Tantralia: Poemario erótico-filosófico
de Carlos López Dzur
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Las partidas sediciosas en San Sebastián en 1898 (1)

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Del autonomismo al anexionismo

La literatura pepiniana y el folclor

Bibliografía

Página de Cardé Serrano / La literatura pepiniana

Escríbeme a:

Carlos López Dzur

Poesías



¿Dónde está la vida?


En tí que me oyes
aunque andemos a oscuras:
la potencia de la vida descubro.
Tu voz es vida que señala a la mía.
Yo respondo.

Jadeas y siento el hálito:
¡tu boca debe ser besada!
Hurto de tu aliento el OM de tu brama.
Abierta en rajas, la cama
da clamores, pasión apetece.

Terminará la noche
con nuestros cuerpos tibios, anhelantes.
La naturaleza tiene urgencias en nosotros
porque la vida es Ella, urgencias muy urgidas,
y tú y yo, su espejo, urgencias
en Su Gran Espejo
tras el que está la vida.

2-3-97

Un quark que habla a los mortales

a Epicuro y los atomistas presocráticos

Si estás vivo, acomoda esta frase en tu alma
Te quiero, cuerpo bendito.
La bendición será reconocer
que tu tallo ha crecido,
que formó su ramaje
y si te has elevado verticalmente
como la honra vibrante
con sed de cielo y de frutos,
pobla con soles huérfanos y pequeños
tus hojas verdes,
tus penachos floridos de lunas
y no te faltará la clorofila del futuro
ni la humedad para el humus
donde habita la ciudad
de tus raíces.

Si estás vivo, yo te daré más que promesas
porque no es una frase tan sólo la que zanja
en tierra feraz y desbrujada
la semilla que huyó de barranqueras
y de vientos ímprobos del mar de los sargazos.

Acomoda esta frase, si estás vivo,
árbol valiente, y si has buscado
esa nutricia soledad que se escarba en lo profundo
con las puntas de tus dedos, hállala.
¡Es tu tierra de alimento!

3-3-97

Bíos

A veces
para dar el estímulo
que origina el color de las mañanas
y mueve el flujo, la mar de la existencia,
sólo falta una pequeña ola
del matiz terso de la rosa,
la gracia cándida de una niña bonita.

Hay que saber, Kumara,
ya que caminamos por orillas peligrosas,
que son estrellas veloces, nacientes, fugaces,
almas pequeñitas que serán generosas
y entrarán en la mar
y, en lo amargo derramado en ella,
caerán con sus vidas de sal y de dulzura.

Hay que saber hallar una pizca de luz
en lo oscuro, pizca de vida en la muerte.
Solverse con ese ser desconocido
que es el ser-que-se-devela, cotidiano,
transfigurándose en infinitas posibilidades.

Yo, que tantas veces camino entre pendientes,
azotado de salitre y peces muertos,
de riesgo y de dolamas,
ví a la pequeña, entretenida
con sus salticos simpáticos y dulces;
y, cuando dijo adiós
a mi sombra que lloraba,
quitó lo gris al tedio.
Brincó a mi ser
con cuica de alegría,
Escondió mi tristeza con salto de isospín.

Hay que saber que la vida tiene pocos años
y fluye hasta que no queda más onda por vibrar.
La niña pasajera sonríe y dice adiós,
pero te hereda su deliquio
de órbitas que vale por los siglos.
¡Codifican genomas para la eternidad!

2-3-97

(Publicado en La Blinda Rosada, España,
16 de julio del 2000)

*

La cita

Si la realidad suprema no se manifestase en una variedad infinita, sino que permaneciera confinada en el interior de su singularidad compacta, ella no sería el poder supremo ni la consciencia, sino algo parecido a un cántaro: Abhinavagupta

Cit me cita, autorrevelándose.
Ella brilla por sí misma aunque esté oscuro.
Me cita con un movimiento de cadera.
Cit es una braga que se escurre
por la garganta más húmeda
de Ananda, de Maruxa, de Georgina.
Cita con beatitud.
Me da dichas supremas.
En desnudez me cita
y el Jñana no es secreto,
una chica lo tiene y lo conozco con ella,
calato, en cueras, sin vestido.
Toda la carne se diluye en suspiros,
con espasmos de spanda.

Soy en la esfera quinta de energía,
simultáneo con la luz y las tinieblas,
y ninguno dice ESTOY, más bien, somos.
Citado por Cit, yo soy ésto que me cita:
el universo entero derramado,
el arrastre de los besos,
el meteco del Icchá trenzado en Ella,
comido por su encanto.

En la Kriyâ de sus charcos navego.
Subo a sus muslos tersos como de luz infinita.
Me filtro en sus endijas, atravieso
el nocturno firmamento y los umbrales
que cruzan el vacío: Cit me cala
con su cálix y yo salgo por las formas de luna
que chuparé de sus pechos; me descarno
en relámpagos para tocarla toda,
salpicándola, robándome su incendio.
Cada trueno es volcán que erupciona
con savia, grito de luz, debajo del ombligo,
camino de su púbis, saliéndose de adentro.

Me cita es la absorción formada
por todos los colores, me arranca la cabeza
y sigo vivo; es que mata el ego de la noche.
Es que forma un ángel, tan shivato
con zumos de su ovario.

Entonces, cachemiro los soportes verticales
de sus vibraciones, me spando hasta el espasmo,
me expando a su luz y fundamentos
y no quiero otra cosa que sus malezas
electrificantes, su orgasmo que es la molicie
de las ojas, las miradas de sus ojos
al cadáver que deja por los míos
cuando ceso en sus rajas
y su reposo.

30-9-90

*

Cit y Kali

Cit me cita y Kali me devora.
Es la puta más negra de mi noche
y nadie, sin embargo, me cita
compasiva, sensual, asesina
como su lengua roja.

Ella no regatea razones a la Maya
Su olor me encanta. Hechiza.
Su yantra es la cumbre más velluda
de Maruxa, su boca es oro-genitalia,
en los montes de lo vivo.
Sus jadeos son los mantras
de mis salmos más íntimos.
Por eso moro en sus montañas
y circulo en sus ríos.
Relámpago soy en sus ojos de lujuria.
Cit me cala cuando me cito
cálidamente en Kali hasta que rajo
sus anhelos y pasiones.

3-10-92

Discurso aceptatorio

Te tomaría en mis brazos.
Hoy nado en la abundancia.
Me gustaría abrazarte más de un instante
y que de mi pecho desaparezca
cada residuo que he vivido
al sorber de la escoria malnacida.

¡Lo pasado que pasado sea, Eurídice!
Aquellos cautivos de las horas cantan
y yo coincido en la tarea conjunta
de cantar de repente. Tiene sentido.

El cielo es claro y mis ojos están abiertos
desde sus cortezas.
Ayer me dí por muerto
y me desplomé en tristeza y descarrío
entre demonios contendientes por mi alma.
Nadie dijo lo que aguardé tan en vano:
¡Que descanse en paz tu bienamada!

Pero me desligué de la estúpida lástima.
¿De quién son los huesos deshollejados
como frutos sin gracia?
¿Qué significa esta deshonra?
¡Que no tuve un discurso aceptatorio
para originar tu belleza venidera!
No había contado
con tu red de arrastre, cariñosa,
encanto manso de esperanza.

Fuíste y aún eres, aún en la muerte...
eres atracción por todas partes
y has estado en mi cercanía,
pero en la sombra.
Ahora yo resueno por las calles
con la ilusión de buscarte y revivirte.

Soy una lira con cantos y ancla de esperanza.
Un recién llegado
de la bien definida raíz de tu alegría
y no había valorado todo ésto:
¡Que eres la estancia radiante de mi gozo!
todo lo que quiero que seas.
Te buscaría, omnipotente, si pudiera,
valientemente, para siempre.
Aún no has muerto en mí.
Eres mi propia vida.

9-9-93. San Diego, CA

Comunicación existencial

Se escurre.
¡El mensajero de lagunas opiáceas,
endorfínicas, bautizado como un gen
en la boca de la ostra!
Sube un pez por mi garganta.
Un invisible pez con mil pendulaciones.
Es un perdido especímen del esqueleto cósmico.
Una perla de mí mismo, intravenosa.
Una araña de miel vuelta sonidos.
Es tan dulce cuando su campana repica
en un cielo kundálico, cavernario, humano,
sucio de vida. Y la Roca es dura
y Pigmalión, un silfo y una llama.

¡Con tanta delicia abro mi boca
en días como hoy cuando se escurre
y sube como poeta con hígado encendido
por ser un pez transmutador
y un ángel con ojos cristalinos!

30-9-92

Karana: órgano sensorial

... the bridge between the higher and lower Manas
or the spiritual ego and personal soul of a man...

G. de Purucker

¿A dónde crees que irás
si te alojas en mis brazos?
¿Dónde me hallarás, pequeña,
princesa de fuego, sino en el puente,
donde tu original pureza
ha sido sazonada dulcemente?

Bardiza de separación
son las casas de los hombres.
Olla de grillos,
los tugurios del placer fornicario.
Infieles los varones
que tu nombre de Kumara olvidaron.

¿Irás con ellos, o vendrás conmigo?
En el camino donde te hallé
como lobos se acecha a tu hermosura.
En el sendero que te ofrezco
serás Mahat y a tu mente
entregaré el tesoro, vasija del aliento,
el beso de mis dioses con el mío.

Abrazame otra vez, kumarita.
Confíame tus pasos que ya están perdidos
por la senda de la materia oscura.
Aquí las bestias se entremezclan con demonios
y en el ashram y las bardizas
no hallarás bendiciones.
El destino deviene crudamente kármico.

Yo soy el puente y el veedor
y los peldaños: yo soy
el karana para tu camino.

2-3-97

*

Putamen

En el poema humano,
el que vuela al espacio después del nacimiento
y deja su nido oscuro, la sustancia negra,
el alimento se almacena en el putamen.

¡Cada estrofa se dopa
como tesoro inagotable de la mina!
y, en lo más externo de la esfera,
se fortalecen las alas,
con cachondo canto, se aprende
la pasión y su delicia activas.

La corteza motora es una danza
y el poema, una gaviota,
y todo sobre la colcha neuronal
es sonoro gorjeo, vuelo germinal,
cielos de Eros electrificado.

3-7-97 / California

(Publicado en La Blinda Rosada, España,
16 de julio del 2000)

8

El caldero

Todos los días desde mi sol
porque viene la niña de la noche
pongo lunas y marejadas
en el caldero del Karana.
Voy a abrirla para obtener su alba.
Un cuernillo de plata en su cuarto cresciente
será mi sexo y lo hundiré en su alma.
En el fondo de su piel, refriego sus cebollas.
Lloraré su ciclo de samsara.
La guisaré con mis besos.
Me serviré con su aroma, delicioso elíxir.
Voy a sorberla como un alimento.

A la niña de la noche
que, por cama, ha florecido, diré:
Eres mi Fruto.
La llevaré al interior de la mar
(donde sus muslos cantarán
el monádico oleaje del hallazgo).
La viajaré en mi barcaza
debajo de las colchas de los cielos.
No permitiré que las bardizas
separen su luna de mi sol.
Ni dejaré que, por palabras o gemidos,
huya hacia otro lugar que no sea el mío.

Yo la subiré a los peldaños medulares,
a mis brazos, a mis sienes,
y no daré pasos que no sean
su armonía y su cuidado.
Sus pechos alcanzaré con mi boca.
Su ombligo será cómplice de mi vientre.
Como bajocas verdes contaré
las pecas de su carne.
Como aljibe de agua refrescante
beberé sus humedades y el calor de su frente.

Lo mismo haré cada día que venga
a ser amada desde el cuerpo de los dioses.
La echaré en el mágico caldero de Karana.

3-7-91

*

Eternidad

Brahman is the door.
Valakhilyas

La eternidad es siempre sustancial.
Sustancia que no se ve.
Sustancia que en todo está.
Bienvenido a la raíz, abrid
la puerta a otro ser
que el amor ahí está.
Nadie puede fundar el bien-querer.
¡Sólo la eternidad!

13-7-90

*

La eternidad presente

¿Qué es el gozo?
¿Una promesa verbalizada meramente?
¿Un discurso en los labios del Hacedor Sublime?
¡Pues linda miseria que hicieron de los gozos,
promesas y promesas y promesas!

Que no haya sublimes labios ni hacedores.
Que se forme la boca.
Que el beso retoñe.
Que las raíces crezcan...

¡A chupar venimos!
a absorber,
a rastrear el camino
vestidos de piel,
desnudos e inmersos
dentro de las charcas de escozores.
Vulvarmente nutricios estamos.
Obesesos por el olor de Démeter...

Que la mujer que ríe
redefina la eternidad con su presencia.
Que el niño hambriento clame por la teta
y chupe y se lacte.
Que el gozo baje de la altura ultramundana.
Que el tedio se quite los calzones.
Que la promesa sea como el rayo que fulmina
y Semele ruede por los suelos
como atrabancada indígena de Cadmos
que pija quiere y caldos a la clueca
dan por cada rumbo.
Que en mil pedazos queden destrozadas
las continuidades contínuas y sistematizadas
por el Uno de lo incógnito.

¡Mal rayo nos porta, una y mil veces!
Y que la Majestad cósmica
también se colapse, que se arreche
el berraco nabo del Vigía
en presencia de legisladores morales
y rateros y rajputas y lesbianas.

El afirmador no cesa de llegar a ser él mismo.
El beso que recién ha nacido
reclma su retorno al instante idéntico.
Se moverá como lengua, golosamente enloquecida.
Y crecido, el beso quiere, yendo al plexo
de los senos calientes, los pezones
y aún más sudarse ha de querer en el carmín,
lamer en grande y, si las manos del deseo
lo permitieran, apretará debajo de las nalgas,
jalará el clotis, se salará con chupetes
y caricias, vivo julepe
con dedos en lo incógnito.

¡Qué rico que, por afirmación,
revienten el sostén, a besos,
los hijos terrenales de Semele,
los guerrilleros de la Gran Madrugada!
Que el escote se prohíba de los senos
y que las manos democraticen sus tersuras
y las repartan a las bocacalles
bajo túneles y sobre las rampas
de las perspectivas...

Que con peplos abiertos,
bragas en las rodillas,
se abran las blusas
las colegialas, las meseras,
las libres y las esclavas,
las dejadas, las viudas
las casadas y solteras...

Que el broche de una promesa nada oculte.
Que el cierre de cremallera nada esconda
porque hoy la eternidad presente como loba aúlla.
La eternidad alborota como gata los tejados.
Su movimiento inestable es uno de pezuñas.
El movimiento del ser quiere rebeliones
y bajo las cobijas se ha vuelto
el coito más cachondo,
la presencia del sexo más caliente:
la afrodisia, la ausencia de nostalgia.

La eternización de lo inmóvil es lápida,
pero esta cama es sudor, olor a semen,
entrega, bija del hibisco,
telares estambrados vulva adentro
por lo infinito temporalizado.
Vivir y pensar se han trenzado
con el lenguaje de la orgía
y con pasos de ménades, el dolor filosofa.

Afirmar el gozo y el dolor es querer
la eternidad con revolcones, se repudia
la trunca linfa, éxtasis de promesa,
la espera que es más fría que los polos
y fraternales sermones o consejas paulinas.
El acto de volver a comenzar está desnudo
y el pene no es una idea, sino un córrele...
y las piernas, aún no cansadas, se agitan
y ese vientre abierto
y sus caderas
son la vida.

5-9-1990

Nucleosíntesis

El secreto quiso ser inmortal
como un cadáver que se iluminó
en la llama del silencio.
El secreto anduvo en la pira,
nucleosíntesis, y el sol lo llenó de su olvido
limpiándolo con la prebiótica del Ser
en pos de alborada.
El secreto quiso ser pájaro
donde el metano hedía
¡y hoy está muerto y enterrado!
El sol lo sigue quemando
como a espiga.

9-16-1990

*

Gota de amor

Has nacido como gota de amor
en los pozos del lamento.
Un guisante, leptón,
frágil como luna y despreciado.
Fue llevado
a los fríos polvorientos del espacio
por granizos inmensos.

Hoy vino a la cuna de mis ojos.
Ha nacido como japio
que emite su canto y llora,
según avanza en el rincón más oscuro
de la tierra.

Es la niña del maíz blanco.
Con mis manos recojo ese animalito
a la Kumara, a la niña sazonada de sol,
que sobrevive sordamente
su llamado de gigantes del aire.

Ella se aferra al hongo de mis colmenillas.
Toma por cuna la charca de la copa
que bebemos, tu útero, amada mía.

¡Ha nacido la niña y se mete en el núcleo
como una nueva chispa del beso!

2-15-1980

9. / Interferones

Ahora concurro a las fiestas
de los interferones,
vestido de payaso por tu causa.
Intergangliono
con voces de ancianas proteínas.
Desde este bosque de larvas sonreiré.
Tendré que hacerlo porque llegas
y saludas y dices a cuanto es
tu entorno y sombra y abrazo y esfera
que existo, que existimos:
tú, virus que como un beso me visitas;
me preanuncias; yo, por tí, infecto.

9-16-1979

*

Una fea como yo

¡Ay, si me quisiera una fea como yo,
la cacariza idea del germen, la espiguilla,
mujer que sangre lo que sangro!
Si llegara esa espina lo mismo que el cuchillo
a la porción del nervio y la más blanda molleja
donde estoy hecho un higo
y bien burlado y triste y tonto,
ay, si me amara...

Donde ninguno paga
con sus buenas monedas
doblaron mi carne con espuelas
que rehollan, pisoteantes,
pero si, de pronto, cambiara
este destino, si el olvido limpiara
el proceder-sido y el pasado...

A veces me apuñalan con palabras
y el místico mocuño de la trampa
me persigna y prevalezco, viejo
como fue; ¡ay, si mi azar cambiara,
si me amara una fea
con historia de belleza perdida!
porque, con un sublime templo,
me encarcelan.

¡Ay, con la boca de un ángel,
me mintieron, me pierdo!
Con el zarzo de los juncos
me han vestido de llaga, sin renuevo.
Y el látigo no cesa porque ella
no ha llegado para hablar a mi piel
de espina a espina, ni a sumirse
en la fosa, en el chiscón, y amarme,
y sentirme desnudo, real,
como demonio, hombre violento
que necesita morir y morir y morir
por amor y por amor y por amor!

¡Ay, si me quisiera la mujer que vence a las muertes rutinarias
al matar al dios Don Nadie de los feos!
si trajera el poder de llevárselo todo
y presumirse tanto, siendo que lo que es...
guerra es: la hazaña del acusador,
del insensible, del que burla
y odia y profesa lástimas
que no quiero, el Gran Parásito
que yo debo olvidar sin dolor.

¡Ay, si llegara de una vez,
si tan sólo se asomara y feo con fea,
sin condiciones, al quererme,
se fundara la esperanza
que me falta para odiar lo que soy...
todo lo que puedo doy por este hallazgo
y aún se come de mí y me empujan
con desprecio, ingratamente...
porque soy sangre y dolor...
¡Ay, si viniera!

1-1-1989

Ahamkâra

El que hace el Yo, el ego sucio,
mentiroso, lleno de tradiciones nunca dirá VIDA,
vibra él hasta ver luces en lo oscuro,
él es una ilusión con aspavimientos,
un poderoso que maldice, un retrógrado
que se individualiza como factor
de prohibiciones colectivas,
es una ley del social
Aquí en el Tiempo mando
y me prohijo y me entronizo

como Sensorium Commune de Escolásticos
por amor a valores de la chusma
y sus miedos y sus vicios de alma empírica
cagadas en calderos y karanas del espacio.

El ego es el peor de todos los absolutos.
Su labor es mentir.
Engañar la sensación siendo más nobles
las cualidades sensibles de la Jñanendriya:
el oído, el tacto, la visión, el gusto, el olfato...

No creas a los que dictan su Ahamkâra
porque reinterpretan el Eter, sin memoria,
y el aire que es sonoro y táctil,
y el agua que jala y empuja y da sabores.
No les creas, cuando no quieren ver,
tejas abajo, no creas en fuegos fatuos:
el fuego es visible y necesita
del sonoro Akâsha
y del Vâyu, sonoro y táctil.

5-4-1984

*

Ven a mí, Moab

Y las hijas de Lot concibieron
de su padre: Génesis 19: 36

Como soy el amor que quiero ser
(y aún si no lo fuera)
ese amor que reside en la carne,
que en la soledad se engrandece,
que con placer su aroma va forjando
para que exista grato y delicioso,
si el mundo fuese amargo como la sal de Sara
y la ceniza cubriera la faz de mi horizonte
como un tormento, si yo tuviera
dos hijas hermosas, ávidas, soñadoras
que fuesen el pan de mi vida,
el vino sabroso de mi paladar,
si ellas me dijeran... quiero del amor
que representas en este caos mundano
de Sodoma, en esta cueva gomorreica
sin futuro, yo las tendría
clavadas de besos cada noche
y las abrazaría con la energía
que borda la alborada con hibiscos,
jazmines y geranios
y no estaría embriagado ni un segundo
ni transido con el tedio del lamento.
Sobrio, sobrio y apasionado, yo amaría.

2.

¡Qué afortunado el ser
que con vara de amor produce los renuevos,
el ser que fecunda, que preserva,
que sonríe con el Sí afirmador
del sexo y sus delicias!

¡Qué sustrato de sabiduría
se origina por ese deseo desde el nido íntimo,
compensador, insondable del lingam-yoni in-cestus!

Donde el mandala organiza su orden
y su creación corporiza, donde tañen
las campanas del supremo erotismo
su eterno fundamento,
donde vibra hasta su origen el Hefzibah,
yo seré de buena gana detonante:
padre, protector, marido, amante,
el ser agradecido, el infinito.

3.

Estoy sobrio, hija mía,
y si no quedara varón sobre la tierra,
tuyo soy, marido y guía...
¡por la vida,
por las ondas naturales del espacio biológico
en el tiempo!

No vaciles, pequeña, retoño de mi espiga.
Tuyo será mi pene y sus escrotos.
Tuya mi piel.
Mis huesos, tuyos.
Mi pasión en las interacciones terrenales,
mi aliento, mi calor de sol, mi varonía,
que por tí se rediman.

Venga la mayor.
Yo soy el gusano de Jacob.
Larva para esa mariposa
tristemente breve en el alma de los días,
hermosamente eterna
en la Luz Astral de la Aisha.

5-12 1990

En la Cueva de Zoar

En la Cueva de Zoar, voy a cavarte.
Te voy a comer como una fruta.
Isis celestial serás para mis manos.
Astarté ardiente serás para mi boca.
Subiré a tus muslos, penetraré los cielos.
Míos serán tus pechos y tus nalgas,
tus curvas deliciosas, mías.
Nunca diré: ¡No te quiero;
o que una ofrenda de fuego te consuma!

Vén, no tengas miedo,
tú, la más pequeña de mis hijas.
La tierra es horno nauseabundo.
Sobre llanura envilecida llovió el azufre.
En esta cueva el anarquista arde
como el custodio que cuida tu hermosura
y rumbo nuevo hallará
más allá de los montes.

Te daré un pueblo
con costumbres adorables: la Utopía
y fecundaré el vientre de tu porvenir
para que haya amonitas en valles
de abundancia y de justicia.

Tendrán tus hijos tu voz dulce
y seductora, mi visión que trasciende
las edades y el golpe de inmundicia
de mis días; pero no me embriagues.
No. Sólo díme: Ben-ammi, y yo iré.
Yaceré contigo.

Serás madre
y en honesta certidumbre nos veremos
a los ojos, orgullosos, rotundos, libres.
Voy a crear, según la costumbre
del amante, tu emergente progenie,
porque el sexo en amor es la sustancia
más apetecida del anarco, el que no duerme
mientras quede el deber, edificar
el corazón imprescindible, uno
que sepa declarar lo necesario,
lo deseado, lo más libre...
Te quiero, te deseo, te necesito.
Acuéstate conmigo
sobre la estela sideral de la justicia.

5-12 1990

*

Acuérdate

Soy más real que él.
No soy aquel que promete simulacro y delito.
Sí, el amor tiene fundamentos y generosidad.
El mentís a la dicha es vicio de los truhanes.

Visita el interior de los troncos
donde la savia está.
Clávate como si fueses los colmillos
del ansia más profunda
porque allí yo estoy
por si me quieres
y me haré presente,
surgiré cuando me invoques.

Acuérdate quién ha vaciado
más aguas en tus hojas,
quién ha bajado
al manantial de las tuyas
en secreto.

He querido ser agua resfrescante
en tus rincones: las aguas de Hipocrene,
la amiótica grosura que te hizo ninfa
y te dio un corazón para que adores.

Aunque te sumerjan por dañarte
dentro de imágenes vulgares,
flota, inténtalo, guarda tu fruto.
Recibe el sol que te he dado,
las dulces mecidas que te ofrezco
como el vagido de un recién nacido.
He guardado tus lunas en mi cuerpo.
La lealtad de tu cuerpo me alimenta.
El proceso en pleno es nuestro novilunio.

5-4-1984

A tu árbol

Ayer
cuando tuve mis ojos
disparados en lo puro y natural
de una mañana, yo ví
el árbol en mi patio
y que salías de él
con tantas hojas y ramas
y siluetas vegetales de abundancia.
Y en esa vida descubrí tu rostro,
tu cuerpecito suave
de huesos duros y adorables.

¡Eras tú, mamá!
¡Y qué bella fue tu salida de los árboles,
tu habitáculo de ninfa,
tu figura con olor de almendras,
tu pulpa de guayaba,
tu corazón de durazno,
tu rojez tibia,
tus ojos cómplices
del azul del cielo,
tu amplitud de brisa,
tu fidelidad fija de raíces
como signo de tierra,
tu mansedumbre aparente
de Tauro / Capricornia!

9-3-1998

* Nostalgia del árbol

... La necesidad («niyati») crea la ficción de espacio y nos liga a la causalidad, a la inexorable ley del acto («karma») que restringe la libertad absoluta y omnipresente a una limitación dirigida a un objeto determinado: Javier Rou

Entonces, por nostalgia,
me arrojé a abrazarte.
Elegí el árbol más rugoso
cuyas cortezas, años de verticalidad
recuerdan, reciclaje kármicos del humus.
Y supe que soy como tú
nacido para el polvo y el regreso.
La vida es más que tumba y fijación
en la arcilla y el incienso,
breve como es, se salta al infinito.
Contigo está la metamorfosis
que germina, la semilla
de ese Gran Tesoro,
código y cifra plantada
entre chumberas, el fuego eterno
del Sol, hálito de Brahma
entre desbrujos de la terra morta
en el Mediterráneo.

9-3-1998

*

El árbol de la vida

Grabé tu nombre en un árbol de piel dura.
Me enamoré de tí, cuchillo en mano,
como el leñador que limpia el monte
y selecciona la salud y fortaleza del madero.
A tu aparición quise llamarla: Fruto.
Jamás volverán a diluirse los recuerdos.
Nos reencontramos, Arbol de Vida.

Ahora de tus sámagos más húmedos
conozco los llantos y sus alegrías.
Te oigo en la savia que fluye,
te huelo en las flores que sueltas
con el viento, te percibo en los trinares
de los pájaros que se esconden en tus ramas.

Y como hay recuerdos tuyos
que persisten en el viento dando voces,
te sigo como hormiga, fiel a tus raíces.
Entro en las cuevas que compartes;
lamo tu savia como elíxir
y ya no hay destierro
de triste despedida.

Te alcanzaré vida tras vida
para bendecirte.
¡Ojalá en otras madrugadas
también me ames en los grabados
agridulces del cuchillo que escribe
su memoria con nostalgia!

¡Ojalá me leas en ensueños perdidos,
en las expansivos infinitos,
o en escondidos hibiscos rojos
de otros patios del tiempo!
¡Ojalá en la sadhana de lo Eterno
crezcamos juntos, abrazados
como serpientes que transmiten
su alegría, en pos de vida
infinitamente continuada
en las cimas de lo Absoluto!

10-3-1998

Audición tántrica

Una escalera vestibular
me lleva a tu voz, a tu llamado,
a pisadas sonoras.
Tú regresas aunque jamás te has ido.
Me susurras. Me despiertas.
Cuando tocas en la puerta
levanto el velo, te miro.
Ven conmigo, me imploras.
No dormiré en silencio.

El infierno es el sequedal de vibraciones.
Eres mi novia, el sonido.
¿Quién arrebatará mi lira
para siempre, en este túnel
y en tan altos peldaños?
No sé, seguramente nadie.
Yo chapotearé
en axonas bipolares y eferentes
porque iremos al pabellón más puro:
la concha iluminada de tu eco.

En chispas de potasio
te descubriré, equilibrándome
sobre cilios mielinosos.
Me colgaré de un pelo transductivo.
¡Tanto te quiero, Eurídice!

Por oírte, ya verás, seré
martillo, yunque, estribo
e iré caracoleando,
por células ciliadas y perdido
pero cantando amor
entre 20,000 estalactitas de las grutas,
por oírte,
por hallarte,
por quererte.

A la ventana oval
juntos llegaremos.
Escucharé las notas más tenues.
y más altas de tu canto.
¡Irás a mi cerebro, fluyendo,
misteriosa, y yo al tuyo,
tú y yo, gloriosamente, en el mío!

2-15-1980

Lienzo maravilloso

Hay un velo o lienzo maravilloso.
Vibra con el sonido.
Tal parece que como bandera ondea
y amasa el pan con aire.
Por su causa
detecto a los amantes,
a los componentes individuales
de mi mundo.
El tímpano da sus pluralidades.
Rescato los gemidos del lamento.
Del bullicio informativo
escarbo lo que quiero
y lo distingo.

Cada voz me entrega
su pureza individuada.
Desde todos los rincones
bajo el cielo lo que entra
en la pinna, tras el velo,
será mi sacerdocio: lo divido.

Lo consagro dentro del hueco
de mi shekinah vibratorio
y hago migas de pan a martillazos
sobre el altar de hueso
y es mi gloria del sendero de Incus
y la ventana oval al Infinito.

2-19-1981 / De EHE

*

Tallo embriónico

El pentagrama, piedra angular
con plenitud de ritmo,
pulsada raíz de todo cuerpo,
punto inicial de su estructura,
se irradia con siete voces
¡y te escuchamos, relámpago!
¡y cómo formas
el blastocisto con luz y trueno!

¿Quién escribe la primera canción
sino tú, gusanito de luces,
brizna sináptica,
en óvulo estremecido? ¿Quién se extenderá
sobre la corteza motora
¡sino tú!
... que aprendíste a danzar
en ríos dopaminados?

Nada sucede sin que surjas en colores
con tu voz actuante y tus moléculas y claves
para el pentagrama que bebe en sangre
mi canto y otro canto, la sombra bipolar
de soles míos que te completan lunas, Ellas!...

30-5-97

(Publicado en La Blinda Rosada, España,
16 de julio del 2000)

Mutuamente competitivo

dx/dt = (a-by)x
dy/dt = (cx-d)y

Yo había sido un árbol, quieto y manso.
Un simple ser atractivo.
Y el viento, desde el tiempo,
comenzó a conmoverme,
a empujarme fuera de mí mismo.
Me inventé las palabras repelentes;
me perdí en las fases temporales
de mi propio deseo; raíces de mi calma
se me fueron borrando...
Ahora cabalgo en puntos
de lejanas regiones, eje me falta.
Descubrí los puntos límites del ser
y las bestias me ladran y depredan
en fases de mi espacio.

(Publicado en Tertulia de Mizar, Núm. 693,
27 de julio del 2000)

El agua tiene pies ligeros

El poeta tiene pies ligeros.
Sí. Los tiene,
pero no más que el agua
de una estrofa y sus secuencias,
no más que el agua que alberga
cromosomas de fibras seminales
y rumores y paso de corrientes.

Esa lengua del agua sabe de sed profunda.
Ha lamido cada entidad, cada sustancia
que encuentra en los peldaños entitativos
del posible ser y su concreto aquí y allá.
Cada furioso reducto de caída
¡lo ha conocido el agua con su prisa
y su remanso, con su furor y su calma!

Ha besado a la piel de cada sinalefa.
Ha saltado sobre hiatos del abismo.
Se ha hundido en las sales más negras,
en las venas azules y en los rojos chichos,
en las órbitas de la textura biótica,
en el circonio duro, en neuras minerales,
en siderales alambiques de deseo y el sustrato,
en replicados monstruos de simetrías,
en la raíz sublime desorden que dice:
¡Quiero ser alfa y omega!

El agua tiene sed, hambre de Todo,
y yo la bebo igualmente ambicioso
de hallazgos, por ser poeta
en pies ligeros, transido,
y me la encuentro un paso más allá,
mal perspicuado, un paso aquí,
incompleto y eterno...

7-9-89

(Publicado en La Blinda Rosada, España, 16 de julio del 2000
y en Tertulia de Mizar, Puerto Rico, Núm. 699, 3 de julio del 2000)

Voy a mirarte dos veces

Por amor a mi canción
voy a mirarte dos veces, ninfa
de marejadas curvas y ondulantes pechos.
Una vez, en luz de ausencia.
Deja, pues, que la Luna Llena
la memoria de tu tacto desborde,
tu dulzura vibrante.

Ojos y labios míos, hambrientos,
te añoran, Eurídice,
apasionada hondura de mi canto,
adorable danzante de mis olas.

Tu sensualidad oceánica se escurre.
Mi valor enflaquece si no estás presente.
Pero voy a mirarte otra vez.

Humedécete sobre mi cuerpo,
viaja en mis riesgos, no en lóbregas selvas.
Desde un peldaño triste
de las ansias, te necesito y te llamo.
Soy un Yo que olvidó despedirse.
Y te reclamo porque ya tu voz
es cíclicamente mía
y conozco al cangrejo menos visible
de las tenues penumbras,
el que busca entrar a los túneles vulvares
(los tuyos que se escribieron como engramas
en concha dura de mi lira y se volvieron míos).

Déjame mirarte, iniciar
el regreso, que es meta de mi gozo.
En tus húmedas tinieblas, pesco
y qué fácilmente morderás mi carnada;
te llamo todavía con lengua de fuego
y nadie te acomoda
en la gloria mañanera
como yo.

1-6-1994

(Publicado en La Tertulia de Mizar, Número: 827
4 de Diciembre de 2000)

Yo no sé qué es la hermosura

¡Yo amé la luz para decir Existo,
pero jamás dije soy
hasta hallarte en el agua
y querer tu cuerpo como pez
servido a mi diario regocijo!

Yo no sé qué es la hermosura.
Aún no. Todavía.
Tus canciones de gibón,
territoriales, de pronto me llamaron.
Te espié largamente.
Eres tersa y hermosa como niña.
Eres linda y hostil,
benévola a veces, violenta
como ninfa del bosque.

En el punto fijo de la estética incipiente,
en este azar de solicitud
o rencor, me sorprendiste.
Supe que frotaría con miedo
el gozo de los ojos
y que me encenderías como chavisca
de lámpara en el viento
pues andarías conmigo.

Voy a echarme a las aguas
y agarrarte los senos o las nalgas.
En el manantial, si muero,
(porque nunca lo intenté)
llegaremos al fondo,
a flor de sedimento.
¡Y penetraré en tus algas,
comeré líquenes,
haré sexo contigo!

15-7-1980

Siva

Sí va, él no se queda.
El tiempo pasa ejemplarmente
y el sol, con sus eclipses, se comparte.
¿Cómo no ir? si ella a cada instante
es llama, grito de aliento,
hornilla de los tapas.
A verla va, a oirla se apresura.
Siva el alto cuello eleva
porque tres ojos tiene y mira
y diez manos para asirla y palparla
como sátiro, olfateándola
con gusto de fleroma.

Sí va. Y yo tras él
porque destruyo la mandanga
por oir y ver que clama
la mujer del sustento,
la mujer de nuestra carne.

7-9-1989

58. Voy a ir

Voy a ir donde jamás
me permití,
a olerte de este modo.
Con la curiosidad de una serpiente
morder en lo prohibido.
Me gustará que tengas escamas
y mi tacto será
como otros ojos en lo desconocido.

Cuando digas seré
te habré tomado en cuenta.
Fundarás mi lenguaje.
Me darás otros símbolos.
Sabré más los colores, los sonidos.
Investigaremos tejidos de limo.
Sabré si eres de cristal
como las aguas,
si hay tótem que te prohíba
si te alcanzo,
si eres lo bello
(por mí, desconocido).
¡Te sabré tanto!
Me serás todo
porque tu belleza cimenta
mi ser en tí.

21-3-1980

Erotización del alma

Siva se extiende por todo... Todas las emociones y pasiones de la existencia, los goces sensuales o afectivos, las frustraciones o sufrmientos, pueden volverse soporte de ocasiones del Despertar: Javier Rou: Vjñana Bhairava Tantra

El alma hay que extraerla
de la mina, de algún hueco
isobólico y profundo.
Shakti solicita el corazón
y ser jalona y tener de las guedejas
al tigrillo que se esconde.
Es la coja de Yembé que pide polla,
la señal silvícola del mundo,
áspid que muerde desde el fondo.

Sus pezones con dulzura chupo.
Voy por meche barba,
por carreño en pozo,
por jalea de abejas machiegas
y jimbal, tan timbalero voy
y ¡qué gozo, mialma!

21-3-1980

Tantralia /3

Carlos López Dzur

MILESPLUS ID #1766 - Miles de Visitas Gratis

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