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LECCION 2LA EDUCACION FISICA Y LA CALIGRAFIALa posición correcta, ejercicios musculares, práctica del movimiento, manera de tomar la pluma; todo ello ilustrado por medio de grabados Mientras no se dé cuenta el alumno de los requisitos principales, del orden en que estos requisitos deben estudiarse, no podrá adelantar en la caligrafía por movimiento muscular. Los quince grabados que reproducimos a continuación explicarán dichos detalles mucho mejor de lo que pudiéramos hacerlo con la palabra escrita o hablada. Indican cuanto importa dar a conocer al principiante y deben ser estudiados con todo detenimiento ahora y, más tarde, con frecuencia durante los períodos de práctica. Primer paso, grabado número cuatro: Posición sentada con los brazos caídos a los lados, sin tensión muscular. Segundo paso, grabado número cinco: El cuerpo ligeramente vuelto hacia la izquierda y los brazos extendidos por encima del pupitre con los dedos y las muñecas sueltos, sin tensión alguna. Tercer paso, grabado número seis: Después de dejar caer ambos brazos sobre el pupitre, levante el brazo derecho como lo indica el grabado y luego déjelo caer por su propio peso, repitiendo la operación hasta que el brazo caiga en posición cómoda para escribir, con el codo a ángulo recto y los dedos doblados de un modo fácil y natural. Cuarto paso, grabado siete: Ejercítese en los movimientos de la escritura. El niño representado en el grabado tiene el puño apretado; observe el interés con que estudia la posición de su brazo en la región del codo. El brazo puede aquí compararse a una máquina cuyo motor se encuentra adelante del codo. Cuando el brazo descansa de esta suerte en el pupitre, se requiere un esfuerzo mínimo para mover el puño hacia adentro o hacia afuera de la bocamanga; esto es lo que se llama, en caligrafía, el "movimiento muscular." Tenga siempre presente lo que sigue: en la escritura por movimiento muscular, el brazo no se alza nunca del pupitre sino que debe siempre descansar en el pupitre, de manera perfectamente natural y cómoda; la manga permanece siempre en el mismo punto del pupitre, sin moverse, siendo únicamente la parte carnosa del brazo la que se mueve, dentro de la manga. Conviene ahora fijarse bien en los grabados nueve y diez. Las flechas indican el punto principal en que descansa el brazo, es decir, la parte más ancha de éste, cerca del codo. Al escribir, el puño y el canto de la mano deben permanecer siempre alejados del papel. Sólo debe haber dos puntos de descanso, el músculo del antebrazo, cerca del codo, como ya lo hemos explicado, y los dedos meñique y anular que deben servir de punto de apoyo y trasladarse sobre el papel de acuerdo con los diversos movimientos de la pluma al trazar las letras. No se preocupe por ahora de la manera de escribir o tomar la pluma; concrétese a estudiar cuidadosamente la posición, trate de obtener la soltura muscular necesaria para los movimientos de la escritura hasta lograr que dicha posición y tales movimientos sean una cosa natural y fácil. En las escuelas primarias, conviene a menudo que los principiantes dediquen de tres a seis semanas a la práctica de la posición y a los ejercicios de soltura y movimiento muscular, antes de tomar la pluma o empezar a escribir. El adelanto del alumno en lo subsiguiente depende de la perfecta comprensión de estos importantes pasos preliminares. Aun después de haberse empezado los ejercicios de movimiento y cuando ya se sepa aplicar el movimiento muscular a la escritura, conviene dedicar un rato de tiempo en tiempo al estudio de la posición y a los ejercicios calisténicos indicados aquí. El grabado número ocho merece especial atención y detenido estudio. El niño aquí representado está observando algún objeto a cierta distancia. Practique el movimiento en esta misma posición y vea si puede sentir la acción del músculo del antebrazo al descansar éste sobre el pupitre. |
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