El zurrakapote ha sido la bebida estrella por excelencia de los San Faustos, y la que ha hecho que sean unas fiestas distintas a la del resto de su entorno.
Ya desde la formación de las cuadrillas se elabora para repartirlo entre todos los basauritarras y los vecinos de otras localidades que se acercasen a saborear esta deliciosa bebida en medio del jolgorio de los actos festivos.
Los ingredientes fundamentales del zurrakapote son el vino tinto, la canela en rama, el limón y el azúcar. Con el paso del tiempo el tinto ha sido trucado por el blanco o el claro y se suele cargar con vermouth, ginebra o lo que se tenga a mano.
El tiempo normal de elaboración es de tres días, no más porque podría picarse. Para que el vino adquiera el color de la canela, ésta debe hervirse con su corteza y el azúcar. Al cabo de media semana estará listo para su consumición.
A partir de estos ingredientes, las cuadrillas añaden productos improvisados sobre la marcha, y que son productos de una imaginación ebria, como son calcetines, morcillas, y algunos otros ingredientes que son inconfesables a juicio de los responsables de las cuadrillas.
Lo que sí es cierto, hoy por hoy, es que el zurrakapote es la bebida festiva por excelencia, y que con ella se empiezan y se acaban los San Faustos. Ya en la primera bajada de cuadrillas, la garrafa de "zurra" acompaña a nuestros intrépidos cuadrilleros en esa primera vuelta no competitiva al municipio, en la que solo se premia la buena alegría de sus componentes. Y al finalizar las fiestas, cuando nuestras cabezas se levantan hacia el cielo para despedir a la Eskarabillera, las gargantas apuran las últimas gotas de esta bebida.
El zurrakapote es además tema de conversación importante en estas fechas.