La  profesora de teatro

 

Se la llevaron renga y por la fuerza bruta

Yo no la vi, pero ¡ hay, de quién me lo discuta !.

Los libros de teatro fueron olvidados

hicieron una pila con los egresados.

Su casa fue tomada por la inquisición.

 

Trajeron a Sonosis porque el perro muerde.

Su casa más que casa siempre fue un albergue.

Nos inició en el rito casi espeluznante

de las sectas secretas del amor al arte

de la droga pesada de la creación.

 

Estribillo

Mi profesora está tan mal, como una peña literaria

Yo voy a verla al hospital, a comulgar con su malaria.

Le llevo cerveza escondida en los análisis de orina

y el canabis camuflado en un cigarro Popular.

Y hace bien, que estoy en vía de ir hacerle compañía a ese lugar.

 

Yalini se perdió en un baño clausurado.

Y Káiser se comió la cuota del mercado.

Lo devoramos todo como las tambochas.

Le dejamos la vida y la esperanza mocha

anemia progresiva y síndrome de alcohol.

   

Y aunque ya estaba desahuciada y sin bombillos

le abrió su puerta a los negros de Romerillo.

En aquel palacete hecho de barajas

le dieron regular y ella pidió baja

y se mudó a la casa de Francois Binló.

 

Estribillo

 

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