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Los Abuelos Alemanes del Volga

Sarramone, Alberto

Editorial Biblos Azul, 1998.
Publicación reciente.
314 páginas.

Índice

AGRADECIMIENTOS

No son muy abundantes los libros y artículos sobre los alemanes del Volga en Argentina. Olga Weyne, autora de algunas de las mejores obras sobre el tema, reconoce "que casi toda esta bibliografía, como ocurre con el grueso de las publicaciones de las colectividades, es apologética y sin excesivas pretensiones de objetividad histórica".

Creo que soy el primero, desde la simpatía, aunque no de la sangre, en elaborar una obra con visión geográfica global, abarcando toda la dispersión de estos inmigrantes en nuestras provincias y en forma muy resumida en algunos países de América.

El lector observará que hemos introducido el análisis de ternas espinosos, soslayados en estudios similares. Admitimos y agradecemos que se discutan las conclusiones del autor. Solo esperamos que se comparta la necesidad de tratar todos los asuntos relacionados con la comunidad en estudio.

Obviamente, he releído casi todo lo que se ha escrito sobre este grupo humano, teniendo como base las valiosas publicaciones, que cito en las notas y en la Bibliografía. Por supuesto trataré de mantener la más imprescindible objetividad, a pesar de la permanente simpatía que he profesado por los alemanes del Volga, ya que en mi Chillar nativo, desde mi niñez y juventud tuve muchísimos amigos, que respondían a los apellidos: Adam, Bohn, Binder, Dietrich, Frank, Fritz, Frisorger, Heim, Holzmann, Kesler, Masson, Melchior, Mehring, Metzler, Pollack, Quittlain, Roth, Sauer, Schamberger, etc. a los que habría que agregar los muchos que he ido conociendo a través de mi vida.

He recurrido, por tal situación a recuerdos personales, pero he buscado otras fuentes. En el encuentro de las mismas, especial mención merece el Museo "Martiniano Leguizamón" de Paraná, Entre Ríos; así como la Biblioteca Popular "Orientación" de Crespo, donde encontré material poco conocido. En las Bibliotecas Nacional del Congreso, de la Academia Nacional de la Historia, me han atendido tan bien corno lo hacen siempre. Un párrafo especial merecen las bibliotecarias de la Biblioteca Popular de Concepción del Uruguay: tan lindas corno atentas. Idem para la Bibliotecas Sarmiento de Hinojo, Doblas, donde nos atendieron un domingo, Coronel Suárez, etc.

En el Archivo Histórico de la Provincia de la Pampa se pusieron a nuestra disposición, buscaron todo el material que me hacía falta, y nos habilitaron el turno tarde para nuestra exclusividad.

En cuanto a personas que me han brindado valiosa información, agradezco a Vicente Kranewitter, de Valle de María; al maestro Niendemar Veigel de Aldea Brasilera por tantas informaciones y la entrega de las traducciones de varios libros; a Luisa Riffel en Gualeguaychú que mencionamos en el texto; al señor Gerardo Korn, en Paysandú, y a la señora Edith Büchner de Courdin, de Estación Chapicui, ambos de Uruguay que me han permitido reconstruir brevemente el pasaje de los estudiados por su país; a José Gottlieb, de Colonia Hinojo, que gentilmente me ha brindado la abundante documentación e información que disponía. Estamos muy reconocidos con el Dr. Ricardo Mining de Colonia Baron, provincia de La Pampa, quien nos iluminó la historia de los alemanes de la parte Norte de La Pampa.

Para la parte de Brasil, debo agradecer la ayuda brindada por el encargado de la Editora de la Universidad Federal de Río Grande del Sud, en Santa María, señor Josinar A. B. Borges, quien nos puso al alcance todo el abundante material bibliográfico que disponía sobre la emigración alemana al Brasil. Muy especialmente debo agradecer al profesor William Werlang, de Agudo, por los auxilios prestados para ubicar las primeras localizaciones de los "teutorussos" en Brasil, como allí los llaman, así como sus libros, extractos periodísticos y cartografía sobre este tema.

Don Alejandro Streitenberger Maier, músico, historiador, inventor, de Coronel Suárez, con sus frescos 87 años, que nos abrió su amplísimo espíritu, las puertas de su casa, su generoso corazón, nos informó acabadamente de todo lo que le solicitáramos y nos abrió sus archivos, ejecutando el piano, el armonio o la balalaika, mientras leíamos sus prolijas recopilaciones sobre la vida de las Colonias de Coronel Suárez y, de sus habitantes pretéritos y actuales. En su hermoso Museo recrearnos la vida agraria de nuestro pasado...

En la Biblioteca del Goethe Institut de Buenos Aires hallé material informativo que no había podido frecuentar y la excelente atención de su personal en el auxilio para la traducción de algunos textos. Algunos figuran en la bibliografía. El profesor Alberto Klein, que tiene audiciones radiales sobre la comunidad y el Doctor Carlos Alberto Hartinan, destacado periodista de La Prensa, originario de las Colonias de Coronel Suárez, me pidió que no repitiéramos lo que ya se había dicho, que agregáramos algunas cosas. Esperarnos haber cumplido...

Mi querido amigo Enrique Rodríguez, a cargo de la Hemeroteca Ronco de Azul, me separó un antiguo informe sobre las colonias de Olavarría que utilizamos en el capítulo respectivo. Las listas de pobladores de esas colonias fue obtenido de un informe del año 1888, que guarda la Biblioteca Popular "Bartolomé J. Ronco" de nuestra ciudad.

Especial mención merece mi agradecimiento hacia mi amiga Túsnelda Heiland que ha tenido la gentileza de relatarme sus experiencias de un viaje reciente a la región del Volga, traducido folletos y libros y brindado otros, que se recogen a lo largo del presente.

En este libro existen pocas referencias al lenguaje utilizado por el grupo estudiado, debido a que no domino bien el alemán y no me parece lícito repetir, sin control efectivo por tal situación, las opiniones de otros, sobre todo en cuestiones donde subsisten algunas divergencias. Es por ello y teniendo en cuenta los aportes significativos que sobre el particular han realizado otros autores como

Olga Weyne, Eberle, etc., que no hemos incursionado en estos tenias.

Este libro se llama los "Los Abuelos alemanes del Volga", no porque lo fueran del autor, sino por que es también la primera obra en castellano que incorpora un importante listado de todos aquellos primeros pobladores que registran las crónicas y documentos y corno un homenaje del autor a un importante grupo de hombres y mujeres de excelente buena voluntad, que quisieron venir a habitar este suelo argentino, parafraseando el preámbulo de nuestra habitualmente tan maltratada cuando no violada o negada Constitución Nacional ...

Vaya este libro como homenaje a estas arraigadas gentes de nuestra tierra, ávidas conjuntamente de aislamiento colectivo y de espacio para colonizar, que llegaron siendo administrativa y estadísticamente rusos en los papeles o en el pasaporte, pero resueltos a ser obstinadamente alemanes por la lengua y el horizonte cultural, que han permanecido inmodificados en lo esencial, a pesar de las migraciones; y que nos dieron los primeros importantes volúmenes de trigo y miles de predicadores, y el ejemplo permanente para sus compatriotas argentinos, de un antiguo pueblo de significativos valores culturales, morales y de trabajo.

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