Reseñas en esta edición:
(ARENA "The visitor") (SPOCK'S BEARD "The kindness of strangers") (LANDMARQ "The science of coincidence")(GALAHAD "Following ghosts") ( BOZZIO-LEVIN-STEVENS "Back light syndrome") (PENDRAGON "Live in Krakov")
ARENA "The visitor" Verglas Music / 1998 * * * * * |
Arena es uno de los grupos neoprogresivos más consistentes de los últimos años. Con la guía del tecladista Clive Nolan este quinteto ha sabido ganarse un lugar en la escena mundial y sus discos respaldan su creciente fama. En 1995 el disco "Songs from the lion's cage" los disparó hacia una prometedora carrera; al año siguiente con "Pride" el grupo se fue consolidando. En 1997 editan un mini-CD llamado "The Cry" y ahora tenemos este último, "The visitor".
Una de las principales características de Arena es la de lograr una propuesta progresiva a partir de estructuras simples, con arreglos elegantes y un sonido poderoso cercano al Hard rock. El cantante Paul Wrightson tiene una voz muy característica y el baterista Mick Pointer (Viejo conocido de los verdaderos fans de Marillion) es un músico más experimentado y técnicamente más capaz.
"The visitor" dista de ser una gran colección de temas épicos como lo fue "Songs fron the lions cage", en lugar de eso tenemos una obra conceptual de una hora de duración. Imagina que que juntamos 10 finas canciones de rock duro con los suficientes interludios sinfónicos y sin poner pausas entre canción y canción. El resultado sería algo muy parecido a este disco.
El concepto tiene las acostumbradas referencias psicológicas y surrealistas. Trata sobre un hombre que cae a las aguas debido a una ruptura en el hielo de un lago congelado. (Muy simbólico) Durante esta breve travesía en las aguas heladas, se encuentra con cuatro personajes: El pastor, el vagabundo, el vampiro y el payaso. Estos conceptos no puden analizarse a la ligera. Son sin duda, producto de un estudio profundo y el letrista (En este caso Clive Nolan) busca crear en el escucha una impresión psicológica impactante y... lo logra.
La música es una interesante combinacion de grupos pesados y progresivos de la Gran Bretaña, (Pallas, Marillion, Iron Maiden, Pink Floyd). El poder de la música es más que evidente y el grupo lo despliega con el típico orgullo británico.
Uno de los mejores segmentos es "Pins and needless / Double vision" en donde el grupo se desata y se muestra mas agresivo. Las composiciones tienen la cualidad de resaltar las lineas líricas clave, para seguir de cerca la historia.
En la balada "The hanging tree" se siente muy claramente la influencia del más reciente Floyd, sobretodo en los abundantes solos del guitarrista John Mitchell. Algunos podrían extrañar al anterior mago de las seis cuerdas Keith More, sin embargo Mitchell tiene la ventaja de aportar música al quinteto. Ahora los temas están firmados por Nolan/Pointer/Mitchell/Jowitt.
A pesar de la efectividad de los temas, se siente la falta de una gran pieza central (Como lo fueran "Solomon" o "Empire of a thousand days" en los dos discos. anteriores) este sería el único defecto de esta obra. Aún así podemos hablar de momentos brillantes como "In the blink of an eye", energética y con un gran solo de teclado. y "Enemy without", el punto más accesible del disco. Los atractivos y sencillos coros de esta última bien podrían cantarse en un estadio de futbol o una taberna (!).
El disco finaliza con dos temas más: "Running from Damascus" (El segmento más progresivo, en donde la obra alcanza su clímax) y "The visitor" otro tema de alrededor de 6 minutos que aparece como epílogo.
Arena es un grupo que me ha entusiasmado bastante por su inclinación purista del sonido inglés. Aunque "The visitor" me deja un pequeño sentimiento de que pudo haber sido una obra aún más brillante. Supongo que en vivo sonará desvastadora. (Ya veremos que nos reportan de su actuación en el Baja-Prog).
SPOCK'S BEARD "The kindness of strangers" Radiant / Metal Blade 1998 * * * * * |
El primer capítulo de la interminable serie de televisión "Star trek" se llamó "La barba de Spock". Para mí, es inexplicable como una banda de rock progresivo pueda tomar su nombre de semejante referencia. En fin, esto es lo que una banda americana puede hacer con su nombre y con su sorprendente, virtuosa y sofisticada música.
Para este tercer disco "The kindness of strangers" el avance del grupo en cuanto al reconocimiento internacional es notable. Ahora firma con Metal Blade Records obteniendo así una mejor distribución. Creo que el grupo ha encontrado una fórmula exquisita, proveniente de TODOS los grupos clásicos de los setentas y con un breve toque de rock áspero típicamente americano.
Temas destacados abundan. El primero "Good don't last" inicia con sus típicas melodías a contrapunto en el órgano y la guitarra. Eventualmente se convierte en una agradable canción de Rock sureño (!). Más adelante el grupo demuestra toda su valía instrumental y termina de manera tranquila los diez minutos de esta pieza. Cabe decir que las interesantes composiciones del pianista-vocalista Neal Morse bien podrían sujetarse a un estudio sinfónico serio.
"In the mouth of madness" y "Strange world" son canciones más breves con un afilado sonido de guitarra, arreglos sorpresivos y atractivas melodías vocales El sello de la casa. La balada acústica "June" me recuerda el "Cry baby cry" del álbum blanco de los Beatles. Por otro lado "Harm's way" es una épica más relajada, con pocas referencias a los otros discos de Spock's beard.
No encuentro ninguna crítica negativa, sin embargo, me gustaría hacer una advertencia: El grupo comienza a repetirse peligrosamente en algunos arreglos y segmentos de las composiciones. Por ejemplo, el inicio de "Flow" es muy parecido al de "Walking on the wind" del disco anterior; La primera estrofa de "In the mouth of madness" es muy parecida a alguna de "The light" y así podemos encontrar muchas similitudes entre sus composiciones. Además no deberían abusar de las introducciones tipo Gentle Giant. Aunque, pensándolo bien, ¿Quién más las hace así de bien?
LANDMARQ "The science of coincidence" Synergy / Verglas 1998 * * * 1/2 |
La mayoría de los grupos nuevos que se inclinan por el rock sinfónico tratan de emular a los grandes de los setentas como Yes, Genesis o King Crimson. Sin embargo, más de treinta años de historia del rock progresivo nos brindan muchas opciones. ¿Que pasa cuando surge un grupo cuya aspiración es llegar a ser como Arena, Pendragon o Pallas?
Landmarq es otro grupo inglés digamos, de la segunda división del neo-prog. Este es su cuarto disco y durante algún momento de su historia contaron con la presencia del cantante Damian Wilson poseedor de una poderosa voz. Esta banda presenta ahora a la vocalista Tracy Hitchings como su principal atracción.
Hitchings no es ninguna improvisada. Ha participado como vocalista líder de los dos discos de "Strangers on a train", proyecto de Clive Nolan (Arena) y Karl Groom (Threshold) y en el nuevo "Jabberwocky" en donde Nolan comparte créditos con Oliver Wakeman. Su agradable voz de gran alcance suena como una mezcla entre Nancy Wilson de Heart y la islandesa Björk. Claro, sin tanta gesticulación gutural.
Lo que podemos encontrar en este disco es un rock convencional dominado por teclados. Muchas canciones me recuerdan al Heart de los ochentas y otras bandas semejantes. Las canciones son un compendio de hard-pop y momentos neoprogresivos que dejarían mucho que desear a cualquier despistado que pretenda que este es un grupo de progresivo puro. Obviamente este no es el caso.
Hay momentos en donde el resultado es desastroso. Por ejemplo, en la canción "Summer madness" que va transcurriendo como una canción pop muy normalita hasta la sección central, en donde se les ocurre plagiar el final de "Cinema show" de Genesis. Definitivamente de muy mal gusto.
En contraparte, hay otros cortes en donde el grupo podría encontrar otra dimensión más interesante. La aguerrida sección instrumental de "Lighthouse" es excelente y creo que es uno de los puntos en donde Landmarq tendría que enfocarse para en verdad trascender. "Heritage" es un medio tiempo muy simpático y "The overlook" tambien tiene sus momentos. En resumen, tenemos otro gupo Neo, ciertamente con potencial, pero que se queda a la mitad del camino.
GALAHAD "Following ghosts" Avalon /1998 * * |
Para empezar, podemos hablar del curioso detalle del principio: El disco inicia con la voz de una locutora, agradeciendo la compra del disco y recomendándonos la forma de escuchar el disco, (Osea, al tope del volumen). El diálogo termina con un grito y la música inicia de manera frenética. Este "recurso" logra su propósito al ponernos "en onda", pero está totalmente fuera de contexto.
Uno de los puntos controversiales de esta banda, es la voz de Stuart Nicholson. La historia nos cuenta que este cantante estuvo muy cerca de reemplazar a Fish en Marillion y que sólo fue rechazado por sonar demasiado parecido al escocés. En realidad, su voz no es tan semejante. Más bien podría compararse con Barry Palmer de Triumvirat. Es en la forma de cantar donde se nota la gran influencia del ex-cantante de Marillion.
El gran defecto de este disco es el poco balance que existe entre los cortes. Tenemos temas rockeros como "Myopia" (Entre lo poco rescatable) y "Karma for one" en donde el quinteto logra una fusión interesante de sonidos actuales, mientras otros son totalmente cargados al pop y hay un par de cortes computarizados para el olvido. La canciòn épica es "Shine" de 14 minutos. Bueno, a todos los progresivos nos gustan los temas extensos, pero este es un corte sencillo, con pocos recursos que bien pudo haberse condensado a seis minutos.
Otro detalle extraño , la letra de "Karma for one" hace una referencia hacia "The lamb lies down in Broadway". Nicholson canta "It is now, it is here, it is real" (?). Este tipo de desplantes son los que nos demuestran la falta de convicción de esta obra, que no parece definir ni siquiera, a que mercado va dirigido.
¡Vaya! Galahad tendrá que seguir trabajando. "Following ghosts" rompe con el relativo ascenso que habían logrado en los años anteriores. Por el momento, el guitarrista Roy Keyworth abandonó al grupo. Espero que el grupo pueda superar el descalabro que a mi forma de ver, representa este disco.
BOZZIO-LEVIN-STEVENS "Black light syndrome" Magna Carta / 1997 * * * |
Efectivamente, dado la agenda tan apretada de Levin, el disco tuvo que grabarse en cinco días. De hecho este disco nos muestra a tres grandes músicos "palomeando" (Jamming) sin mostrar verdaderas composiciones, planeadas y elaboradas con esmero. Estos jams son dirigidos por la guitarra de Stevens, estan plagados de solos y me recuerdan más a un disco de Satriani o cualquier otro super guitarrista que a una obra progresiva.
El tema más cuidado (o el único) parece ser "Duende", con una base de guitarra española ejecutada impecablemente por Stevens. Es justo reconocer que los tres músicos no batallan para mostrar su gran nivel. Probablemente Levin al bajo acústico sea quién tiene la participación más discreta.
No hay que extenderse mucho en el comentario de un disco que no pasará a la historia y que recomendaría exclusivamente a instrumentistas, quienes sin duda, podrán disfrutar del incríble trabajo de Terry Bozzio en los tambores e intentarán copiar los "Efectos especiales" en la guitarra de Stevens. Pero nada más.
PENDRAGON "Live in Krakov" Toff Records / 1997 * * * * |
Lo último que han sacado estos ingleses es el "Live in Krakow 1996". No es su mejor producción. recuerdo que el anterior disco en vivo "Utretch... The final frontier" tenía mejor sonido, pero aquí podremos escuchar versiones en vivo de temas de una de sus mejores obras "The masquerade overture".
La característica que hace de la música de Pendragon realmente única, es el increíble manejo de la melodía, siempre agradable, no muy rebuscada, pero muy bien trabajada en temas de larga duración disfrutables para cualquier aficionado serio y no sólo para el sector más intelectual del progresivo. Sus compactas y sólidas composiciones tienen una coherencia envidiable.
Los instrumentistas no son virtuosos ni mucho menos. Clive Nolan parece estar más concentrado en Arena y en sus otros proyectos, que en ayudar a Pendragon. Incluso tiene por ahí algunos errores de tiempo muy evidentes. El grupo sale avante gracias a la gran participación de Nick Barret en la guitarra (Rápido, melódico y efectivo) y a la versátil visión musical del bajista Peter Gee que por momentos toca teclado, guitarra y pedales de bajo.
Casi todo el material proviene de "The masquerade..." con excepción de "Leviathan" del legendario primer disco de 1985 y "Back in the spotlight" de 1991. No hay que perderse la estupenda versión de "Guardian of my soul" y la dramática "The shadow" en donde el grupo muestra al máximo su capacidad compositiva y su cualidad emotiva que en verdad llega al escucha. Desgraciadamente el grupo cierra con una pobre versión de la clásica y trillada "The last waltz". Se nota que la tocan casi por obligación.
Si ustedes omiten esta última, tenemos un concierto muy decente. Respetando cualquier otra opinión, aconsejaría que se hicieran de este disco en lugar de la de tantos grupos "Experimentales" cuya música no parece ir a ningún lado
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