El gusto lírico de Manolo García destaca en las composiciones de este trabajo con canciones como "Carbon y ramas secas", "A San Fernando, un ratito a pie y otro caminando" o "Prefiero el trapecio". "Estoy en un momento de euforia exultante, deseando salir a la carretera a tocar en directo estos nuevos temas", comenta ilusionado. "Me gustaría que la gente no tuviera una idea preconcebida de este disco hasta haberlo escuchado, provocando que se disparen diferentes resortes en su interior".
Alertado ante el rumbo de los tiempos -"Me abruma el estado al que hemos llegado, cada persona encerrada en su pequeño compartimento en un mundo de televisión"-, Manolo reivindica la vida en la calle que siempre ha acompañado al carácter latino. Continúa siendo socio de Amnistía Internacional, pero no le gusta insistir con ello: "Estas cosas están ya tan al alcance de todo el mundo que el que no colabora es porque no quiere", asegura.
Respecto a la ruptura de El Último de la Fila,
Manolo deja claro que se ha producido de forma totalmente amistosa, que
Quimi y él mantienen una excelente relación personal. "Nos
hemos separado de una forma natural y razonable, porque pensamos que había
llegado el momento de que cada uno siguiera su cauce", señala.
De lo que no hay duda es de que no se trata de separación definitiva:
"El respeto hacia lo que hemos hecho juntos es tan grande que no tendría
sentido tratar de resucitarlo ahora. Hemos disfrutado mucho de ello y por
eso lo hemos ido dejando". Aclarado queda.