"De vez en cuando en la vida se te concede la oportunidad de conocer a alguien tan especial en tu vida que la cambia para siempre con tan solo estar a tu lado.
Esta es la historia de un pequeño ángel que descubrió lo que el verdadero amor significa y tuvo la oportunidad de darle felicidad a alguien muy especial, bueno después de todo ese era su trabajo."
.- Había
una vez un pequeño ángel guardián llamado Thadeus, así le había llamado Jesús
cuando fue creado durante una hermosa mañana de invierno en el cielo, hace ya
muchos años. Thadeus era un ángel de la guarda que hacia muy bien su trabajo,
como todos saben el trabajo de todo ángel guardián es velar por su
guardado o guardada, mejor conocidos como "nosotros" los mortales;
ellos tienen que vigilarnos, guiarnos y cuidarnos todo el tiempo, es un trabajo
de día y de noche, así que es un trabajo muy duro, verdad?
Pues bien, Thadeus
regresaba de su casa, una linda y acogedora nube que estaba al otro lado del
Cielo, le habían dado un tiempo libre, así que estaba de vacaciones, porque
algunas veces los humanos somos muy difíciles de cuidar, que aun los
angeles necesitan un par de dias libres, de cualquier forma, él
se dirigía hacia la Estación Central, ya saben esa es la oficina principal del
Cielo, también conocida como Cuartel General de los Ángeles; para recibir su próxima misión, esta vez él seria enviado a cuidar a una
pequeña bebe quien estaba siendo enviada a la tierra por primera vez, así que
era un alma nueva; la nena nacería en Mayo, por ser el mes de las flores, ya
que ella iba a ser una hermosa flor en el Jardín de Dios.
Aliana, ese era el nombre que sus padres habían escogido para su nueva bebe;
la beba nació en la primavera durante una hermosa mañana de domingo, y el jardín
de la casa floreció con hermosisimas rosas rosadas y anaranjadas; este también
era un signo de Thadeus dandole la bienvenida a su nueva vida a Aliana.
Los ángeles siempre nos dejan saber de una u otra manera que están a
nuestro alrededor todo el tiempo; algunas veces cuando Aliana estaba
llorando durante las noches porque no podía dormirse, Thadeus iba hasta su cuna
y le cantaba una de sus nanas (canciones de cuna) preferidas, y como por arte de
magia la madre de Aliana la vería sonreír al vacío y dormirse en segundos.
Siempre había aroma de rosas en la habitación de Aliana, aun cuando el rosal
estuviese al otro lado de la casa, Thadeus sabia que la fragancia de las rosas
hacia que Aliana se sintiera mejor todo el tiempo.
El pequeño angelito
cuidaba muy bien de Aliana mientras crecía; ella fue una bebe muy dulce,
sus padres nunca tuvieron ningún problema con ella, después de todo tenían
mucha ayuda de Thadeus. El le contaba cuentos de hadas, que la hacían sonreír,
se le iluminaban los ojitos con tantas historias hermosas; le pedía también
al viento del este que le trajera cosas lindas, tales como gorriones y colibríes
que le tocaban la ventana tan solo para desearle "Buenos
Días". Aliana en resumen
tuvo una niñez muy feliz, cuidada y protegida por su familia terrenal y por su
alado amigo Thadeus.
Cuando Aliana comenzó a
caminar, mejor dicho a correr, porque era una nena muy intranquila y curiosa,
como todo niño, fue la época de mas trabajo para el pobre ángel, la nena
hacia de cada salida al parque un verdadero vendaval para el ángel; Thadeus le
había tomado demasiado cariño a la nena, aunque antes de ella ya había tenido
otros humanos a su cuidado, Aliana era la primer alma nueva que le tocaba cuidar, así
que la tarea apenas comenzaba, no es fácil para un alma nueva comenzar su
camino por el mundo, todo le resultaba extraño por la novedad, ya saben no
tenia ningún tipo de recuerdos porque era la primera vez que era enviada a la
tierra, así que de todo disfrutaba. Corría, saltaba, se trepaba a los arboles,
cantaba canciones de cuna que sus padres nunca le habían cantado, claro esta,
eran las que Thadeus le canto cuando era pequeña, en algún lugar de su
cabecita loca y de su tierno corazón las canciones de Thadeus se habían
quedado atrapadas para la posteridad. Sus padres aun no entendían bien de donde
había sacado Aliana esas canciones, pero suponían que en algún lugar
las habría oído, ademas eran tan hermosas y la beba les ponía tal sentimiento
que ellos quedaban fascinados, la amaban tanto...
Aliana desde su venida al mundo había sido un ser de luz muy especial, trajo consigo el candor y la alegría a sus padres y al resto de las personas que le conocían, era un angelito sin alas que caminaba por la tierra en busca de su propia historia, vino para aprender del resto de la gente y para entregarles en su momento su mejor regalo.
Así pasaron los años
y Aliana se convirtió en una hermosa joven de largos y lacios cabellos color
miel, con unos ojos tan profundos como la noche y por igual sin un color
definido, su piel era blanca como la luna de plata que cubría el cielo de la
ciudad donde vivía, y su risa, su encantadora risa era como mil campanas
sonando en el viento. Aliana compartió su alegría con mucha gente, y quienes
tuvieron la gracia de conocerla, aun después de tanto tiempo siempre la
recuerdan. Cuando Aliana hablaba era como música, su voz suave acariciaba mas
bien el alma de quienes la escuchaban, ella tenia una clara visión de la vida
aun siendo tan joven, esto gracias a que Thadeus le había enseñado lo que el
sabia de la vida misma debido a su experiencia angelical y terrenal, después de
todo tenia siglos sobre la tierra; en fin el ángel pasaba sus horas cuidando de
Aliana y en sus ratos a solas con ella, disfrutaba de contarle mil y una
historias.
"Continua"
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