La actividad económica de Ermua se enmarca dentro del sector secundario: forja, estampación, construcciones mecánicas, componentes para el subsector del automóvil, herramientas y utillaje.
Durante los años 60 y 70 esta villa conoció un gran crecimiento demográfico e industrial, fruto de la inmigración rural de aquella época y del desarrollismo económico tardofranquista. Aquel éxodo hacia poblaciones industriales como ésta, tuvo como resultado inmediato el amontonamiento de viviendas y de equipamientos que caracterizan a la villa ermuatarra.
A causa de aquel desarrollo industrial en el que se ocuparon la población autóctona y la foránea, el mundo agrícola sufrió graves consecuencias y en la actualidad apenas si tiene ya entidad. La falta de espacio útil para los cultivos tampoco ayudó a mantener pujante este sector y en la actualidad gran parte de las tierras anteriormente dedicadas a cultivos, se han ocupado con plantaciones de pinos utilizados luego industrialmente en la obtención de maderas y resinas.
Por su parte, el sector servicios está dedicado casi totalmente al aprovisionamiento de la población ermuatarra: alimentación, vestido, hogar, etc.
Finalmente, cabe reseñar la existencia de una cantera de piedra caliza que manufactura materiales para la industria de la construcción.
La distribución por sectores de la población es el siguiente:
Sector primario, 0,6%; industria, 68,4%; servicios, 24,5%; y construcción,
6,5%.
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