|
La vida de San Jorge
Los
baladistas han hecho un una labor depurativa sobre varios documentos griegos
que narran la vida y tormentos del mártir y precisan el crédito que
pueden merecer algunos textos, cuyo valor histórico queda, en definitiva,
problemático o discutible. No se debe confundir (a pesar de tener idéntico nombre, patria y profesión) al mártir san Jorge, con otro personaje del mismo nombre, Obispo intruso de capadocia, funesto personaje, gran perseguidor de los católicos a quienes pretendía atraer al principio dl arrianismo, sobornando a gran numero de ellos, saqueado las casas de las viudas y los huérfanos, ultrajando a monjas, y desterrado a los obispos; que fue elevado por los arrianos en 339 a la silla patriarcal de Alejandría, aprovechando el segundo destierro de san Atanasio y su obligada ausencia, y que, por ultimo murió asesinado por los mismos gentiles, por causa de sus crueldades y su conducta escandalosa. Jorge debió nacer en el año 280 en la ciudad de Lidia en Siria,
según unos, o en Miteline de capadocia, según otros. Criándole sus padres en la
religión cristiana, pues ellos la profesaban ya al emigrar de Palestina, y le
dieron una educación en todo conforme con su posición social y fortuna, que
debió ser considerable. Llegado a edad competente, San Jorge abraso la carrera
de las armas, siguiendo el ejemplo de sus padres. Se alisto en él ejercito
romano y pronto se gano el aprecio de sus jefes por su leal proceder, clara
inteligencia y distinguidos modales, que le valieron a no tardar en ser
promovido al grado de tribuno de la guardia imperial de diocleciano.
La Persecución, San Jorge se declara cristiano En
los comienzos de siglo IV, imperando diocleciano, se adoptaron providencias
para eliminar del ejercito imperial de oriente a los numerosos elementos
cristianos que en él servían. Muchos soldados tuvieron que renunciar a la
profesión de las armas, aunque la persecución no paso adelante de momento. Mas
cuando el cesar Galerio sé junto con Diocleciano en Nicomedia, puso mucho
empeño en conseguir mayor violencia contra la religión cristiana, publicando sé
en dicha ciudad un edicto que ordenaba la demolición de las iglesias y la
expulsión de todos los cristianos de las dignidades y cargos administrativos.
Los historiadores Eusebio y Lactancio afirmaron que dicho decreto fue
destrozado públicamente por un joven; y algunos biógrafos se aventuraron en
escribir que ese joven fue Jorge el tribuno. Poco después, y dos veces
seguidas, el fuego prendió en el palacio imperial. Galerio acuso de ello a los
cristianos y consiguió del emperador, a quien la noticia impresiono, licencia
para tomar sangrientas represarías contra el clero y los cristianos en de
nicomedia.
Al ser interrogado Jorge declaro que era cristiano, el emperador se sorprendió y ante semejante confesión le dijo: " piensa joven, lo que dices y mira por tu porvenir". Hablándole luego de los suplicios espantosos que su desobediencia a los edictos le acarrearía y por otra parte las dignidades y elevados cargos con que pensaba premiar su apostolado. A todo el tribuno contesto: " Ten entendido, OH diocleciano, que el dios a quien sirvo me dará la victoria, que no me han de ablandar tus ruegos ni me han de arredrar tus amenazas. Todos tus beneficios son vamos y tus promesas semejantes al humo que disipa el viento. No echo de menos los honores que me has concedido hasta el día, porque aspiro a la gloria eterna, permita el cielo que conozcas muy pronto al dios omnipotente". Ante semejante respuesta Diocleciano enfurecido ordeno detención y encarcelamiento del oficial. Los suplicios y la confusión del mago Aquí
da principio la dolorosa pasión del mártir, los relatos de los hagiógrafos
orientales describen por menudo los suplicios que en diferentes ocasiones padeció,
tales como el tormento de la rueda guarnecida de cuchillos afilados, el de los
garfios de hierro, la flagelación con nervios de buey, el baño en lechada de
cal viva, etc. El valeroso soldado lo sufre todo con sobrehumano valor y
ve luego como sus heridas quedan curadas milagrosamente. Ajuicio del magistrado,
Jorge se vale de sortilegios para liberarse de las espantosas torturas que le
infligen; por lo cual hace venir a un hábil mago que, para probar el
incomprensible poder de Jorge, le da de beber un licor emponzoñado, el
cristiano lo toma y no sufre menor daño, según promesa de cristo en su
evangelio. Declara entonces frente a los idolatras que la omnipotencia puede
obrar por mediación de sus hijos: puede tomar por ejemplo la vida de un
cadáver. Al oír esto, el mago le pregunto si quiere revivir a un difunto que había
sido enterrado cerca de la cárcel pocos días antes. Conducen a Jorge al lugar señalado,
ora el santo y el muerto sale vivo del sepulcro, vencido el mago confiesa el
poder del dios de los cristianos, y abandona el culto de los ídolos. Furioso el
emperador ante esta noticia, ordena que el mago sea decapitado y Jorge vuelva a
la prisión. De
allí a poco, nuevamente comparece Jorge ante el tribunal de diocleciano. El
tribunal se alzo al aire libre junto al templo de Apolo, el emperador quiere
sobornarlo con tiernas palabras, le pone por delante su juventud y le promete
toda suerte de honores si consiente en sacrificar a los dioses. " Pero
donde están esos dioses?" Pregunta el confesor, " vamos a
verlos". Y Jorge con otro portentoso milagro obliga a declarar al demonio
que mora en el ídolo, que solo hay un dios verdadero, luego hace la señal de la
cruz y todas las estatuas caen al suelo echas pedazos, con lo cual se provoca
un verdadero motín.
|
Si estas buscando informacion especifica sobre Escultismo, usa este mini buscador que dara los resultados dentro de Valerina. |
|
Ultima actualización: |