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Los
banderines de patrulla
Los
banderines de
patrulla surgen en
el campamento de
Brownsea, en el año
1907, cuando Baden
Powell puso a
prueba sus ideas
sobre el naciente
movimiento
juvenil.
En el primer día
de este
"campamento
piloto"
organizado por el
fundador, se
formaron cuatro
patrullas: Toros,
Chorlitos, Cuervos
y Lobos. Estas
patrullas eran
dirigidas por un
muchacho mayor que
recibía el título
de "guía"
y era el portador
de un corto bordón
con una bandera
triangular de
color blanco que
tenía dibujado en
color verde al
animal "tótem"
de esa patrulla.
El mismo había
sido diseñado por
el propio Baden
Powell y poseía
también la
inscripción
"BA",
simbolizando la
primera y última
letra de la
palabra
"Brownsea",
nombre de la isla
donde estaba
asentado el
campamento. |
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Un
año más tarde,
al escribir
"Scouting for
Boys", BP
reglamenta en
forma general esta
tradición
diciendo
simplemente que
"todo guía
de patrulla lleva
en su bordón un
pequeño banderín
con la silueta del
animal de la
patrulla de ambos
lados". También
se especifican en
esta obra los
colores de
patrulla, que
todavía hoy se
respetan en la
mayoría de las
asociaciones. Los
banderines forman
parte de la mística
que forma parte
del espíritu de
patrulla. El célebre
Roland Phillips
declaraba que
"el espíritu
de patrulla es una
disposición
moral, una atmósfera
especial o
ambiente natural
en donde se
desenvuelven los
muchachos, que es
hace sentirse
parte esencial de
una unidad
completa. Su
presencia se
manifiesta hasta
en las palabras más
insignificantes y
en los actos y
gestos de cada
muchacho (...) Es
necesario que cada
scout
"sienta"
que su Patrulla
debe ser la mejor
y que para esto
tiene que hacer
cuanto pueda, para
poder decir con
orgullo "Yo
pertenezco a esa
Patrulla"
El nuevo scout
deberá aprender a
dibujar el emblema
de su Patrulla usándolo
como firma. Estos
son los medios
elementales para
hacer germinar y
arraigar
profundamente el
espíritu de
patrulla. En el
escultismo los más
mínimos detalles
tienen una
extraordinaria
importancia porque
contribuyen a
crear el ambiente.
Manifestarán el
espíritu
superficial
quienes consideren
estos detalles
como pueriles, ridículos
o inútiles. Todo
esto contribuye a
imprimirle un
aspecto en extremo
pintoresco a las
actividades y prácticas
de los muchachos
revistiéndolas
con atractivas
formas de juego.
Lo esencial es que
cada patrulla
tenga una característica
propia y que cada
Scout tenga
conciencia de que
posee algún rasgo
que lo distingue
de los demás". |
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