervenir en ningún momento.
TARDE, OSCURO Y ANTICONSTITUCIONAL
Una vez más, ha quedado demostrado la falta de reflejos y originalidad de la Concejalía de Festejos, encargada de organizar los primeros actos, dejando lo último a auténticos profesionales. Para muestra, un botón: se tardó más medio día en contratar un coche para que todos los alcaínos supieran la buena nueva y, cuando se hizo, todos presenciaban la llegada del Real Madrid a la Cibeles.
Además la financiación no ha quedado muy clara. Desde el ayuntamiento se asegura que ellos no han dado ni un duro, que han sido las empresas Seragua y Urbaser las que se han hecho cargo de las facturas, aunque no se ha hecho público todavía el monte total de las operaciones.
Y para terminar, topamos con la Iglesia: IU asegura que la misa que se incluyó en los actos "va contra la Constitución", así como que no se consultase a la oposición la elección de Els Comediants y, sobre todo, que estos festejos no hayan estado acompañados de "algún tipo de actividad cultural e informativa, sobre todo entre los escolares y los universitarios".
En definitiva, para gustos...
Para el último peldaño de los trámites se desplazaron a Japón los principales precursores del proyecto. La delegación alcalaína estaba formada por representantes del Ayuntamiento y la Universidad. Se esperaba que unieran fuerzas pero tuvieron una agenda diferente y sólo coincidieron en el momento de la declaración, lo cual fue duramente criticado.
El 29 de Noviembre la delegación alcalaína partió hacia Japón, pero no lo hizo junta ni en su viaje coincidieron salvo en la deliberación. Aunque no hubo excusas oficiales, una de las explicaciones es que querían que así la promoción y los intercambios fueran dobles.
La delegación universitaria tenía en su agenda viajar a Tokio para reunirse con el equipo rectoral de la Universidad de Sofía y establecer comunicaciones sobre un marco de colaboración en materia de Relaciones Internacionales. El martes fueron a Kioto a reunirse con el Icomos. Miércoles y jueves, días previstos para la deliberación, coincidieron con los representantes municipales en Kioto, mientras que el viernes visitaron Nara y el sábado Parque España, desde donde cogieron el avión de regreso.
Por su parte la delegación municipal llegó el lunes a Osaka y al día siguiente visitaron Ueno, con la que se realizó un intercambio cultural en el que destaca el acuerdo de dar a conocer en España al poeta Basho. Con el título ya en la mano, el jueves se acercaron hasta Nara, de donde no pudieron traerse un hermanamiento debido a la "fobia" nipona por la improvisación. El viernes se acercaron a conocer Parque España y el sábado volvieron a España.
La llegada a Barajas tampoco fue conjunta. Según IU se debería haber actuado conjuntamente en Japón, pero una vez el título bajo el brazo se olvidaron estos pequeños detalles que tanto dieron que hablar a los medios y políticos.
TODOS LOS QUE FUERON
Por parte municipal, el alcalde Bartolomé González; la concejala de Turismo Marta Viñuelas; el portavoz municipal del PSOE, Pablo González; el portavoz municipal de IU, José Miguel Polo; el portavoz de Nueva Izquierda, Javier Ocaña, y el arquitecto Cristóbal Vallhonrat.
Por la parte universitaria, el rector Manuel Gala; el vicerrector de Infraestructuras, Manuel Mazo; la gerenta Olga Rius y el Director del Instituto Español de Arquitectura, Joaquín Ibáñez.
Por parte de la Administración central y autonómica, estuvieron en Japón el director de Patrimonio de la CAM, José Miguel Rueda y el director general de Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Benigno Pendás. Asimismo la candidatura complutense fue respaldada por la presidenta del Icomos en España, María Rosa Suárez.
Recuperación del patrimonio e infraestructuras, claves de un proyecto de futuro
La concesión del título ha traído a Alcalá una época de vertiginosos cambios que se va a manifestar en un ambicioso programa de actuaciones que se desarrollará en el trascurso de la próxima década, con la colaboración de la Comunidad de Madrid y la Administración central. Este plan estratégico es, de cualquier manera, una iniciativa obligada, pues la Unesco seguirá con rigor todas las intervenciones que se lleven a cabo, desde talar un árbol a restaurar un edificio, con el fin de preservar y potenciar la ciudad.
Sus claves son, en cualquier caso, pasan por prestar atención a la recuperación del patrimonio y la promoción turística; el aumento de infraestructuras y las mejoras en los distritos. Las promesas de inversiones no se hicieron esperar y el mismo día de la noticia Gustavo Villapalos ofreció 10.000 millones de pesetas para la mejora de la ciudad. Acto seguido el alcalde y el rector le tomaron la palabra y empezaron los trámites para la creación de un Consorcio de Gestión que estará dirigido por el Ayuntamiento, con el asesoramiento de la Universidad, CAM y Ministerio de Cultura mediante el cual se distribuirá el dinero.
Este consorcio seguirá los pasos del que ya existe en Santiago de Compostela y será la "herramienta previa a la articulación de un Real Patronato". Si seguimos el borrador de los estatutos, las funciones serán "facilitar a las administraciones la infraestructura necesaria e impulsar y coordinar la ejecución de acuerdos y proyecto". En cuanto a su funcionamiento será muy simple: tres órganos de gobierno que se dividen en consejo de administración, presidente y gerente. Asimismo se dispondrá de consejos asesores formados por expertos para consultas específicas. Una de los puntos fundamentales es la gestión de la inversiones, que intentará repartir las inversiones de forma racional en tiempo y modo.
Pero, tras este maremágnum administrativo, se esconde el deseo de los promotores: que se acabe con las chapuzas, que la ciudad recobre aún más si cabe su puesto en el mundo de la cultura, que los alcalaínos tomen parte activa de las actividades de la ciudad, que la universidad amplíe sus titulaciones gracias a los edificios que se restaurarán y, sobre todo, intentar hacer de Alcalá un foco de interés turístico para que sea la principal fuente de ingresos de la ciudad.
En definitiva, un progreso acelerado que probablemente requeriría más calma es su diseño.
Que la declaración de Alcalá ha sido un éxito, nadie lo duda, incluso un poco excesivo. Cuando la petición se configuró como iniciativa, nada se dijo sobre quien dio el primer paso . El riesgo de la negativa por parte de la Unesco era alto y si se daba, estábamos ante un fracaso y si se producía, había que dejarlo huérfano.
Pero una vez alcanzada la meta, ¿cómo compartir la gloria ? IU se apresuró a reproducir un debate en el pleno del Ayuntamiento de 1992 en el que los conejales de IU piden que Alcalá fuera candidata, pero fue rechazada por seis votos a favor y veinte en contra.
El PSOE, por su parte, que parecía aletargado, mostró buenos reflejos insertando un anuncio el mismo día de la noticia de la concesión, en el que recuerda cómo en 1985 se firmó el Convenio para recuperar edificios históricos y en 1991 se aprobaba el Plan General de Ordenación Urbana.
Reconozcamos que hay padres próximos y lejanos: desde los esfuerzos del alcalde Félix Huerta para traer al menos un trozo de la Universidad expoliada, el aliento de Fernando Sancho para afianzarlo, el instinto de UCD al conseguir crear la Universidad de Alcalá...
Dejando atrás la historia, el caso es que el alcalde ahora, advertido por los mentados anuncios para que "que no se coloque la medalla en la solapa", ha señalado que el mérito es de los alcalaínos. Políticamente. la declaración es inteligente pero la conclusión es falsa. Con el perfil de ciudad dormitorio durante mucho tiempo ha logrado un cambio de imagen aún inconcluso merced a la presencia de la Universidad y a sus primeras generaciones de títulos expedidos en un proceso social interesante.
En fin, el hecho verificable es que Alcalá tiene un fundamento histórico y un núcleo central urbanístico que supera las pruebas de la Unesco. Junto a esto, hay una Alcalá periférica que presenta muchos elementos inquietantes del urbanismo más deshumanizado Y en el plano humano, hay que dotarse de grandes dosis de fe y de paciencia para lograr que eso protagonistas a los que el alcalde concede benévolamente el mérito terminen siendo acreedores no sólo a vivir en una CPH, sino a hacerla su patrimonio efectivo y merecerlo.
Por ello, personificar en el alcalde Bartolomé González y en el rector Manuel Gala la principal expresión de gloria no es mal negocio si a cambio asignamos a ambos la responsabilidad principal de impulsar un proceso de cambio que suponga la integración en la ciudad, sus canales de información, alentar sus procesos educacionales desde la escuela para lograr una identidad cultural compartida. El reto consiste en que, aunque hagan falta unos años para medirlo, se pueda percibir un antes y un después sobre la forma de vida y conducta social en la colectividad que forma una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Desde que empezó la aventura de conseguir el título, Alcalá recibió todo tipo de palabras de ánimo para seguir en la brecha. Tras el fallo positivo del Comité Mundial los apoyos se convirtieron en felicitaciones. Desde el primer español hasta el último ciudadano mostraron su alegría.
"Alcalá merece ser Patrimonio de la Humanidad". Estas fueron las palabras con las que Su Majestad el Rey mostraba su apoyo a la candidatura. Nada más recibir la buena noticia la Casa Real mandó un telegrama de felicitación al Consistorio y la Infanta Doña Cristina declaró sentirse feliz por el nombramiento y quiso hacerlo extensivo a todos los ciudadanos.
También el mundo político se volcó en el proyecto. Los presidentes de los órganos de representación política, ya sea el gobierno nacional con Aznar, el regional con Ruíz Gallardón, la Asamblea con Van Halen, el Congreso con Trillo o el Senado con Luís María Huete, dieron empujones decisivos a la candidatura y, llegado el momento de celebrarlo, fueron los primeros en mandar mensajes al Ayuntamiento y medios de comunicación.
El único que legó tarde a todo fue el Ministerio de Cultura de Esperanza Aguirre, que retrasó su apoyo e hizo temer por la no presentación ante la Unesco de la candidatura, ya que era este organismo el que tenía que hacerlo.
Otras figuras políticas que no quisieron perderse el nombramiento fueron Pedro Núñez Morgades, Aleix Vidal Quadras, Miguel Boyer, José Barea, Joaquín Leguina, o Javier Arenas.
Dentro del mundo cultural también se le dio un importante empujón a la carrera internacional de Alcalá. Guillermo Cabrera Infante, Luís María Ansón, Pedro Laín Entralgo o Carlos Alvar, entre otros, mostraron su interés en el proyecto alcalaíno.
Mención especial requiere el consejero de Educación y Cultura Gustavo Villapalos, que mostró su apoyo moral y material a la hora de prometer inversiones multimillonarias para mejorar el aspecto de la ciudad, aunque también se le reprochó su falta de iniciativa y cooperación en el momento de celebraciones o difusión por el resto de la comunidad de la noticia.
El alcalde Bartolomé González y el rector Manuel Gala han agradecido las muestras de cariño, en especial las de la Casa Real y la Presidencia del Gobierno, pero no quieren dejar fuera al pueblo que ha mostrado su interés y confianza desde el primer momento.
Asimismo, González pidió que se concretaran las ayudas prometidas y para ello se servirá del Consorcio de Gestión que ha creado en colaboración con la Universidad, Comunidad y Ministerio de Cultura.
Gala, por su parte, reconoció la necesidad de esas ayudas prometidas y que no iban a dejar que este momento se quedara en meras "palmaditas en la espalda" ya que "para las inversiones proyectadas hacen falta inversiones muy fuertes".