DATOS GENERALES




Este municipio vizcaíno se asienta en la comarca del Gran Bilbao, sobre la orilla izquierda de la Ría del Nervión. Está limitado por las localidades de Sestao, Barakaldo y Santurce.

Su nacimiento como villa se remonta al siglo XIV, si bien el pueblo y el puerto de Portugalete ya existían con anterioridad. El 11 de junio de 1322, doña María Díaz de Haro, viuda del infante Don Juan, y señora de Vizcaya fundó el villazgo otorgándole el fuero de Logrono. Esta carta-puebla sería confirmada más tarde por varios monarcas castellanos, como los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, que estuvieron en Portugalete en 1476 y 1483, respectivamente. La Edad Media estuvo presidida por la dominación de varias familias nobiliarias, dentro del marco de las guerras de bandos que asolaron el País Vasco entre los siglos XIV y XV. En el seno de los grupos de la nobleza jarrillera destacaron los Salazar los cuales erigieron la casa-torre que lleva su nombre en 1379.

Entre los personajes históricos de mayor renombre se cuenta Lope García de Salazar, famoso banderizo y cronista que llegó a detentar varios cargos públicos.

Desde el punto de vista monumental es importante la iglesia parroquias de Santa María, la cual parece ser que se empezó a edificar en 1492, siendo su estilo fundamentalmente gótico-renacentista, con aportaciones posteriores neogóticas. Su cuerpo constructivo básico fue erigido en el siglo XVI, pero la torre y el campanario se ejecutaron en los siglos XVII y XVIII. La iglesia es obra en su mayor parte del maestro-cantero vasco Juan de Garita, quien la remató antes de 1579, fecha de su muerte. El retablo mayor es obra de los famosos hermanos Juan y Guiot de Beaugrant, y de Juan de Ayala.

El Casco Viejo de la villa está formado por un conjunto de casas y edificaciones antiguas que conservan gran solera, y una fisonomía muy especial y genuina.

Las sucesivas ampliaciones urbanísticas se han venido dando desde la década de los 50 y 60 de nuestra centuria, cuando se han ido construyendo manzanas y viviendas modernas en estructura cerrada, siendo aquí donde se localizan la mayor parte de los servicios en la actualidad. Este crecimiento del tejido urbano se efectuó para crear un núcleo residencial o ciudad-dormitorio a la masa de obreros que afluyeron desde casi todas las provincias españolas para trabajar en las industrias vizcaínas.

Desde el punto de vista portuario, fue en un principio el lugar de salida de la lana castellana hacia Flandes, como antepuerto de Bilbao que era y centro exportador para el gremio mercantil que controlaba el comercio lanero norteño, es decir, la Universidad de Mercaderes de Burgos. No obstante Bilbao, apoyándose en el poder de la monarquía, le fue arrebatando este monopolio comercial, y el territorio,-de la Ría, desde, Barrica -aproximadamente- a Erandio, por la margen derecha, y de Somorrostro a Luchana, por la orilla izquierda. Esta zona le había sido concedida a Portugalete en el privilegio de fundación de 1322, como demarcación de exclusivo dominio económico y mercantil. Los habitantes comprendidos en esta área de verdadera hegemonía jarrillera no podían descargar ningún género sin el permiso del alcalde portugalujo. A pesar de] decidido apoyo de la Corona a Bilbao, Portugalete mantuvo la Ría de su nombre bajo su poder hasta fines del Setecientos.

En el transcurso de esta centuria el Consulado de la capital se le impuso y el pueblo vio paulatinamente disminuida su jurisdicción en la vía marítima y fluvial, así como su término municipal. A partir de entonces la ciudad se dedicó a vivir más que nada de los ingresos que percibía por derechos de practicaje para ayudar a atravesar la peligrosa "Barra de Portugalete", a todas las embarcaciones que penetraban en la Ría. A lo largo del tiempo se construyeron diversos muelles, pero al término del Ochocientos, sobrevino la decadencia, acrecentada por la construcción del ferrocarril que redujo el espacio portuario. Sólo quedó un pequeño dique para naves de tamaño casi insignificante, como testigo de un pasado mercantil y naval muy glorioso. Sin embargo, las actuaciones de la Junta de Obras del Puerto de Bilbao (sucesora del extinto Consulado) dieron lugar a la creación del primer puerto artificial en la historia de la Ría. Fue en este contexto en el que se realizó el Muelle de Hierro bajo la experta dirección del ingeniero Evaristo de Churruca. Esta obra de la ingeniería decimonónica se inauguró el 12 de Septiembre de 1887. Con esto se acabó con la terrible Barra de Portugalete, facilitándose así el paso franco de navíos de mayor tonelaje. La villa se involucro de esta manera en un progresivo aumento de la navegación que redundaría en beneficio de toda la comarca. Todo esto se inscribía dentro del impacto industrializador que se estaba produciendo en la ciudad por influjo de los pueblos colindantes. El proceso industrializador implicó a Portugalete hacia 1870, acelerándose tras la tercera Guerra Carlista (1871-1875). La villa sufrió en esta contienda un duro asedio de los partidarios de D. Carlos, de julio de 1873 a marzo de 1874. La plaza fue tomada por los sitiadores, visitándola el mismo Pretendiente en persona. El 24 de septiembre de 1888 se procedió a la inauguración del ferrocarril Bilbao-Portugalete, asistiendo a dicho acto Don José de Canalejas, Ministro de Fomento.

Entre 1891 y 1893, se construyó el Puente de Portugalete o Puente Palacio (del nombre del ingeniero que lo diseño, Alberto del Palacio y Elissague), siendo la fecha de su puesta en actividad el 28 de julio de 1893.

Fue el primer puente transbordador del mundo de su tiempo.

A fines del XIX, enriquecido Portugalete por sus indianos y por los magnates de la burguesía capitalista vizcaína, se configuró como zona residencial y localidad turística de moda, famosa por sus playas (hoy ya desaparecidas) y por su balneario. De la misma manera, e impulsado todo ello por el creciente turismo se edificaron el kiosko de la música y el famoso "teatrillo", a cuya inauguración asistió Alfonso XIII, monarca que acudió varios veranos a Portugalete. Se establecieron también un sinfín de pequeños comercios y bares, que continúan hoy la tradición de pequeño centro comercial que siempre poseyó este enclave urbano. Por eso en la actualidad es básicamente un núcleo poblacional de carácter residencial y mercantil. La villa no cuenta con grandes empresas industriales, pues las existentes son de mediano tamaño, entre ellas se encuentran las de transformados metálicos, maquinaria y construcción. La inmensa mayoría de sus habitantes trabajan en la zona fabril circundante. Las actividades agrícolas y ganaderas han desaparecido prácticamente a causa del continuo avance del espacio edificado.

En el área deportiva y de festejos, es el más atractivo de los pueblos de su zona, ya que se pueden practicar varios deportes, como las regatas de traineras, en las que compiten las más afamadas tripulaciones el País Vasco, Cantabria, Galicia y Asturias. La prueba más importante de este tipo es el conocido Premio Nervión que se celebra el mes de Septiembre.

Entre las fiestas populares, están la famosa y alegre Bajada de San Roque, el 16 de Agosto, la de la festividad de la Virgen de la Guía, el 1 de Julio y otras más todas ellas llenas de colorido y bullicio.

Hay también certámenes para la exposición de productos agrarios y de artesanía vasca en Septiembre y Octubre. A ellos concurren muchos aldeanos de los alrededores, pudiéndose degustar el talo con chorizo, el pastel vasco, el txakoli y otros productos de Euskal-Herria.

En el mes de Julio se celebra un festival de danzas internacionales, en el participan grupo de diversos países.

En cuento a bares y locales de esparcimiento, los hay en gran profusión y variedad desde las tascas y bares para el "poteo" o "chiquiteo", hasta los más modernos y sofisticados "pubs". Ya se puede imaginar entonces que la noche también nos ofrece muchas posibilidades para pasarlo bien.

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