l pueblo de Jerez ha recibido con gran júbilo este nuevo incremento que
viene a sumar incuestionables valores de piedad y arte a su ya con justicia afamada Semana
Santa.
os hábitos nazarenos son idénticos a los de la Macarena
de Sevilla, con túnica y capa blanca y capirote verde. La salida de los pasos por la
puerta del templo es difícil y espectacular y le da tonos románticos, en la noche, la
bella torre barroca iluminada, con destellos de alminar islámico. Y resulta majestuosa y
solemne por las calles del Campo y adyacentes que nunca vieron procesiones. |