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Los alemanes del Volga |
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... Alemanes del Volga ... ¿quiénes son? ... ¿de donde provienen? ... ¿Por qué Alemanes del Volga, si el río Volga está en Rusia y no en Alemania? ... ¡Y cuántas verdades de nuestra colectividad que aún se desconocen!
Para comprender esto debemos retroceder en el tiempo hasta el siglo XVIII. Alemania gobernada por varios príncipes con sus estados independientes entre sí. Durante varios años el país había sido devastado por guerras internas y externas. Los hombres debían prestar servicio militar en Francia y otras veces fueron vendidos por Felipe de Hessen a Inglaterra para luchar en los Estados Unidos. Las pequeñas parcelas de tierra no daban lo suficiente para alimentar las familias de los agricultores, los artesanos no encontraban trabajo.
Catalina II de Rusia -una princesa alemana- publicó en muchas ciudades alemanas un manifiesto llamando a poblar las regiones del medio y bajo Volga, servir de ejemplo a los aldeanos rusos y de muro de contención contra las invasiones nómadas. Las promesas eran buenas: libertad religiosa, administración independiente y propia, eximición de impuestos, eximición de prestar el servicio militar. Muchos alemanes siguieron a este llamado, 30.000 en total iniciaron el viaje en 1763 (la emigración se extendió hasta 1767). No solamente agricultores, sino artesanos, peluqueros, médicos, militares, etc., a todos se les había prometido libertad para seguir su profesión, fundamentalmente mantener el idioma alemán, algunas promesas luego no se cumplieron (fueron obligados todos a ser agricultores). De toda Alemania emigraron, pero principalmente de Hessen y del Palatinado. De Lübeck, vía Mar Báltico a Rusia. Allí debían permanecer en Oranienburg para prestar el juramento como súbditos de la Zarina. Luego de muchas penurias llegaron a su destino, pero de lo prometido, aldeas con casas no existía nada. En algunas futuras colonias ni algún techo protector. Debían pasar el invierno en casuchas de tierra (Semijanka, casas construidas bajo tierra) y de los 30.000 que salieron de Alemania, 3.000 murieron en el camino y otros 4.000 en los dos primeros años. La primera aldea o colonia fue fundada el 29 de junio de 1764, luego se fundaron 103 aldeas más a ambas orillas del río Volga.
Un proverbio ruso dice: "Paciencia y tiempo vencen a todo". Después de los primeros años ya les fue mejor. Poco a poco se fundaron nuevas colonias, adquirieron nuevas tierras, cruzaron el Volga hacia el Cáucaso y Siberia, poblándolas. No faltaron invasiones de los pueblos nómadas, miles fueron llevados a la China, para ser vendidos como vulgares esclavos.
Cada colonia poseía escuela primaria y varias de ellas escuelas secundarias. Cien años más tarde fueron quitados muchos privilegios. Debían prestar servicio militar, no conseguían nuevas tierras, no tenían más administración propia, la libertad religiosa era cada vez más restringida... y la muerte sin piedad a hombres, mujeres y niños por parte de hordas salvajes y criminales como los Calmucos, Quirkisios, otros eran tomados como prisioneros, luego conducidos a través de la estepa ruso turquestánica hasta la frontera con China, para ser vendidos en el mercado de Buchara. Es interesante recordar dos fechas relacionadas con la salida de Alemania, para convertir en tierras aptas, ambas orillas del río Volga. Los manifiestos eran llamados "Edictos"... El primero fue fechado el 4 de diciembre en 1762 (en plena guerra de los 7 años). El segundo fue fechado en San Petersburgo (Leningrado) el 22 de julio de 1763, que obtuvo resultado feliz, y de allí comenzó nuestra larga procesión.
En los años 70 del siglo pasado, se inició una emigración de alemanes del Volga hacia los Estados Unidos y Canadá.
Si el agricultor debía dejar su patria para adquirir nuevas tierras, le era lo mismo cruzar el océano. Brasil hacía mucha propaganda en busca de nuevos colonos.
Prevenidos por la experiencia dolorosa anterior enviaron emisarios. Al volver estos y traer nuevas noticias se reunieron y decidieron la emigración en grupos de 300-400 personas. Después de la cosecha vendieron sus bienes, adquirieron en Saratow sus pasaportes. El día antes de la partida se congregaron en la iglesia de su pueblo para recibir la última bendición de su sacerdote o pastor. Un grupo de varios centenares de emigrantes abandonó para siempre Saratow. Y sigue la larga procesión portando tristeza y alegría. Ocho días más tarde llegaron a Bremen esperando la partida del barco. A sus reclamos les contestaron con picardía que de ahí un barco pequeño los llevaría a Río de Janeiro.
¿Quién de nuestros antepasados conocía la geografía americana? Mientras tanto en la Argentina había sido promulgada la ley de Colonización, bajo la presidencia de Nicolás Avellaneda para colonizar y poblar el país. En Bremen los agentes argentinos se combinaron con la agencia, vendiéndoles pasajes a nuestros colonos a Buenos Aires. Un engaño que más tarde traería sus buenos frutos.
El viaje en barco fue agradable y la tripulación y pasajeros se llevaron bien. Llegando cerca del puerto de Buenos Aires, el barco pequeño llegó efectivamente y los condujo a la ciudad. Dándose cuenta del engaño no quisieron desembarcar y finalmente las autoridades optaron nuevamente por la astucia y los contactaron con colonos que habían estado en el Brasil, los cuales les informaron que Brasil no tenía tierra para el trigo, como buscaban ellos. Así, convencidos que no les convenía Brasil, decidieron quedarse y fueron llevados a Diamante; un pequeño grupo optó por Santa Fe, en Entre Ríos fundaron, en Colonia Alvear, las aldeas Valle María, San Francisco, Salto, Spatzenkutter, y Aldea Protestante. Un año más tarde, colonos provenientes de Brasil, fundaron Aldea Brasilera. Al mismo tiempo y con destino en la Provincia de Buenos Aires llegaron 8 matrimonios y 3 solteros al partido de Olavarría precisamente junto al arroyo Hinojo, para fundar Colonia Hinojo, hecho que se produjo el 5 de enero del año 1878; posteriormente, se fundó Colonia Nieves y a los 3 años, el 1881 Colonia San Miguel. De Colonia Hinojo, un grupo de colonos se dirigió más hacia el sur para formar tres nuevas colonias llamadas: Santa María, San José y Santa Trinidad (en el partido de Coronel Suárez). La procesión no se detuvo, nuevas colonias tuvieron asentamiento en Stroeder y Villalonga (Provincia de Buenos Aires) y se formaron varias aldeas en la provincia de La Pampa. En Entre Ríos ocurrió lo mismo. Podemos afirmar con certeza que en día no existe pueblo en la provincia que no tenga algunos pobladores de origen alemán del Volga. En la provincia del Chaco se radicaron en los años 30 muchos colonos provenientes de La Pampa eligiendo como lugar de trabajo los hoy pueblos de Castelli y Charata.
Seguidamente consignamos datos y fechas históricas que hacen a la realidad de nuestro principio y continuidad de la colectividad "Alemanes del Volga".
En 1928 se celebró el 50 aniversario de la Inmigración (Bodas de Oro).
En 1968 se celebraron los 90 años con una gran fiesta en Colonia Hinojo, fue una antesala del centenario.
En 1978, ya en todo el país, el Centenario de la Inmigración.
Desde 1976 existe la "Asociación Argentina de los Descendientes de los Alemanes del Volga" con filiales en varias provincias.
Luisa Margarita Riffel
Gualeguaychú
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Antes de delimitar los aspectos propios de la "cultura de los Alemanes del Volga" elegiremos un concepto amplio del término "cultura" entendiendo como tal a la resultante de toda acción humana que surge de la vida del hombre con relación al mundo en que vive a la relación con los demás hombres y a la relación con lo trascendente.
A la cultura propia de los Alemanes del Volga tenemos que encuadrarla en la gran cultura germánica. Pero hacemos distinción con algunos aspectos propios que surgen de su larga peregrinación, de sus vicisitudes, penas, alegrías, fracasos, triunfos y logros. De todos modos los pueblos germánicos peregrinos por el mundo, el de los Alemanes del Volga fue el más castigado y sufrido, el que tuvo que superar situaciones difíciles más que ningún otro. Y lo ha podido lograr y esto pertenece realmente a su esencia e identidad porque estuvo íntimamente pertenece realmente a su esencia e identidad porque estuvo intimamente apegado a tres grandes motores, o mejor dicho a tres grandes amores: "Amor a Dios", "Amor a la tierra y a todo lo que contiene" y "Amor a la libertad". Con estos tres tópicos podemos desarrollar perfectamente la definición amplia del concepto "cultura" que hemos consignado más arriba.
Y para terminar, diremos que todos los aspectos aquí brevemente desarrollados, todo este bagaje cultural que han traído nuestros mayores, ha hecho que se impusieran rápidamente y descollara en casi todos los aspectos de la vida social. Tienen exponentes en todos los estamentos y profesiones. En el choque de esta cultura típicamente centroeuropea de clima riguroso, con la cultura autóctona, siempre ha salido ganancioso.
Es obvio que los Alemanes del Volga, también tiene defectos y algunos de cierta importancia, pero no hace falta desarrollarlos aquí porque los conocemos muy bien. Su análisis será para otra oportunidad.... ¿de acuerdo? Así será.
Prof. Alberto L. Klein
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Para hablar de su actualidad, afirmamos que los Alemanes del Volga ya están esparcidos a lo largo y a lo ancho de todo el país. Es cierto, también, que existen lugares donde se concentran en mayor medida y esto obedece a las fundaciones poblacionales primigenias.
Hoy se pueden contar por muchos miles en la Argentina. Se calcula que el número de descendientes supera el 1.200.000 (un millón doscientos mil) de personas. Así la podemos considerar la cuarta corriente inmigratoria, después de españoles, italianos y siriolibaneses. De entre las comunidades germánicas es, sin dudas, la más numerosa e importante.
Salvo contadas excepciones, ya no viven inmigrantes directos. Todos los que acusan este origen ya son argentinos, como en realidad también lo fueron sus antepasados, porque en esta bendita tierra no sólo se es argentino por nacimiento sino también por merecimiento. Aquí han dejado su numerosa descendencia, sus desvelos, y esfuerzos arraigándose profundamente a la tierra, sin nuevos sueños de "volver" dejando sus vidas junta al surco, mirando a la patria crecer y jamás pensando en tomar "el camino a puerto, o a Ezeiza".
Con ocasión de los grandes festejos del Centenario de la Inmigración de los Alemanes del Volga se constituyó la Asociación, tal como lo indicáramos anteriormente, bajo un viso totalmente legal como institución y que registra: "PERS. JUR. I.C.J. Exp. C.8359-Res. 000093" y que está presidida por el Consejo Directivo Nacional y con filiales en todo el país.
Las filiales tienen como tarea concientizar a los descendientes con respecto a sus valores que surjen de su historia y cultura, difundiendo a estos últimos e integrándolos al devenir de la construcción del futuro "Hombre Argentino".
Invariablemente, en todo tiempo y lugar estos "gringos" se han integrado totalmente a la vida social y económica de esta Nación descollando en cualquier actividad que se hayan propuesto. También es cierto que por el devenir propio del tiempo y por diversas circunstancias se han perdido parcialmente algunos aspectos externos propios de los Alemanes del Volga como por ejemplo su lengua materna (especialmente en su última generación) vestimentas y otras manifestaciones. Pero quedan muy firmes sus valores esenciales "AMOR A DIOS, AMOR A LA VIDA Y AMOR A LA LIBERTAD".
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL
Buenos Aires
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Popp-Denning: Los alemanes del Volga | |
Tras largo peregrinar por Europa, hallaron patria definitiva en
América. Edición de los autores. Buenos Aires, 1977.
244 páginas. Edición preparada y editada en ocasión
de los festejos del Centenario de la Inmigración. Aún
disponible en las buenas librerías. | |
Weyne, Olga: El último puerto | |
Editorial Tesis. Buenos Aires (agotado). | |
Seitz, Matías: Los Alemanes del Volga en Argentina | |
Editorial Guadalupe. Buenos Aires (agotado). | |
Brendel, José: Hombres rubios en el surco | |
Editorial Guadalupe. Buenos Aires (agotado). |
Asociación Argentina de Descendientes de Alemanes del Volga