Los Momentos Épicos de la Televisión Chilena



Tengo que aclarar que esto no lo escribí yo. Ni siquiera me acuerdo del momento que aquí se describe. Lo único que sé es que lo firmó alguien que se hace llamar el Eyo Alterado. Tampoco me acuerdo de dónde lo saqué. Seguramente la bajé de algún e-zine, vagando por Internet. Lo rescaté de un archivo perdido que tenía en mi computador porque representa exactamente lo que quiero hacer con esta sección. Hecha la aclaración, respira hondo y lee.


* Por un mail que me llegó, supe que esto apareció en un desaparecido e-zine llamado Le Sang Froid. Gracias, no me acordaba. Les voy a mandar los derechos de autor...





                             El Gran Willy.

Este es un artículo histórico. No lo es por la probable trascendencia que
pueda tener, sino porque se refiere a hechos importantes de nuestra
historia. Digo esto por si alguien cree que este tipo de temas no están en
mis dominios. Ténganlo claro, el Eyo Alterado habla de aquello que le da la
gana ( y le da lo mismo desperfilarse ). Ahora hecha la aclaración, vamos
con el artículo.

La televisión no produce genios. Reconozco que es una frase un tanto
extraña para comenzar un relato histórico pero, si siguen leyendo, verán
la conexión que pretendo establecer. Como iba diciendo, basta con ver la
tendencia actual de la pantalla chica hacia programas del tipo Canal 13
donde se resalta lo superfluo y se entierra todo aquello que tenga un
mínimo aire de complejidad. Es más, personas medianamente inteligentes que
estaban haciendo pequeños aportes a la TV fueron compradas por ese canal y
puestas a decir cualquier tontera. Así, la competencia no va hacia quién
hace el mejor programa sino como impedir que el resto haga buenos
programas. La actual tendencia nos hace mirar con añoranza hacia el pasado,
cuando la gente no se vendía. Podemos recordar en especial el caso del gran
Willy Benítez.

Para nuestros lectores más jóvenes que quizás no lo recuerden haremos una
pequeña referencia sobre este gran artista. Para comenzar, tengo
referencias de que Willy Benítez reemplazó a Florcita Motuda como el Buzón
en el programa de la tía Patricia, sin embargo no he podido comprobar este
hecho así que, de antemano, agradeceré cualquier dato que algún lector me
proporcione al respecto. De todos modos, fue en el ya legendario programa
"El Festival de la Una" donde Benítez se dio a conocer al público. Lo
recordaremos en los pequeños sketchs humorísticos que hacía al momento de
finalizar la participación de los concursantes del "afírmese usted
compadre" ( una especie de chacal de la trompeta ). Aquí fue desarrollando
sus personajes, primero como el soldado dispuesto a fusilar al "Chinito
Won" y luego, como no olvidarlo, como ese personaje que tenía voz de pito y
andaba con un tarro. En ese momento nuestro amigo ya era popular, pero
todavía faltaba el momento de su consagración.

Toda este cuento historia no tendría ninguna trascendencia si no hubiera
sido por ese mítico Festival de Viña que ocurrió hace, aproximadamente,
unos diez años atrás (el año exacto no lo recuerdo). Los organizadores de
aquel entonces, en una extraña decisión, comunicaron que ese año no habría
humoristas en la Quinta Vergara. Hubo un par entrevistas y artículos de la
prensa sobre el tema. Sin embargo, nada lo suficientemente importante que
hiciera cambiar la opción ya tomada.

Hagamos un alto en la narración para hablar un poco de lo que significa el
Festival de Viña mirado con los ojos de un humorista. Si bien es cierto
que, para el resto del país, ese Festival nunca nos ha importado mucho, la
opinión de un cómico es bastante distinta. Pensemos, a modo de ejemplo, en
el caso de "El Tufo" cuando ganó la Gaviota (o lo que sea que haya ganado).
El pobre tipo sentía que ya se había consagrado, que no necesitaba más de
esta vida, "El Tufo" lloraba y le daba gracias a la Virgen por su éxito.
Para aquellos que se sienten asombrados por esto, la misma escena se repite
cada vez que un humorista, sobre todo los de origen popular, triunfan en el
Festival de Viña. Podemos ir ponderando entonces, de esta manera y en su
justa medida, el verdadero efecto que tuvo la decisión sobre el gremio.
Volvamos al cuento.

Era una noche de Festival, Vodanovic se disponía a presentar el jurado. De
pronto una figura entra al escenario y el público se llena de alegría. Era
Willy Benítez quien, guiado por su consciencia, aparece con su personaje
del tarro. Todo el mundo feliz, salvo aquellos que sabían que Benítez no
podía estar ahí. Vodanovic, en uno de los momentos más difíciles de su
carrera, trata de hacerlo salir del escenario con comentarios bastante
duros. La gente no nota la situación ya que está acostumbrada al clásico
juego del personaje popular versus animador pesado (originado, quien sabe,
por don Francisco y Mandolino). El diálogo era más o menos así :

- " Qué está haciendo aquí, señor.

- " No, yo vine representando a los humoristas chilenos y ....

Ya estaba claro, "el tarro" estaba ahí para hablar por los que no tenían
voz. No estaba bebido, lo hacía por una firme convicción espiritual. Pero
Willy no sólo quería dar un mensaje, también quería alegrar al público :

- " Hola, ¨ Qué tal ? "

A lo que todo Viña respondió :

- " Festival "

Y Vodanovic acotó :

- " éste es otro festival, señor. "

Benítez lo había logrado. Fue, vio y venció. El público lo aplaudía con
cariño mientras se retiraba. Vodanovic, probablemente, siguió presentando
al jurado. La vida volvió a la normalidad.

La gesta de Benítez no resultó gratuita. Recordemos que en el canal 7 se
había visto correr sangre por menos. Fue despedido de ese canal y tuvo que
arreglárselas sin el sueldo de la TV. Sólo un año alcanzó a estar
despedido, el cariño de su público lo hizo volver en gloria y majestad al
canal nacional. Ahora aparecía hasta en la mismísima presentación del
"Festival de la Una" rodeado de hermosas modelos y poniendo sus
tradicionales caras de loco. Fue un triunfo del pueblo sobre el monopolio
de la cultura existente. Fue un fragmento épico de la historia de Chile.

Los tiempos han cambiado. Los canales, sobre todo el trece, han hecho lo
posible por idiotizar a su público ( y lo han logrado ). Ya es difícil ver
a figuras como Willy Benítez en la televisión. La participación que se le
dio en el programa Video Risas fue mínima ( y aún así la única interesante
de ese programa ) y ya no se le ha vuelto a ver.

La televisión no produce genios ni los ha producido, pero al menos podemos
esperar los pequeños chispazos de luz que se produzcan en su interior.
Willy Benítez tuvo uno.

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El Eyo Alterado.



¿Quieres agregar algo? ¿Eres el misterioso Eyo Alterado?. docbizarro@yahoo.com

En la próxima edición: El día en que Enrique Maluenda se salvó por un centímetro de ser atacado por un tigre de bengala. Sí, en esa.


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