DESCRIPCION

Revivir el placer de lo antiguo, es el sentimiento que disfruta aquel que ha decidido pasar unos días en CASA GRANDE, este viejo edificio perteneció en el siglo XIX a Gregorio Aznar, Primer Explorador de la Laguna de Gredos. Comenzó a construirse en el siglo XV, ampliándose en el XVII siendo residencia particular hasta principios del XX. En 1997, Elena y Ramón los propietarios, decidieron dejar el estrés de la gran ciudad, y crear un lugar especial en el medio del campo. Supieron mantener intacto el sabor antiguo y original de la casa.

DETALLES

El portón de madera original de la casa, da paso al patio empedrado donde también se ha conservaddo intacto el pozo. La parra, que trepa por todo el edificio y las numerosas macetas de flores inundan de frescor y colorido y reciben al huésped.

Los exteriores quedan relegados a un frondoso jardin silvestre donde crecen todo tipo de plantas, la mayoría aromáticas, como en un intento de poner perfume a tan agradable conjunto.

Imagen de otro rincón del jardín, donde podrá disfrutar de momentos llenos de plenitud, tranquilidad y silencio. El exterior permite al visitnte descansar, respirar aire puro, jugar a juegos de mesa o simplemente sentarse a leer.

El hall, que conserva el envigado original, hace las veces de distribuidor, una puerta comunica con el comedor, por la otra se accede al salón con chimenea y desde aqui arranca la escalera que conduce a la planta superior donde se encuentran las habitaciones.

El comedor, como las demás estancias, está decorado con una gran sensibilidad que combina perfectamente el confort y el buen gusto. Podrá disfrutar de un suculento y casero desayuno en un ambiente lleno de luz y sabor.

El salón, presidido por una acogedora chimenea siempre encendida en los meses de invierto se distribuye en tres ambientes. La calidez y el confort invita al descanso, a la lectura o a tertulias familiares y entre amigos.

Estamos en otro rincón del salón, que dividido en tres proporciona a la vez intimidad y tranquilidad. Para que usted y los suyos puedan disfrutar de su estancia lo más felizmente posible.

Imagen de otra estancia de la casa, acogedora y luminosa. Detalles como un jarrón de flores recien cortadas son el sello personal de arte de recibir de los dueños. La casa respira hospitalidad, tradición y autenticidad.

En la planta primera se encuentra dos habitaciones con sus correspondientes cuartos de baño y en la planta superior están el resto de las habitaciones y la suite de 50 metros. Todas son amplias cómodas y con mucho encanto.

La calidez de los techos de madera vista, los cabeceros labrados, la amplitud y comodidad de las habitaciones invitan al descanso.

El acierto ha sido combinar las telas con el estilo de la casa. Todas las habitaciones están dotadas de todas comodidades: cada una con su cuarto de baño perfectamente equipado, calefacción y aire acondicionado.

La suite principal de 50 m goza de diferentes ambientes donde podrá estar a sus anchas. Las telas en tonos beiges y granates, junto al mobiliario antiguo proporciona un ambiente muy acogedor que invita al descanso.

Los baños, tan espaciosos como las habitaciones, también ofrecen esa sensación única que se respira en el resto de la casa. El darse un baño después de una jornada en el campo le será de una gran relajación y olvidará que el tiempo pasa.

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