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Juana
de Arco
Historia
de Juana de Arco
Como
fue Juana de Arco
Relatos y visiones de
Juana de arco
Historia
de Juana de Arco
Durante
los largos años que conformaron la famosa Guerra de los Cien Años,
el pueblo francés confiaba en la llegada de una joven virgen que les
salvaría de la miseria en que se hallaban sumidos. Un seis de
enero de 1412 nace en Domremy
(Lorena)
una niña que tenía un destino escrito
ya por Dios y, aunque suene a historia novelada, lo cierto es que el
papel de Juana de Arco en la gesta de lo que es hoy Francia como
nación fue más que fundamental.
Si nos
imaginamos a una jovencita, hermosa, de cabellos casi dorados y de
ojos profundamente azules, de contextura delgada y frágil, de
mejillas sonrosadas y de manos agrestes, a una pastorcilla de la
campiña francesa cuyo amor a Dios era expresado en los pesados
edificios eclesiásticos, los únicos de piedra en kilómetros a la
redonda, tendremos una buena imagen de Juana. No es ficción a pesar
de lo increíble de su hazaña. No es exageración a pesar de lo
importante de sus logros. No es una leyenda a pesar de su terrible
final.
No, Juana
no fue una ángel del Señor, fue una joven de carne y hueso que llevó
a su pueblo a sentirse unido por primera vez desde tiempos de
Clodoveo, primer rey de los francos. Aquí su importancia y su
trascendencia para los siglos venideros. Ninguna figura en la
historia mundial logró lo que Juana en tan poco tiempo y con un
éxito tan tremendo.
Firma autografa de
Juana de Arco en una de sus cartas al ejercito
inglés.
aunque es cierto que
no sabía leer ni escribir, es muy probable que haya aprendido a
escribir su nombre, así lo han demostrado diversos estudios
grafológicos.
Era pastora de ovejas en
su pueblo cuando en 1425
comenzó a tener
visiones y a escuchar
voces, reconoció a San
Miguel, a Santa Catalina
y a Santa Margarita,
quienes le sugerían
liberar a Francia de los
ingleses y coronar al
rey Carlos VII, quien
luchaba contra el
invasor inglés que
apoyado por su madre
Isabel de Bavaria y el
duque de Burgundia,
pretendían hacer válido
lo estipulado en 1420 en
el Tratado de Troyes,
que el rey de los
ingleses heredara la
corona de Francia.
A pesar de haber
predicho correctamente
una derrota sufrida por
los franceses las
visiones de Juana
suscitaban una gran
incredulidad, pero en
1429 fue llevada a la
corte de Chinon, y se
ganó la confianza del
rey tras de sortear
varias pruebas para
comprobar la veracidad
de lo que decía; fue de
esta manera que el
monarca le entregó una
rica armadura y el mando
de un ejército.
Era obvio que la chica
no tenía ningún
conocimiento o
experiencia alguna en
cuestiones militares, no
obstante con gran
seguridad se dirigió a
Orléans sin titubeos y
la liberó de los
ingleses en abril de
1429; en junio del mismo
año se apoderó de las
poblaciones ribereñas
del Loire; más tarde
derrotó a los ingleses
en Patay y obligó la
retirada a París del
general Bedford y puso
sitio a la ciudad, Cuando
Juana se dió a la tarea de presentarse frente al Delfín de Francia,
futuro rey Carlos VII, realizó un largo viaje desde la pequeña aldea
de Domrémy hasta Chinnon, donde el principe se resguardaba de un
indetenible avance del ejercito inglés atascado increíblemente en
los límites de la ciudad de Orléans, la cual se hallaba sitiada por
ellos. Este era una de las más importantes metas de Juana para
lograr llevar al Delfín hasta Reims para ser coronado en la
Catedral: liberar a Orléans y advertir así a los ingleses
sobre los
designios de Dios...
Francia
en 1429. (presiona sobre
la imagen si quieres
verla en tamaño
legible)
A partir de esto la
Doncella obtuvo una
serie de derrotas tras
las cuales cayó
prisionera de los
burgundios en Compiegne,
tristemente el rey
Carlos VII no hizo el
menor intento de
rescatarla y la heroína
fue entregada a los
ingleses. En manos de
ellos, un tribunal
eclesiástico la juzgó
por varios crímenes;
durante el juicio
demostró una gran
sencillez y claridad lo
que produjo en gran
medida el asombro de los
jueces, entre ellos el
obispo Cauchon; pero
esto no representó ningún
atenuante para que
decidieran condenarla
por hereje.
Juana de Arco, la
Doncella de Orléans,
fue quemada el 31 de
mayo de 1431 en la plaza
de Ruan; se comenta que
durante su ejecución un
noble inglés exclamó:
"¡Dios nos
perdone! Hemos quemado a
una santa".
Desgraciadamente fue
hasta después de su
muerte que su figura se
volvió heroica pero
pronto sirvió para
infundir valor al ejército
francés que treinta años
más tarde ganaría la
guerra.
Su proceso fue revisado
en 1456 y hasta entonces
se reconoció su
inocencia; pero pasaron
siglos hasta que en 1909
fuera declarada
bienaventurada y en 1920
canonizada.
Su corta y asombrosa
vida ha sido tema para
obras de Voltaire,
Schiller y Bernard Shaw,
entre otros.
- A Juana de
Arco, la Doncella de Orléans, la pastorcilla de Domrémy, le
debemos un enorme ejemplo de coraje y valentía. Su historia puede
ser igualada sólo por aquella de William Wallace en Escocia.
Ambos, como nadie, sin grandes discursos y con un sencillo impulso
de amor, consolidaron a Francia y Escocia como pueblo de valor y
de espiritus aguerridos y nobles.
Como
fue Juana de Arco
Cómo fue
Juana de Arco, desde el punto de vista físico y espíritual es algo
que tal vez no podremos saber nunca a ciencia cierta. Pero sus
propias palabras registradas en las cartas que se conservan y en los
registros del juicio que se le siguió, sumado a testimonios de
personas que la conocieron, pueden ayudarnos. Un sencillo dibujo que
intenta ser un registro de la presencia de Juana, realizado por un
humilde escribiente, da fe de la percepción que de ella tenía el
común de la gente. Podríamos decir incluso que, a pesar de su
castidad y su pureza espiritual, Juana nunca dejo de ser considerada
una hermosa joven y esto lo delata la línea de la pluma que dibuja
un contorno muy femenino y unos rasgos faciales muy discretos. El
estandarte y la Espada resaltan en el dibujo, porque al fin y al
cabo, esta bella doncella tenía para los franceses una misión muy
superior a su propia belleza.
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Retrato de Juana de
Arco realizado por un escribiente de
la Universidad de
París en 1429.
(presiona
sobre la imagen si
quieres verla en
tamaño legible) |
Juana de Arco
camino a Reims en una ilustración de un manuscrito
conservado en el
Museo Dobreé, Nantes, de finales del siglo
XV.
(presiona
sobre la
imagen si
quieres verla
en tamaño
legible)
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Relatos y visiones de
Juana de arco
Uno de los
puntos más polémicos en la historia de Juana de Arco fue su relato
acerca de las voces y visiones que le guiaron a realizar la hazaña
por la cual se conviertió en la heroina más grande de la Historia
Universal. En los registros que se conservan del juicio que se le
siguió ha quedado sentado que ella, de alguna manera, se negó
siempre a dar detalles sobre estos mensajes. Poco ha sido lo que se
ha logrado esclarecer al respecto, pero una pequeña reflexión podría
arrojar algo de luz: si Juana, a pesar de su ignorancia y de su
humilde origen como pobre pastorcilla, mantuvo la ferviente voluntad
de no irrespetar lo que Dios le había transmitido a través del
Arcangel San Miguel y de las Santas Catalina y Margarita, al negarse
a emitir ningún tipo de juicio o consideración al respecto, nos debe
llevar a un sólo punto, Juana se consideró siempre un medio y no un
fin. Si deseamos llamarla "mensajera", pues unicamente será
apropiado mientras conservemos el mismo respeto al mensaje que la
propia Juana dió.
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Izquierda: Santa
Margarita,
Gaspare
Traversi
(1758)
Derecha: Santa
Catalina,
Bernardo
Ciavallino
(h.1630)
(presiona
sobre la
imagen si
quieres verla
en tamaño
legible)
Estas
dos Santas
estuvieron
presentes en
las visiones
de Juana de
Arco,
pero...
¿Por qué
ellas dos?...
Santa
Margarita de
Antioquía
fue virgen y
mártir,
cruelmente
torturada al
negar casarse
con el
Prefecto de
Antioquía,
quien la
encerró en un
calabozo
posteriormente.
Allí se le
apareció el
Demonio en
forma de
dragón y la
devoró,
peroel
crucifijo que
llevaba
colgado del
cuello hizo
que el dragón
reventara y
salió ilesa.
Sin embargo,
fue luego
decapitada
rogando que
las mujeres
embarazadas
tuvieran un
parto sin
problemas en
recuerdo a su
salvación del
vientre del
dragón. Esta
criatura
fántastica es
uno de sus
atributos
principales,
junto con la
palma del
martirio y una
cruz.
Santa
Catalina de
Alejandría,
fue también
virgen y
mártir.
Siendo de
ascendencia
real, al
convertirse al
Cristianismo
huyó al
desierto y
allí realizó
su matrimonio
místico con
Cristo. El
emperador
Majencio la
pretendió
como esposa
sin éxito,
por ello
ordenó su
tortura con
unas ruedas
especiales
provistas de
puntas de
hierro, pero
un rayo del
cielo las
destruyó
antes de que
ella sufriera
algún daño.
Sin embargo,
fue decapitada
y sus restos
trasladados
por los
ángeles a un
convento
cercano.
Ambas
Santas,
además de
poseer las
mismas
condiciones de
virgen y
mártir que
posteriormente
distinguiran a
Juana, fueron
sacadas en
1969 del
calenderio
católico por
insuficiencia
en las bases
históricas de
sus vidas.
Mientras que
Juana de Arco
fue declarada
Santa por el
Vaticano en
mayo de 1920,
casi 500 años
después de
ser quemada en
la hoguera,
acusada de
herejía,
manteniendo su
mirada en un
crucifijo y
pronunciando
el nombre de
Jesús...
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San Miguel
Arcángel, anónimo español (finales del siglo
XVII)
(presiona
sobre la
imagen si
quieres
verla en
tamaño
legible)
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- De acuerdo con las
declaraciones de Juana, también el Arcángel Miguel estuvo presente
en sus visiones y fue una de las voces que le habló. La presencia
de San Miguel es bastante lógica, pues es él quién asume los
asuntos militares en las huestes celestiales. De hecho, el
resguardo de las puertas de el Paraíso han quedado a su cargo. Con
seguridad debió ser él quien instruyera a Juana acerca de los
asuntos de batalla o quien sirviera de medio para proporcionar a
Juana la gran intuición militar que demostró en las campañas
emprendidas para hacer de Francia una nación unida.
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