Los arribes como se denomina en Zamora al profundo barranco excavado por el Duero, es un
espacio que Zamora comparte con Portugal, con quien el río hace frontera para
continuar después hacia Salamanca. En ese trayecto el Duero desciende en ocasiones
más de 400 metros, provocando un espectacular cañón, verdadera
garganta geológica cuyos desniveles han sido aprovechados para la producción
de energía eléctrica.
La agricultura es aquí obra de arte y en los barrancos del Duero el hombre ha sabido
aprovechar la dulzura del clima construyendo bancales donde cultiva el olivo, la vid y otros
árboles frutales. Muchos olivos fueron plantados en el siglo XVIII por la Sociedad
Económica de Amigos del País y los viñedos aterrazados hacia el Duero
nutren de buen vino a las bodegas de Fermoselle. La belleza de los bancales es más
ostentosa cuando los almendros florecen. También el hombre es el autor de otra
construcción singular ; las llamadas cortinas o terrenos cercados que en Sayago se
levantan con grandes piedras trapezoidades de granito, rellenas en seco con
mampostería menos. El paisaje no podría entenderse en estas tierras sin
esas tapias que delimitan la propiedad.
Este enclave de alto valor ecológico y protegido por un clima suave, casi
mediterráneo, constituye un magnífico refugio para muchas especies, sobre
todo aves rapaces como el águila real, buitre leonado ... y aves en peligro de
extinción como la cigüeña negra que aquí nidifica.
Dada su importancia, la declaración de los arribes como Parque Natural es un hecho.
Los arribes comienzan aguas abajo de la capital zamorana, en el tramo del embalse de San
Román, conocido como "los Infiernos". Continúa después perfilando el
borde de la comarca de Sayago. El Duero recibe después las aguas del Esla y es
aprovechado energéticamente primero en el embalse de Villalcampo y un poco
más adelante en el de Castro.
Los pueblos de los Arribes.
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Accesos: El primero puede hacerse desde la carretera N-122 entrando hacia Pino del Oro,
cuyo nombre nos remite a la actividad minera que ya practicaban en estas tierras los
romanos. Aquí se cruza el río por el puente pino, una construcción
de hierro, realizada a principios de siglo, que uno las comarcas de Aliste y Sayago en
un impresionante y silencioso paraje. El paisaje de encinas comienza a poblarse de
pequeñas construcciones pétreas, las cortinas, que a modo de cercados
delimitan la propiedad. El Duero gira bruscamente hacia el Sur a partir de esta zona
y comienza a ser fronterizo hasta que penetra en tierra salmantinas. En todo este
tramo los arribes pueden ser observados desde los pueblos más cercanos al
río, todos los cuales merecen ser visitados :
San Pedro de la Nave : La iglesia de San Pedro de la Nave constituye una muestra original y casi única del arte visigodo en España, y al igual que otros contados ejemplos existentes en la península, debe su salvación a la situación alejada, fuera de las rutas más conocidas.
Villadepera : conserva una magnífica fuente de piedra que la tradición
atribuye a época romana. En las inmediaciones existen buenos puntos de
observación de los arribes.
Villardiegua de la Ribera : su famosa "yegua" de piedra, toro prerromano de la II Edad
de Hierro, se exhibe al lado de la iglesia. También pueden verse estelas funerarias
romanas decorando casas. En los alrededores el río cuenta con un paraje de gran
belleza, denominado Paso de las Estacas.
Torregamones : la carretera cruza en este término el río aprovechando la
presa portuguesa de Miranda do Douro.
Fariza : Desde su ermita de la Virgen del Castillo, donde se celebra la romería de
los Pendones o Viriatos, pueden verse los Arribes y la cascada del arroyo Picón.
Fornillos y Pinilla de Fermoselle : pequeños pueblos de bella arquitectura de
piedra asomados al Duero.
Fermoselle : villa de gran valor arquitectónico e histórico, fue el
último baluarte del Obispo Acuña en la guerra de las Comunidades.
Antiguamente amurallada, posee restos de un castillo, así como una iglesia
románica y las ruinas bien conservadas del Convento de San Francisco, del
s. XVIII. En los alrededores el paisaje está configurado por los bancales
de olivos, vides y almendros. La carretera baja hasta el Duero y lo cruza en la
presa de Bemposta, ya en Portugal. Otro paisaje de interés se ofrece en
la confluencia del Tormes y el Duero, conocido como Ambasaguas.
Datos de interés : Se puede dar un paseo en barco por el río. Una
empresa realiza el recorrido entre Miranda y Castro. Es aconsejable llevar
prismáticos para observar a las aves.
Gastronomía : la ternera sayaguesa es incomparable junto con los vinos de
Fermoselle frescos acompañan bien y los quesos de cabra de Fornillos.
Artesanía : los alfares de Pereruela siguen cociendo las famosas fuentes de
asar y los cántaros y hornos de barro.
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