VANCOUVER B.C.

CANADA

 

Hola a todos!!!!

Del 7 al 17 de Julio de 1998, tuve unas espléndidas vacaciones en Canadá, en Vancouver y sus alrededores. Esta ocasión tuve la gran suerte de estar compartiendo estos dias con uno de mis grandes amigos: Juan Carlos Avila ( pajitas), con sus familiares ( Gerardo, Pat, Antonio, Maria) y con buenos amigos ( J.J., Connie), entre otros.

Gracias a María que me dejó su recamara, tuve un buen lugar donde dormir. El cielo estrellado que tenía dentro de su cuarto era genial!

Lo primero que hice al llegar a Canadá, fué trabajar. Si, leiste bien, trabajar .Dirás, ¿pero como Aldo está trabajando si está de vacaciones y aparte es un holgazán? Bueno, necesitaba un poco de dinero...

Corrí la suerte de hacer un gran trabajo, no exhausto y por el cual me pagaron muy bien, en uno de los mas bellos jardines que hay en Vancouver: Los jardines Van Dunsen.

Los siguientes dias, mientras esperaba que saliera Juan Carlos de la escuela, me dedicaba a platicar y a conocer Vancouver, con el primo de Juan Carlos: Antonio. No creo haber conocido a una persona tan fuera de serie como lo es él. Me cayó muy bien desde el primer dia que lo conocí, y llegó a ser mi Compadre.

Juan Carlos, Antonio y Yo Tratamos de pasarla lo mejor posible, ya sea yendo al centro de la ciudad, al Imax ( donde nos animamos a ver en vivo a las Orcas), o simplemente tratando de divertirnos.

Haz click en cada foto para verla mas grande:

 

Después de pasar la semana en Vancouver, fuimos a festejar el cumpleños de Gerardo, a su cabaña donde la pasamos muy bien, cantamos las mañanitas mexicanas, contruyendo nuestras propias sillas gracias a la ayuda del maestro J.J., y nos divirtiéndonos muchisimo.

Uno de los mejores paisajes que tuvimos fueron los que estaban en la playa cerca de la cabaña; lleno de nubes, frío, lloviendo, etc... como a mi me gusta el clima

Despúes aunque no lo crean, volví a trabajar!!! Si, haciendo sillas, que en verdad nos quedaron muy bien

(Thanks JJ)

Tomando un pequeño receso con el festajado del día: Gerardo
 

Despúes de una ardua jornada de trabajo lo mejor era descansar... especialmente los ojos.

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