A abad sin ciencia y sin conciencia, no le salva la inocencia. A buen entendendor, pocas palabras. A caballo regalado, no se le miran los dientes. A cada santo le llega su día . A canas honradas no hay puertas cerradas . A cena de vino desayuno de agua. A cualquier dolencia, es remedio la paciencia. A cuenta de los gitanos hurtan muchos castellanos. A Dios rogando y con el mazo dando. A donde el corazón se inclina, el pie camina. A las armas las carga el diablo. A lo hecho, pecho. Al que madruga, Dios lo ayuda. Años, daños y desengaños, vuelven a los hombres extraños. Arbol que nace torcido sirve para columpio. (Enviada por Henry) Cuando el carro se ha roto, muchos os dirán por dónde no se debía pasar. Cuando hay hambre, no hay pan duro. Cuando se reúnen los aduladores, el demonio sale a comer. Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo! Cuando el carro empieza a andar se acomodan los zapallos. Cuanto más grande la cabeza, más fuerte la jaqueca. Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía. Del Oriente la luz, del Occidente la Ley. Demasiado al este es oeste. Dime con quien andas y te dire quien eres. Donde fueres, haz lo que vieres. Donde entra el sol no entra el Doctor. Dos no riñen si uno no quiere. El ojo del amo engorda el ganado. El buey lerdo bebe el agua turbia. El camino hacia el cielo pasa por una tetera. El hábito no hace al monje. El hombre como el oso, cuanto más feo más hermoso. El infierno está empedrado de buenas intenciones. El necio dispara pronto sus dardos. El perro del hortelano, ni come ni deja comer. El que a hierro mata, a hierro muere. El que calla, otorga. El que mucho abarca poco aprieta. (Enviado por Iván) El que quiere celeste, que le cueste. El que solo se ríe de sus picardías se acuerda . El que ríe último ríe mejor. El que se acuesta con chicos amanece mojado. El que sonríe y canta sus males espanta. El que con lobos anda a aullar aprende. En casa de herrero, cuchillo de palo. ¿Ido el conejo me das consejo? La adulación es como la sombra; no os hace más grandes ni más pequeños. La avaricia rompe el saco. (Enviada por Carlos) La conciencia tranquila vale mas que mil sospechas. La fortuna es un cristal; brilla, pero es frágil. La medicina cura, la naturaleza sana. La tercera es la vencida. Las cosas bien pensadas, bien acertadas. La culpa no es de los chanchos sino de quien les da de comer. (Enviada por Alejandra) Los años son escobas que nos van barriendo hacia la fosa. Más vale pájaro en mano que 100 volando. (Enviada por Marcos) Más vale un minuto de buen pensar, que cien años de trabajo. Mejor pocos truenos en la boca y más rayos en la mano. Muchas personas son como los relojes: indican una hora y toman otra. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. No le desees mal al vecino, que lo tuyo viene en camino. (Enviada por María) No por mucho madrugar, amanece más temprano. (Enviada por Jehu Hernández) Pan para hoy, hambre para mañana. (Enviada por Carlos) Persevera y triunfarás. Por bueno que sea un caballo, necesita espuelas. Preferible pobre, pero honrado. Sentados, los cojos no se conocen. Se coge al toro por los cuernos, al hombre por la palabra y a la mujer por el elogio. Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. (Enviada por Claudia) Ten tu mano pronta para echarla al sombrero y tardía para meterla en el bolsillo. Todos obedecen con gusto cuando el que manda es justo. Quien halagos te hace y no te solía hacer, o traicionarte quiere o te ha de menester. Quien me ha loado más de lo que falta hacía, o me ha engañado o engañarme quería. Zapatero a tus zapatos.
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