Comarca de Montalban

De camino a Cervera

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Visita a la Comarca de Montalbán

Partimos por la Nacional V con dirección a la cerretera de Cebolla, una vez pasada esta población, nos dirigiremos a Carpìo de Tajo y de allí a la Puebla de Montalbán, desde donde nos dirigiremos a San Martín de Montalbán; antes de llegar, tomaremos un desvío que encontraremos a la izquierda y que nos conducirá a la Iglesia de Santa María de Melque, monumento este, del mayor interés y que hasta hace muy poco tiempo era desconocido y hoy se encuentra, en parte, en ruinas.

Sus elementos sirven de estudio para conocimiento de nuestra arquitectura nacional. Las características del edificio han sido siempre complicadas de definir, barajándose dos teorías, una que fuera de origen mozarabe y otra, la más actual, que sea visigoda. En la actualidad aún se conservan los restos de la torre militar que levantaron los musulmanes sobre el crucero. Hoy es monumento nacional.

Definitivamente llegamos a San Martín de Montalbán, que obstenta el titulo de villa desde que el rey Felipe IV se la concediese en 1665. El conjunto urbano refleja la dedicación de su población a la agricultura. Su iglesia parroquial de San Andrés fue construida en el siglo XVI y declarada monumento nacional en 1931, en ella se encuentra la talla del siglo XIII de la Virgen de Melque. A su vez destaca la custodia procesional de plata con adornos de hojaresca del siglo XVII.

De San Martín de Montalbán nos vamos hasta Villarejo de Montalbán, pueblo en el que se conservan dos puentes sobre el rio Cedena, uno romano de dos arcos de medio punto y otro que podría ser medieval sobre restos romanos, así como un molino de agua del siglo XVII conocido por el nombre de Campanero. En su iglesia parroquial del siglo XVI destaca su artesanado de madera y su torre de estilo herreriano.

Continuamos nuestro camino y nos dirigimos ahora a San Martín de Pusa, población en la que destacan las ruinas del Castillo de Santiesteban en la dehesa de Valdepusa en lo alto de de un escarpado cerro, desde donde se domina el amplio y hermoso valle con su pintoresco soto y poblado monte. En el año 1518 en Canónigo de Toledo Zapata funda un hospital y en 1580 se edifica la iglesia parroquial de una sola nave. El interior es de finales del XVIII y principios del XIX. En el exterior destaca su buena obra de ladrillo y la magnifica torre de planta cuadrada. En la plaza mayor se encuentra el Ayuntamiento, construido en los siglos XVI y XVII, el cual está bien restaurado, y varias casonas que muestran un conjunto medieval. También destaca la Ermita del Cristo construida en el siglo XVI y que cuenta con un buen artesonado de maera. Preside el altar una talla que reproduce la primitiva que estuvo guardada en la guerra de la Independencia en el pozo contiguo a la ermita, por esta razón lleva el nombre de Cristo de Valdelpozo.

Ha llegado la hora de comer y nos acercamos a "Casa Zacarias", restaurante regentado por Zacarias y su mujer, Sagrario, que nos recomienda unos guisantes con cordero de primero, un bacalao con tomate de segundo y arroz con leche de postre. Despues del café y la correspondiente copita nos dirigimos a la importante villa medieval de Malpica. Su nombre es conocido desde el siglo XII. En esta localidad destaca su bellísimo Castillo mudejar de planta cuadrada. La fábrica general es de ladrillo y adobe, mientras que la entrada está rematada con el escudo de la casa de Ribera en honor al primer marqués de Malpica, Don Pedro Ribera. Recomendamos la magnífica vista que se observa de esta fortaleza desde el puente metálico realizado en el siglo XIX. Con esta imagen en nuestra retina regresamos a Talavera.

De camino a Cervera de los Montes

Salimos por la carretera que todos conocemos como de Cervera, pueblo de nuestro entorno, rodeado de cerros y vegetación abundante. Es villa desde el año 1641, en tiempos de Felipe IV. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asuncion fue construida en el siglo XVI. Tuvo una fortaleza medieval en una elevación de terreno situada a un kilómetro al norte de la población, en el lugar conocido como "Los Torrejones", del cual sólo se conservan en la actualidad dos trozos de sus muros. Pasado Cervera de los Montes nos encontramos con Marrupe, que fue anejo a Castillo de Bayuela. Su nombre en árabe significa convento militar para la defensa de la frontera.

Navamorcuende es el siguiente pueblo que encontramos en nuestro camino; al llegar, girando a la derecha en dirección al Real de San Vicente, en una carretera llena de robles, cerezos y frutales coronamos "El Piélago". A cuatro Kilómetros aproximadamente está el convento. Sus visitas son un verdadero mirador casi aéreo de Talavera y la Vega del Tajo. Posteriormente volvemos a bajar a Navamorcuende. Alli nos encontramos con la Iglesia parroquial Santa María de Nava, declarada monumento de interés cultural, construida en el siglo XVI por el arquitecto Pedro de Tolosa. En su construcción que finalizó en 1591 también intervino el cantero Juan de la Puente vecino de la villa... El templo de estilo herreriano cuenta con una sacristía gótica. En la misma plaza donde se encuentra la iglesia también podemos ver una fuente del siglo XVIII con pilón octogonal y una inscripción de la época de Carlos V.

Muy cerca de la iglesia parroquial, en la calle Heroes del Alcázar, nº 2 encontramos el Restaurante El Piélago donde podemos comer: alubias guisadas, tortilla de espárragos trigueros, bacalao a la riojana, merluza fresca, cochinillo, cordero o conejo a la brasa..., todo ello acompañado de una excelente guarnición. Para beber os recomiendo un tinto de la Iglesuela. Después de la sobremesa regresamos por la misma ruta y tras parar Marrupe y Cervera nos dirigiremos a la Villa de Pepino, llamada en la Antigüedad Aldeanueva de Talavera. Esta villa comenzó a existir en el siglo XIV. Su iglesia parroquial, construida en el siglo XVI se encuentra muy bien acondicionada gracias a la labor de su actual párroco, D. Augusto Resino, natural de Talavera.

Patio interior de la Casa Palacio de las Torres de Salinas en Pepino

Hasta que fuera construida su iglesia, el culto se celebraba en la ermita de Nuestra Señora del Val de Encinas en la Casa Palacio de las Torres de Salinas de la que fué propietario D. Francisco de Carvajal y Meneses quien llegaría a permutarla por otra en Toledo al rey Felipe II por la sal que de la misma se extraía y que reportaba importantes ingresos a la Corona. Hay que agradecer a su actual propietario el esfuerzo realizado para acondicionar tan importante monumento histórico. En este lugar estuvo hospedado el Mariscal Wellington en el año 1809 para defender y dirigir la Batalla de Talavera y derrotar a las tropas de Napoleón. Es conocido por los estudiantes ingleses ya que aparece en sus libros de texto. Fué visitada en el año 1990 por el VIII Duque de Wellington que tambien tiene los títulos de Duque de Ciudad de Rodrigo y Vizconde de Talavera.

Todos los años esta casa-palacio la visita un grupo de británicos ilustres acompañados por el embajador o el Coronel británico de la Wellington Society.

Gracias a D. Gregorio Martín por habernos rescatado de sus ruinas un monumento histórico tan importante.

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