Pupy
Pupy
yo te encontré en la Avenida
vendiéndote, violando la Carta Magna.
Exhibiendo el tatuaje, lasciva
y puteando a los autos que no paraban.
Aflójese mujer
pues qué le va a Ud. hacer
sino lo puede controlar.
Tal vez de noche
Dulcinea encuentre a un Sancho Panza.
Pupy yo te encontré en La Marina
haciendo de serpiente y de traga espada.
Y cambiando de yate y piscina
huyéndole a la Revolución y al lacra.
Desnúdese mujer, despacio para ver
lo que hay detrás de este País.
Y en pago de tus honorarios
me hundiré por siempre.
Pupy nombre colchón
Pupy nombre pastel
Santo y seña de sexo y desorden.
Pupy nombre gorrión
Pupy nombre lebrel.
Hasta dónde te tengo, hasta dónde.
No olvides de quitarle el freno
a esa pasión que escondes.
Pupy yo te dejé en la Avenida
y creció tu leyenda en mi encrucijada.
Y los gerentes de La Marina
sufrían hipotermia y te perdonaban.
Te pasaste mujer, con lo del Coronel
y el desnudo en el cabaret.
Quizá por una temporada
te saquen del aire.
Pupy yo te encontré en la Gran Vía
tomándote un café con otro maquillaje
con aquél sombrerito bonito.
Yo sólo te reconocí por el tatuaje.
Te vi como feliz.
Entonces me escondí y no te vine a
saludar.
Es que yo nunca me aprendí tu verdadero
nombre.
Estribillo