Espíritu
y consumo
Yo beso a una mujer y me da un código
divino
me da la vitamina y el etanol que me
empino.
Yo beso a una mujer y practicando el
himeneo
tengo aire acondicionado, promesas en
video.
Demasiadas tareas para tener sirviente.
Servicio a domicilio de agua caliente.
Yo beso a una mujer y me da un código
sonoro
bailamos Please don’t go en la disco
del Comodoro.
Y ella me premia siempre cuando hacemos
el amor
con Pizza Hawaiana de 5ta. Y 42.
Yo beso a una mujer y en su auto me lleva
a La Marina.
Y yo la amo, yo sé de lo que hablo.
Yo tengo un pacto con Dios y con el
Diablo.
Y no torturo mis signos vitales con pajas
intelectuales.
Y yo la amo, yo sé lo que digo.
Al cuerpo a cuerpo yo no tengo enemigos.
Contra el espíritu y consumo
lanzo cortinas de humo.
Yo beso a una mujer y ella me da sus
credenciales
y vivo pedaleando las lomas de Santo Suárez.
Y mientras voy cargando cubos de agua
rememoro
que en casa de plomero no sirven los
inodoros.
Que no la veo bien sin haber almorzado.
Que sólo sopla el viento y ya estoy
damnificado.
Yo beso a una mujer y ella me da la
contraseña
vemos en blanco y negro la novela brasileña
Destilamos alcohol en alambique
improvisado
y el Silvio no se entiende en ese radio
maltratado.
Yo beso a una mujer y en su bici ( china,
Forever)
me lleva a la playa.