Nací en la ciudad de Guatemala. Desde chico fui muy aficionado al cine y al teatro (al muy escaso teatro que en las décadas de los cuarentas y cincuentas había en Guatemala).
En 1964 mi amigo Severo Martínez me presentó a Hugo Carrillo, en la cafetería Las Vegas. Hugo estaba dirigiendo La casa de Bernarda Alba, y esa puesta en escena me impresionó muy favorable y fuertemente, y de inmediato bregué para trabajar con Hugo. Fue fácil pues mi cultura histórica impresionó mucho a Hugo. En 1965 ya fui su Asistente de Dirección.
Con el correr del tiempo me incliné más a la historia, y me hice historiador. He combinado ambos intereses y he escrito varios artículos de historia del teatro (algunos de los cuales se ofrecen en esta página).
Envie comentarios y contribuciones a Carrillo y Fernández