El Sol de San Luis
19 de septiembre de 2008
Sociedad
Presentaron el libro "Lo
desconocido
es entrañable. Arte y vida en Octavio Paz"
Angélica Maldonado Morales
San
Luis Potosí, San Luis Potosí.-La "otredad" puede ser
entendida como la
condición dual del hombre por ser temporal y relativo, rodeado
por la
soledad y en búsqueda constante de lo absoluto, debido a la
permanente
nostalgia y aspiración del inalcanzable amor.
El otro que se
busca debe entenderse en dos sentidos: el otro que somos nosotros
mismos y el otro que es otra persona. Ser uno mismo es, siempre, llegar
a ser ese otro que somos y que llevamos escondido en nuestro interior
más que nada como promesa o posibilidad de ser.
El amor es uno
de los más claros ejemplos de ese doble instinto que nos lleva a
cavar
y ahondar en nosotros mismos y, simultáneamente, a salir de
nosotros y
realizarnos en otro, muerte y recreación, soledad y
comunión; ésta es
la "otredad", auténtica clave del pensamiento del escritor
mexicano
Octavio Paz (1914-1998).
Así lo manifestó el doctor Rafael
Jiménez Cataño, profesor de la Universidad de la Santa
Cruz (Roma,
Italia), durante la presentación del libro "Lo desconocido es
entrañable. Arte y vida en Octavio Paz", organizada por la
Asociación
del Personal Académico de la Coordinación de Ciencias
Sociales y
Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis
Potosí, celebrada en
el auditorio "Q.I. Rogelio Jiménez Jiménez" de la
Facultad de Ciencias
Químicas, con la asistencia de alrededor de un centenar de
personas.
Paz
es un poeta de la comunión, pero no sólo porque la busca
ansiosamente
-como revelación, efecto y cumplimiento de lo más alto
que hay en
nosotros- sino también porque está persuadido de que, en
un sentido
radical, es imposible. Esta exigencia sin respuesta parece ofuscar el
horizonte vital de la persona, cuya realización plena se
manifiesta
como un deseo extralimitado, un "mucho pedir".
El lenguaje que
consigue revelar la otredad es el poético. "La experiencia
poética no
es otra cosa que revelación de la condición humana, esto
es, de ese
trascenderse sin cesar en el que reside precisamente su libertad
esencial", como afirma Octavio Paz en "El arco y la lira".
La
tarea del poema es decir lo indecible, lo cual se puede expresar mejor
subrayando por una parte que, aun partiendo necesariamente de esto o
aquello, lo que interesa es lo otro, lo que no dice.
Por su
parte, el doctorado en literatura Miguel Angel Duque Hernández,
profesor de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispanoamericanas y
Presidente de la Asociación del Personal Académico de la
Coordinación
de Ciencias Sociales y Humanidades de la UASLP, expresó que
Octavio Paz
es uno de los escritores de mayor influencia durante la segunda mitad
del siglo XX, por su intenso trabajo como poeta, ensayista, humanista,
traductor, editor y promotor cultural, cuya obra reunida se
publicó en
quince volúmenes en el Fondo de Cultura Económica.
Entre sus
libros destacó: Libertad bajo palabra (1949), Piedra de sol
(1957), El
laberinto de la soledad (1950), El arco y la lira (1956) y Las peras
del olmo (1957).
Reconoció la valiosa aportación del trabajo del
doctor Jiménez Cataño, quien en su tarea interpretativa
logró iluminar
los parajes filosóficos de la obra de Paz, que requieren de una
lectura
atenta y de una profunda pasión crítica: "Amor
inmoderado, pasional por
la crítica y sus precisos mecanismos de construcción,
pero también
crítica enamorada de su objeto, crítica apasionada por
aquello mismo
que niega".