Con la adarga al brazo

Apareciste en la mitología de mi amor

de la mano de mi madre

con un acento raro y una boina tornasol

un día me contó que ya no estabas

y se le quebró la voz.

Aprendí tu diario y tus mañas de orador como la Biblia Moderna

y con Ché Comandante y la Suite de las Américas

ya completé el Rosario y el Ave María de mi religión.

Estribillo

Guevara, tu vuelves al camino con la adarga al brazo

pintado en los pulloveres de los muchachos

o vigilante desde la pared.

Por eso te llevo en mi cartera como un buen resguardo

o como la casera estampita de un santo

para que me proteja y me hale las orejas

si algún día malo me olvidó del Ché.

 

Tus hijos comieron del mismo pan que comí yo

fuimos al mismo colegio.

Viviste con el pueblo en su misma condición

por eso estás al lado de Camilo

y a la izquierda de Changó.

Y a los que te utilizan como tema del sermón

y hacen todo lo contrario

no les permitiremos mas discursos en tu honor

ni que usen tu retrato si van a predicar lo que no son.

Estribillo

 

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