Homenaje a Pan
¡Qué hermosa santidad
tiene tu cuerpo, peludo en el pecho,
caprino en las costillas, tierno en el semblante!
Seguro que tienes la mente en los talones
y sudas flautas por cada tejido,
célula por célula, núcleo por núcleo.
¡Pan-Todo... pan-inclusivo,
sin levadura, pan natural,
pan saturado de pan!
2.
Sátiras semillas diseminas
dentro/fuera/entre las piernotas vegetales
de la Tierra y los senos derramados de los cerros.
Pan de leche llovido en galaxias explosivas
como Vaca Voladora que fuíste de los cielos
y Gotas de Castrado sobre Urania
y espuma del mar y todo infierno y todo Gólgota.
3.
Cuando se forma la Primavera del Mundo,
Ofión-Bóreas rapta todo lo que es bello
y Pan corre por los huertos arcádicos
por sus caprichos, desnudo,
ninfas de los ríos, sin escapada.
La piel se transparenta de hermosura viva
y el pulmón echa su meta de salvar
cada divino grano de certidumbre y honra,
cada espacio de aire, brisa y aroma.
4.
En la divinidad de esta voluntad,
se construyen nudillos y anchas manos.
bulla de piernas, se manifiesta la boca,
se bendice lo universal y lo íntimo,
lo cósmico y la sustancia,
la esencia y la privacidad.
5.
Te ofrendo mi testae,
recibida como abrigo exterior a mi semilla,
cáscara de gameto fermentado
que creyó en la esposa del testiculus.
Cierta evidencia en las orquídeas prefigura
que la concha es un angeion vacío.
Tú no hagas caso: te doy fe
de que estoy testiculatus
con mi tubérculo muy sólido,
lleno de ovas, rico en amnios,
disponible para el cigoto, tête-á-tête.
Te dejo mi testosterona para
la vivípera afrodisia que te plazca.
6.
A veces, no siempre,
yo me lo amacizo contra mi pecho
como otro corazón que me hace falta
y me dejo llevar por su latido,
más iluminado que el mío,
a pesar de lo oscuro y voláfugo.
A veces, tenemos que bailar juntos
sin que nadie nos vea, como en las cuevas,
antes de salir a darnos a gregarios rituales
con las gentes del mundo.
Don Nadie nos fuñe costilla abajo
y giramos con talones de cómplices
y como trompos dulcemente amarrados
del ombligo.
El coloca sus manos sobre mis hombros
(¡para que no lo hagamos!)
ya que tendremos que bailar
lo menos tristemente que podamos.
Su bestia me observa con ganas
de besarme o morderme,
al menos, hasta que aparezcan
las putas ninfas que invocamos.
Es tan triste estar solo,
tiernamente indefenso, con un corazón
que tiene arpas en sus silencios,
violines en el estómago!
Busco de mi esqueleto y mis mañas
alguna parte que lo identifique
y pregunto inútilmente dónde estoy
y por qué esta sucia felicidad de segunda mano,
esta generosa miseria de ejemplos
de otras poses y regularidades,
este baúl con memorias
de inútiles conveniencias...
Por eso, el corazón desciende
como geotrópica estrella, redentora,
y se posa en la concha más dura y amarga.
Se reinventa su cintura, tronco inmenso,
su cuello, que levanta a la copa de los aires,
su cabeza soñadora,
tan poco acostumbrada
a dar consuelos y danza,
de árbol a árbol,
¡conmigo --sí,
conmigo!
7.
... Vengan, jijos de la pelma,
cantad a cántaros.
Los crotarios se apulgan
para desafiar el momentoquio...
¡Pronunciad la verbuda campanela,
dividido el amafe del silencio,
ocultad de una vez el sublime eructo
del nóumeno apofántico!
Los vecinos se llueven para testificar
la penetralia y el silabario espera
describir la consigna ecorial
con pupilas y hongos del chismerío.
¡Verbéen como labiosos del gofio cotidiano;
tengan sus versifolios a clamor de boca!
La calle se transita de lexemas exoflemos
y se amelcocha con rebotes de candela.
¡Iniciad el salivero, timoratos,
sacad la verba, dad verbazos!
¡Dos sátiros se masturban en la calle!
Acusad su desparpajo,
desencubridlos con sabiduría...
¡En fin, que vivimos en espuma etimológica!
8.
Venga el que canta y credencial en mano
vea que los sátiros existen
con patas peludas y envidiables falos.
Venga el que habla, con señal de poeta,
y testifique que hay demonias llamadas
angelitas, ninfas, nereidas, náyades...
en fin, vírgenes que, al levantar la cola,
se las empinan los asuras
del fondo de la Tierra.
Vengan los cantores
y los esperanzados por bellezas secretas
y escríbanlas y cántenlas
para la posteridad incrédula:
¡si vimos la belleza y nos faltó
la frase adecuada, la voz
y el valor para narrarla, sin culpa
ni azote ni mojigatería, que se nos cuelgue
de los güevos!
Se mentiría a la canción y a la alegría,
maldita en bendición extravagante,
por no cumplirse.
3-5-90 - Irvine
*
Nabi Kalu
"Poet, poietes, means maker, creator; poem, poiemes, creation.
The poet is a collaborator with the Creator in two aspects.
He is an interpreter of creation.
And he is continuing the creation":
Nathan Söderblom
"By poiesis, I mean language process, a sacraed action»:
André Breton
La canción es melodía, el juego
de una onda que articula, cuando quiere,
sus eshemmas y se oficia
con Missa Cantata.
Se invoca a las cosas con códigos secretos,
imposibles de trazar, en la más vulgar
espacialidad mecánica del sordo.
El lenguaje más secreto es anti-burocrático
cuando quiere ser hijo, en gracia natural
de bendiciones y romper con sonidos
los signos expresivos, orales,
analógicos, infrasecuenciales, que datan
a las cosas en el tiempo
y las fijan en cotidiana hipocresía.
Por eso, aún el kalû sonoriza y pronuncia
y es Vate de Da'at, dándonos mantrams...
si es que el que oye respeta los tañidos
de una totalidad mayor, ¡ay!
la campana que es corazón profundo.
2.
Desde la batalla del Bing Bang,
vomitó el Tiempo al druída de los ríos
al lavador entre aguas, al hacedor
de peces y nereidas de la mar,
al que bautiza, con rumor y marejada,
el Oriente del Ser,
al que rima en tierra y cielo, su mañana,
al que fluye a los ríos del poema humano,
no a contra corriente, su anhelo de alborada.
3.
A sus pies, el agua verbaliza las memorias
(pero no las truena en el texto de la indiferencia
y en mecánica del diario de bitácora
por un poco de sal
o de salario o regateo a su fatiga).
Llueve en los desiertos, soledades sin camino,
una canción más lícua que el arroyo
y son frescos los sudores si se mira al sol
con garganta de alba y destinos y porvenir,
donde antes hubo pantanos y heridas y alacranes
y culebras que tragaron polvo, diciendo:
Amén.
4.
Alegrémonos, porque hay música
para los hijos de la rebelión
y la voz trágica de Melpómene
latiga en Lesbos sus versos
y hay épicas caliópicas
y profecías del Nabî.
A veces, las musas no tienen gentileza
que a gusto veneremos; pero...
¡son todo amor y cantan con nosotros
como el padre que disciplina al hijo amado!
Con maithuna dan testimonio del exilio:
galut kodesh.
Lavémonos los pies con agua de poesía.
Evitemos el encubrimiento que el polvo
de la Tierra y el olvido nos provee.
Vayamos de prisa a los ríos
donde ella es ondina y sirena,
eco de infinita armonía.
5.
Con música,
desangramos los fenómenos del habla.
Bajo el pie del cantor,
cada pisada venció a la Maya
y se rebautizó el nombre de las cosas
por la vía de renovados elementos metonímicos.
Enaltezcamos la oración funeral de los êlímenes.
Un acorde del agua, una gota de poesía,
y el ídolo se entrega con vergüenza de megillah
y el habla confiesa su rollo de memoria polvorienta,
su codicia vanidosa, su premura,
su miedo, su tedio, sus colmillos que devoran
entre selvas de dolor y rivalismo
su aliento, por inconformidad.
6.
Alegrémonos, sin embargo.
El lenguaje nos recobra como a peces
y nos fluye hacia las flautas y guitarras
y nos da burbujeantes pianolas
en los dientes y viva delicia
entre las algas y las conchas.
7.
como diamante que sale de la forja
de Vulcano, será la piedra bruta,
la que hoy es palabra estéril,
seca y cotidiana.
8.
Como sangre que sustancia en sí
toda atracción y espacio,
fluído de cada energía,
restablecedora de vida y belleza,
lavadora del vestido que se abre
y no encubre al apetito
que desnuda su empatía,
serán los prados del lenguaje
y las henbras donde se viva el hombre.
9.
Lavémonos para el día de la Totalidad,
ha dicho el Nabî, que la música amanezca
con cantos en los labios de las vírgenes
de Pafos, propone el Kalû.
Sumerjamos los pies en las aguas
del aditon y las grutas de Calcas y Cleros
para que comiencen las cifras luminosas
con sonora expresión de nuevas voces.
10.
El Kalû trepida lenta y misteriosamente
y sube a las alturas de los árboles
sin pretender existirse y publicarse
más allá de la esencia de las cosas.
Ni será tránsfuga de la escena y el tiempo
que define la mera ontología entitativa
de otros seres ni fantasma del ay, doloroso
que vive siendo sin ser-todo-lo-sido.
Cuando el bagaje de nadie se objetiva,
interino en las expectativas, el Nabî canta
y ahí-es... hecho canción de cuna,
beso y cuidado de la Tierra Madre,
seno mártir y hacendoso,
dulce e infinito;
ahí estuvo su poema,
maternal arrullo,
escribiéndose en despedida
porque el Ser va cerrando
sus años de epistemología
al llegar la pubertad de la palabra.
7-17-1992 - Irvine, California
(Publicado en la sección "Novedades" de "La Blinda Rosada",
España, 25 de septiembre del2000)
*
La Palabra Amorosa
Ha sido una bendición que me quieras.
Había olvidado que nacemos
para alguna canción que vive cada vez menos oída.
¡Qué bien dices en qué consiste soñar
(si es que soñamos)
el completo sueño que escondemos!
¡Qué bien amas si cantas
(porque conmigo cantas y cantando me amas)
con obsesión equivalente!
Habíamos olvidado
(si es que olvidamos por completo)
que la dulzura no es un mensaje difuso de la cara,
oscura y temeraria duda ante lo incierto...
acaso si... la fulgurante risa sigue ahí
y me enciende los rostros al futuro
y todas las pasiones son visibles
(si es que todas sirven, turbias o felices,
como sean, para dar residuales luces
e ironías al pasado,
o al hoy, o a lo que venga...)
Ha sido una bendición
tu corazón que comprende,
sin ninguna obediencia,
si es posible que obedezcamos
sin premeditarlo,
por debilidad que no conviene,
por comportamiento diseñado,
que parece destino...
No, ya aprendimos, por palabra de amor,
a optar y se nos pega la gana,
y somos desobedientes,
y lo que más conviene es sonreír
aunque nos duela la cara.
Había olvidado que hay (y siempre hubo)
tantas fantasías. Tus besos, por ejemplo,
que predican la realidad de los músculos,
la dulzura de las endorfinas, y no mencionan
que el amor existe, pero está el viento de marzo
y su lluvia y tu alfombra verde de prados
y tu piel suave, más suave que el mundo,
menos esquiva que una idea...
y existes,
haya palabra o no, para identificarte,
y voy sensualmente por tu adjetivo y tu verbo,
por tu cuerpo de onda,
por tu ser y sus partos...
(Publicada en Tertulia de Mizar<
(Núm. 683, 18 de julio del 2000)
*
Prisa
¡Qué violenta y golosa es la tierra que conozco
por causa de esta prisa, de los pies a la boca!
Yo voy donde me llevan sus palabras
que brincan a los vientos,
de norte a sur,
de meridiano en meridiano.
Esta gloria de caverna me devuelve
la gruta del salvaje,
el río de las muchachas atroces
que tienen azadas en las voces y pájaros
en la náusea de sus vientres.
El sol y la negrura están pariendo
y de la mano y las rodillas
se raja el ferroníquel
y el gneis dispara más palabras
que las que jamás se hablaran.
Me arrastra la gravedad consigo
hasta el colmo de un dios escarabajo
para que se abra este corazón desde lo oscuro
como una granada iluminada
allí donde hubo pausa
y el porvenir no era destino.
Abril, 1997
(Publicado en "La Blinda Rosada", 27 de noviembre del 2000)
Tantralia / Prólogo / Indice
Enlaces
Cartas al poeta Carlos López Dzur
Primera Monografía: Datos y Bibliografía sobre San Sebastián del Pepino
Artesanos y Bellas Artes en San Sebastián de Puerto Rico
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