De tanto andar por la cornisa
tal vez un día, pueda caer.
De tanto confiarme
de mi suerte y mis conquistas
en la percha de un bar,
termine después
De no aceptar el oficio de santo,
y por reirme de tu tonta canción de amor
de no trasar ni con el cielo y el infierno
tal vez confisquen mi corazón.
Y quien compartirá mi desconsuelo
y mi destierro de civilización.
Quizá muera odiandote y entendiendote al a vez,
que de tanto que pude haber hecho por vos,
entregues mi alma, al mejor postor.
De tanto jugar a la cigarra,
tal vez me sorprenda el invierno,
de tanto fiarme de tener
alguien siempre a mano
sin pan y sin torta, la fiesta termine tal vez.
Y uno recoje lo que siembra, dicen,
y es peligroso el barco sin timón
pero quien ponga manos en este juicio
nunca sabrá que estisfecho el ganso murió.
Gustavo Napoli (El Chizzo)