Reflexión de Rafael Jiménez sobre la obra del poeta
El pasado jueves por la tarde en la librería Gandhi de Guadalajara se presentó el libro Lo desconocido es entrañable: Arte y vida en Octavio Paz (Editorial Jus, 2008), de Rafael Jiménez Cataño.
Primera en el orden de intervención, la doctora Alicia Cano Jiménez destacó el “carácter anecdótico en algunos de los pasajes” del libro, pero se centró en el hecho de que “esclarece las ideas de Paz” de manera sistemática lo que, a su juicio, beneficia pues es algo que en la obra del Nobel mexicano no se presenta de por sí, logrando esto “sin menoscabo del estilo”.
Además, como una virtud del libro, aseguró que el autor reivindica la idea del “poeta como educador”, en contraposición a la tendencia académica que suele restar méritos a la figura del vate como alguien a quien deba tomarse a cuenta como “formador” o productor de “conocimiento”.
Abundó, también, en el aspecto de que la obra “abre el diálogo con otros autores”, pero no dejó de conminar al autor a “utilizar categorías incluyentes” (en términos de género) dentro de su método de análisis, aunque sí alabó que se aboque al estudio de “la analogía” como concepto central en el esquema que sigue Paz al referirse a “la modernidad” y el individualismo.
Poco después, el siguiente presentador, Pedro Angel González, comenzó su intervención con un anecdotario que dio cuenta de su relación con el autor, casi dos décadas de intercambio epistolar. Luego aseguró que un detalle admirable del libro es que “no busca los defectos e incongruencias” en la obra de Paz, sino aquello de beneficio que puede rescatarse al acercarse a su trabajo.
También hizo mención de la amistad del autor con el poeta, que –en su modestia– no suele referir. Afirmó que, desde su perspectiva, Jiménez Cataño “logra los objetivos de su libro”, no sin concluir con la (tal vez temeraria) aseveración de que “la antropología es el tema central de toda la obra de Paz”.
Tercero en el orden, Rodolfo Quintero Ramírez, dijo que el texto “trata de reflexiones filosóficas suscitadas por la lectura de Octavio Paz”, detalle en que el autor demuestra conocimiento y solvencia.
Además, como aspecto derivado de una acuciosa lectura, en su opinión el autor busca con este libro “establecer con el lector un nexo fraternal” sin soslayar o pasar por alto que “el medio es la obra de Octavio Paz”, en tanto que su realización factual se da en el territorio del lenguaje (donde abreva la obra).
Finalmente, Jiménez Cataño tomó la palabra para hablar no sólo del proceso de elaboración de la obra, también de las premisas investigativas y el carácter de innegable trascendencia de un legado como el de Octavio Paz.